Narra Spencer Jones
—Mamá, ya está bien—ella observaba botón por botón, para que nada estuviera mal. Cada defecto o arruga en mi traje, ella era capaz de verlo y corregirlo—. La haré esperar, se supone que yo debo esperarla.
—Tienes que estar perfecto hoy y debo asegurarme de eso sin importar el tiempo que me lleve. Es mi deber como tú madre.
—Esta bien, pero prométeme que no lloraras.—ahora la tome de los hombros para poder mirarla a los ojos.
—Hijo, no me pidas que no lo haga. Si llore en la boda de Michael, llorare aún más en la tuya—de inmediato ella me rodea con sus brazos y yo me correspondo de inmediato.—. Ahora debes irte.
Se separó de mí y me dio un beso en la mejilla y luego de recibir su bendición junto a papá y me retire de la habitación.
Solo un pasillo me separaba del lugar en donde uniría mi vida a la de ella. Solo unos minutos me separaban de iniciar el momento más importante de mi vida. En tan solo unos minutos la vería caminando hacia mí para decir juntos un monosílabo afirmativo.
—No, no tan rapido—un hombre me tomo del brazo justo antes de entrar al lugar de la celebración. Me arrastró hacia el pasillo a mi izquierda y me recostó en una pared.
—¿Señor O'Connell?—Me esperaba a cualquiera pero... ¿Él?
—¿Creíste qué sería tan fácil casarte con mi hija?—él alzó una ceja y me miro fijo.
—En realidad...
—Fue una pregunta retórica, no debías responderla—iba a tomar la palabra de nuevo, pero después de ver su mirada me arrepentí.—. Eso, así me gusta. Tengo que asegurarme hasta el último segundo que seas el indicado y para eso tengo unas preguntas.
—Y ¿Cuáles son?
—¿Estarás con ella cuando seas pobre?—Asiento—¿Le llevaras desayuno todas las mañanas?—Asiento, después de todo ella aun no aprende a cocinar muy bien.—¿Dejarás que se deprima?—La última vez que eso pasó fue... Me olvido de la situación en la que estaba pensando y solo asiento.—¿Cómo lo harás?
—Dándole una sonrisa cuando no exista una, y creo que los tulipanes son sonrisas para ella. Especialmente hechas para ella.
—¿Estarás junto a ella cuando este totalmente insoportable por los mareos, dolores de cabeza de un embarazo?—¿Qué?
—¿Un embarazo?
—Si, tienes que darme nietos. No ahora pero si en algún momento.—Ya aclaradas las cosas, asiento.—¿La querrás aún así su cara se transforme totalmente junto con su cuerpo y actitud en unos cuarenta años y ya no puedas tener sexo con ella?—¿Cómo un padre puede imaginarse a su hija así? Asiento.
—¿Por qué está tan alerta señor O'Connell?—No había tomado esa actitud en todos estos años ¿Por qué ahora?
—Es solo que... M-Mi hija se va a casar—¿Ahora él está llorando?¿Y ahora... Me abraza?—No quiero dejarla ir con cualquiera Spencer.
No sabía si corresponder su abrazo o no, o tal vez consolarlo dando palmadas en su espalda. Lo único que sabía era que mi boda comenzaba en minutos y tanto él como yo debíamos estar allí ahora.
—Señor O'Connell, debemos irnos.—se separó de mi de inmediato mientras que asentía.
—Buena suerte.
Empecé a caminar hacia el final del pasillo pero unos segundos después un grito de varias chicas me recibió.
—¡Aún no la puedes ver!—¿Por qué estaba aquí ahora?—¡Entra ahora!—Varias chicas -incluyendo a Abby y a Kate- cubrían a Lauren para que "La mala suerte" no cayera sobre nosotros.
—¿¡Saben que!? ¡No creo en su estupida mierda!—camine en dirección a ellas y me abrí camino para verla.—¿Lauren?—ella se giró en cuanto pronuncie su nombre.
—¿Spencer?—abrió sus ojos y sonrío—Sabes que no debes ser grosero.
—Tenía que verte—rodee su cintura con mis brazos y la atraje hacia mi.
—¿Solo verme?—ella rodeo mi cuello con sus brazos y lleve una de mis manos a una de sus mejillas para unir sus labios con los míos.
Solo quería romper todos los estereotipos, entrar con ella y no alejarme jamás. Pero solo debía esperar unas horas y sería mía para siempre... En todas sus formas.
—¡Ahora vete Spencer!—Esa era Abby en cuanto nos separamos. No quería alejarme de ella ni un solo segundo.
—Te dije que también vendría de blanco—hace unos años se lo había prometido si es que esto llegaba a suceder.
—Pues no te ves nada mal—tanto ella como yo sonreímos de inmediato uniendo nuestras frentes dando paso a escuchar un "Aww" por parte de las damas de honor.
—¡Oigan!—y allí está Abby de nuevo—Si es que en verdad quieren casarse, Spencer debe irse ahora.—Me separe de Lauren sin dejar de mirar a sus ojos y tome la palabra.
—Pues si lo hago, deberías decirle lo que sientes a Robert—ahora estaba caminando hacia atrás— y casarte con él ahora mismo pues creo que él siente algo... Sabes, olvídalo. Tarde o temprano lo sabrás—Pagaría por tomarle una fotografía a la cara de Abby en este momento.
—¿Qué?—ahora se giró para ver a Lauren—Lauren ¿De qué está hablando?
—Abby, mi boda está a punto de empezar. Así que eso lo tendrás que discutir con otra persona si es que te atreves.—y con las palabras de Lauren, me giré y abrí las puertas del lugar.
Todos tenian sus miradas puestas sobre mi, algunos respirando más tranquilos, otros mirándome con enojo. Pero aquí estaba, listo para recibir a quien pronto será mi esposa.
—Hora de escribir una nueva historia.
#Gracias2K
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¡Corte! | ✔
Teen FictionLauren, actriz por profesión y pasión, nunca ha sido protagonista en ningún tipo de producción en la que ha sido contratada. Desde que inició su carrera ha querido obtener ese papel, pero no se le ha dado hasta ahora. Hoy a sus 23 años de edad, esta...