¿¡En donde de podrá estar!? Es imposible que una persona desaparezca. Y ese era el único detalle que había pasado por alto al buscar a Spencer, ni siquiera me di cuenta cuando o a donde se fue.
—Fue al estacionamiento—ese fue el director, que de seguro al ver mi cara de confusión me ayudó con esas dos palabras que posiblemente salvarán mi día.
No lo dude ni un segundo y empecé a caminar hacia la salida del set. Pero pronto mis pasos eran más rápidos para pasar de caminar a trotar y después correr ¿Y si ya se había ido?
—¡Spencer!—nunca me había alegrado tanto de ver un auto rojo con la puerta del conductor abierta. Solo tenía que pasar entre los dos autos delante de mí y estaría más cerca de él.
—Por fin te dignas a hablarme—él había salido del auto y yo me encontraba a menos de un metro de él.
—Tu me pediste que te ignorara—Oh no. Esta conversación no.
—Si, y fui un idiota al hacerlo—no le voy a negar la razón.—. Pero no quiero ignorar el tema y mucho menos lo que siento por ti.
—Ya me quedo más que claro—además aquellas palabras me persiguen en todo momento—, es solo que no quiero presiones. Quiero pensarlo y también quiero tiempo para conocerte.
—¿Quieres conocerme?—por lo menos terminar de hacerlo. Asentí y él continúo—Mucho gusto, Spencer Jones—me extendió su mano a lo que yo correspondí un poco confundida—He sido actor toda mi vida. Hijo y nieto de actores. Tengo un hermano llamado Michael Jones. Soy de Seattle y además tengo un acumulado de veintitrés años en la faz de la tierra, que se convertirán en veinticuatro el próximo 3 de Septiembre. Mi color favorito, vino tinto.
«Tuve novia hace tres años, ella se llamaba Lindsay—Espera ¿Lindsay? Podrá ser... No pienses en tonterías Lauren. Sigue atenta a lo que dice.—, que me dejo con una nota en la puerta de mi casa. La extrañe hasta el momento en que Lauren O'Connell llegó a mi vida. Me ayudo a superarla por completo haciéndome sentir nuevas cosas y haciéndome pasar nuevas ideas por mi cabeza. Me gusta y no tengo duda de ello. Y Fui un idiota al pedirle que me ignorara. Ahora es tu turno»
—Soy Lauren O'Connell, la chica que mencionaste hace unos segundos—esta presentación me parecía muy extraña pero estoy segura que al recordarla me hará mucha gracia—nací un 15 de Marzo, por lo que tengo veinticuatro años. Soy de los Ángeles y no tengo hermanos. Mi color favorito, amarillo. Actriz gracias a un concurso que gane a los seis años.
«Nunca he tenido novio, por lo que no sé cómo se siente el querer a una persona distinta a mi familia o amigos. Aunque conocí a alguien que hizo que cambiara todo. Ahora mismo estoy confundida sobre lo que siento por él y solo le pido tiempo para pensarlo»
—Ahora que pasamos de la presentación más rara que haya tenido que hacer—concuerdo totalmente—¿Me perdonas por pedirte que me ignoraras?
—No—aún faltaba algo.
—¿¡Qué más quieres que te diga!?
—No es lo que digas, sólo tienes que recuperar el tiempo que te ignore—y yo sé cómo hacerlo.
—Lauren, se supone que tú deberías disculparte, tú fuiste quien lo ignoro.
—Tu cállate conciencia, él ya se está disculpando.—Y...— una sonrisa se dibujó en su rostro por primera vez en esta conversación—¿Qué puedo hacer para recuperarlo?
—No lo sé—di dos paso hacia adelante en menos de lo que me di cuenta. Si, ya no se lo que hace mi cuerpo. Una de sus manos viajó hacia mi espalda haciendo un poco de fuerza para acercarme más a él—, tal vez tú sepas como recuperarlo.
ESTÁS LEYENDO
¡Corte! | ✔
Подростковая литератураLauren, actriz por profesión y pasión, nunca ha sido protagonista en ningún tipo de producción en la que ha sido contratada. Desde que inició su carrera ha querido obtener ese papel, pero no se le ha dado hasta ahora. Hoy a sus 23 años de edad, esta...