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Maratón 2/4.


—¡Ya acabé por fin! —Exclamó mientras corría hacia mí y se me tiraba encima feliz de que por fin había acabado su tortura. Le correspondí al abrazo apretándola fuerte contra mí y viendo como su cuerpo estaba algo agitado.

—¿Qué tal te salió? —Pregunté con interés y preocupado aunque, por la felicidad que llevaba encima era porque le había salido genial.

—¡El mejor de todos, te dije que lo llevaba genial! —Sabía que no me había equivocado. Dejó de abrazarme y vi como brillaba su sonrisa, como había logrado saltar aquella piedra y continuar avanzando.

—¡Eso está muy bien! ¿Vamos a celebrarlo? —Pregunté y sonrió con más intensidad sin necesidad de responderme con palabras. Tomó mi mano y tiró de ella para llevarme a algún lugar.

—Creo que me merezco una hamburguesa, ¿verdad? —Sonreí cómplice mientras la perseguía ya que tiraba de mí para caminar con rapidez.

.......

—Hoy te has pedido un menú —dije extrañado mientras esperábamos a que la chica terminara de organizar todo nuestro pedido.

—Tengo mucha hambre —me aseguró haciendo un puchero y consiguiendo que mi corazón se derritiera ante ese gesto.

—Espero que no me comas a mí también —bromeé y ella me miró con una sonrisa pícara antes de añadir algo.

—Depende de lo que tú quieras —me guiñó el ojo y reí mientras negaba con la cabeza. Después era yo el pervertido y el que pensaba mal de todo.

—Estás un poquito salidilla estos días...

—Demasiada energía que necesito descargar —añadió con segundas y la miré sorprendido, ¿enserio estaba diciéndome eso? Esta mujer quería volverme loco.

Cogimos nuestras bandejas para escoger nuestra mesa y empezar a comer, realmente ella no era la única que tenía hambre de los dos. Al escoger sitio empezamos a comer y hablar sobre nuestro día, después de todo sabía que lo primero que quería hacer Aroa era descargarse y hablar de otros temas ya que estaba liberada de todo, era momento de que habláramos sobre todo.

—¿Cuándo hay partido? —Preguntó con curiosidad antes de darle un mordisco a su hamburguesa.

—Pues creo que el próximo sábado pero este domingo creo que jugamos un partido amistoso con un equipo de Tokyo —le informé y me miró abriendo los ojos como platos. Seguramente quería saber esa información antes pero tenía suficiente con los exámenes.

—¿Y puedo jugar?

—En principio sí, hablé con Ukai y me dijo que jugarías, va a ser un partido mixto por lo que jugarías tú un set y yo otro —le expliqué y soltó un ligero "ah" al entender todo de una vez.

—Buf, llevo toda la semana sin entrenar... —soltó preocupada. Negué con la cabeza restándole importancia.

—Eso da igual, una semana no es nada para lo buena que eres, el rendimiento que tienes tú y que continuamente vas a entrenar, te va a poner —le aseguré y sonrió por los halagos que le había dicho.

Volando || Nishinoya YuuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora