"¡Vete!"

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5/7 #SuperHiperMegaMaraton
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Narra Spencer Jones

—Robert, no lo entiendes...—Jamás lo entendería. Debo hablar con ella antes de que sea tarde, no me importa si es lo último que hago en mi vida.

Quiero verla a la cara y decirle la verdad, aclarar las cosas y tal vez así se solucionen. Solo con verla, solo con hablarle me darían ganas de vivir porque ahora no encuentro razones.

—Y sé que no te entenderé, pero ella aún no quiere hablar contigo. O por lo menos eso es lo que me dijo.

—¿Hablaste con ella?—me detuve en seco y él imitó mi acción.—¿Qué te dijo de mi?¿Cómo está?

—¿¡Cómo crees imbecil!? ¿¡Cómo crees que estaría después de ver a su novio besándose con su exnovia!?—parecía bastante enojado, la misma reacción tuvo Abby, pero esa no era la verdad de los hechos.

—¿¡Quieres que te diga la verdad!? ¡Lindsay vio a Lauren y me besó! ¡La deje entrar a casa por qué según ella quería hacer las pases! ¿¡Quieres escucharme decirlo!? ¡Por qué todos tienen razón! ¡SOY EL IDIOTA MÁS GRANDE DEL MUNDO! ¡Y merezco la muerte! ¡Amo a Lauren y la perdí por ser un imbecil ingenuo que creía que su exnovia quería pedir piedad y perdón! ¿¡Quieres escuchar que fue lo que Lindsay, o mejor dicho, ese monstruo dijo al cerrar la puerta al cerrar la puerta de mi casa!? ¡Había cumplido una de sus metas en la vida!...¡Romper dos corazones al tiempo y de las personas que más odiaba!

Hace mucho tiempo que no sentía el dolor que estoy sintiendo en este momento, tampoco había experimentado el sentir tantas lágrimas pasar por mis mejillas. Y si llorar no es para hombres, no tendríamos corazón, no seríamos humanos, no amaríamos de verdad. Seríamos seres insensibles, tal vez ni siquiera "seres".

—Spencer, ella no mencionó nada. Solo me dijo esa frase sin detalles.—ahora por lo menos uno de los dos había dejado de gritar.—Además, ella no te odia, aún te ama o de lo contrario té hubiese dejado allí afuera como una venganza. Hubiera dejado que murieras del frío.

***

Dos semanas después.
Sin importar lo que hiciera, no podía pensar en lo que había pasado ¿Cómo es que le creí a Lindsay?¿Cómo es que confíe en ella? Por mi error, eche a perder todo.

Aún me preguntaba cómo es que aún seguía en pie, esta ruptura había sido diferente. El dolor no desaparecía, mi cuerpo no tenía fuerzas, mi apetito se desvaneció y aún no sé cómo es que la casa aún no es un desastre.

—Aunque me duela decirlo, ella parece estar muy decidida en cuanto a la desicion de no perdonarte—Ese era Tom, que estaba con Abby desde hace unos veinte minutos. Los dos me apoyaban tanto a mi como a Lauren, pero no sabían qué hacer para que me perdonara.

—Eso lo sé.

—¡Tengo una idea!—ahora Abby sonreía, pero su teléfono la interrumpió. Al ver el remitente de la llamada, nos miro a los dos.—Es Lauren

—¿Qué esperas? ¡Contesta!—Ella obedeció de inmediato a su novio que se veía bastante ansioso para que ella respondiera. Ella solo asentía, decía frases que apenas podía escuchar y al final le dijo un "Vamos para allá" bastante rápido.

—Tom, nos vamos.

—¿Q-Qué sucedió?

—Nada de lo que tengas que preocuparte, Spencer.

Narra Lauren O'Connell.

Aunque sé que no debo hacerlo, no he podido dejar de pensar en él, todo me recuerda a la persona que es, todo mi cuerpo lo quiere cerca pero es algo que ya no puedo permitir.

Necesitaba despejarme, alejarme de él, olvidarlo para poder continuar con una nueva vida. Por eso a la siguiente llamada del director, aceptaré el trabajo en Inglaterra.

Salí de casa para botar la basura y luego dar un paseo en mi auto. Como dije, necesito despejarme y eso de las mejores maneras de las que puedo relajarme.

—Lauren—y ahora lo encuentro en frente de mi casa ¿Acaso estaba esperando a que saliera?

—Vete—lo rodee y bote la bolsa dentro del contenedor que hay en frente de mi casa.

—Lauren, escúchame—¿Qué es que no puede aceptarlo? ¡No quiero ver su cara ni en un reflejo!

—Te lo diré una vez más ¡Vete!—me tomó de un hombro y me giro rápidamente.

—No me iré, entiéndelo—ya empezaba a ser fastidioso y repetitivo ¿Por qué no solo desaparece?

—Hazme un favor y desaparece de mi existencia.—Se que no son las palabras adecuadas pero, en serio estoy enfadada.

—Pero...

—Si quieres mi maldito bien ¡Aléjate por favor! Es lo único que pido, te lo suplico— Y ahora un nudo se forma en mi garganta. Ni loca lloraría en frente de él.

—Por favor no llores, no mereces llorar por alguien como yo.

—Y es por eso que te quiero lejos.

Me zafé de su agarré y corrí hacia dentro de casa. Tome las llaves de mi auto y abri la cochera, encendí el auto y lo puse en marcha lo más rápido que pude,

¿Por qué simplemente no me podía dejar tranquila? Lo nuestro se acabó y estoy tratando de aceptarlo y él debería hacer lo mismo. Estas semanas no han sido fáciles, ya había superado la parte en la que lloro, pero gracias a ese encuentro había vuelto a derrumbarme frente a él.

Solo quiero que desaparezca de mi vida, incluso le haría un favor al mundo si desapareciera.

—¡Frena estupida!—frene en seco al escuchar el grito de aquel hombre. Estaba tan concentrada en mis pensamientos que apenas podía conducir.—¿¡Acaso estas ciega idiota!?

Por fortuna frene a tiempo en la intersección y no choque contra el auto que estaba cruzando desde mi derecha. Limpié mis mejillas y me estacioné a un lado de la calle en frente de un restaurante.

—¿Abby?

¿Lauren? ¿Q-qué pasa? ¿Por qué lloras?

¿Podrías venir por favor?—dudo que pueda seguir conduciendo.

Claro, iré con Tom pero... ¿Dónde estás?

¿Recuerdas la cita doble? Estoy en frente de ese restaurante.

Dios Lauren, estás a las afueras de la ciudad.

—¿Si puedes venir?

Vamos para allá.

***
Narra Abby Adams

—Entonces, ¿Él estaba en frente de tu casa?—ella asiente cabizbaja. Ahora estamos en el restaurante en donde habíamos tenido la cita doble hace unos meses.

—No sé que me pasó, creí que ya no lloraría más pero aquí estoy—sostengo su mano tratando de consolarla.

—Jamás lo superaras si no hablas con él—solo rogaba que no me gritara como el día en que sucedió todo.

—Cuando me sienta capaz lo haré. Pero por ahora solo quiero estar sola.

Edit 23/04/2017

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