·018

1.4K 115 31
                                    

Se quedó algo sorprendida por lo que acababa de pasar hace unos segundos pero, realmente no fue la única que se quedó de esa manera. Después de un minuto procesándolo, rodeó el coche para entrar en la puerta del copiloto. Abrió portando una gran sonrisa al verme. Sonreí al ver que estaba feliz, se notaba que había pasado una gran tarde con su mejor amiga y eso me alegraba mucho.

—¿Qué haces aquí? —Preguntó con aquella preciosa sonrisa mientras se colocaba el cinturón de seguridad.

—¿No querías que viniera? —Bromeé haciéndome el ofendido. Negó con la cabeza mientras agitaba las manos.

—No es eso —dijo y soltó una pequeña carcajada que también me hizo reír. Me miró fijamente esperando una respuesta.

—¿No vas a saludarme? —Negó con la cabeza mientras ponía los ojos en blanco.

—Qué tontito eres —añadió antes de darme un pequeño beso en los labios—. Luego te daré uno mejor porque te lo mereces —sonreí sin poder evitarlo, me quería volver loco. Me guiñó el ojo.

—Me dijiste que irías al parque y, supuse que sería a este, pensé en venir a recogerte y darte una sorpresa —le informé mientras su sonrisa crecía. Mi corazón palpitó con rapidez al ver sus gestos, hacía tiempo que no me sentía de esa manera—. Es una pena no poder haber visto a Kaori —comenté mirando a un lado, también me gustaría haberla visto. Omití el tema de Aoi, ya era suficiente con nuestra conversación y todo lo que había pasado como para hablar de más drama sobre Aoi.

—¿Ya volvemos a Sendai? —Preguntó con algo de tristeza en su voz. Negué con la cabeza notando una sorpresa por su parte.

—Asahi me contó que los chicos están entrenando los sábados y domingos cerca de Karasuno y se me ocurrió que podíamos pasar a vernos —su mirada se iluminó al saber la noticia.

—¡Eso es genial!

—¿Tú tienes todo listo ya? —Pregunté interesado para saber de cuánto tiempo disponíamos. Arranqué el motor.

—Solo faltaría despedirme de mis padres.

—Bien, son las cinco —informé mirando el reloj. Saqué el coche del aparcamiento para ir a nuestro destino—, podemos estar una hora o algo así.

—Si, piensa que mañana tenemos clase —comentó preocupada. Cuánto antes volviéramos antes llegábamos a casa.

—Yo creo que saliendo a las siete menos algo de aquí llegamos bien.

—Pues todo listo —añadió algo emocionada por verles.

Por el camino hablábamos sobre nuestro día. Kaori y ella habían compartido muchas vivencias, incluso me comentó que había conocido a un chico y que probablemente acabaría siendo su novio, fue una noticia que me alegró ya que me daba a entender que no estaba mal por lo sucedido con Ryuu. Le conté mi día junto a mi familia y el almuerzo con Asahi, le informé sobre que todo estaba bien, que llevaba los estudios genial, incluso tendría un puesto fijo de lo que estudiaba desde que acabara las clases, cosa que le emocionó mucho a Aroa. Él se alegraba mucho de verme pero, le hubiese gustado verla a ella también.

Llegamos rápido ya que el parque no se encontraba tan lejos del instituto. Aparqué el coche justo en frente de aquel nuevo pabellón en el que entrenaban, tenía pinta de ser el pabellón de la Universidad. Salimos del coche para después reencontrarnos en el paso de peatones. Fui en busca de su mano pero ella fue más rápida de dármela y entrelazar nuestros dedos. Sentí algo extraño en mí, sentí aquello que había sentido cuando le di la mano por primera vez. Me miró con una sonrisa tan bonita que prácticamente había cerrado sus ojos del todo, le devolví el gesto. Me acerqué para besarle la cabeza, respondió con una pequeña carcajada y apoyando su cabeza en mi brazo, fue un acto que la hizo verse realmente adorable. Cruzamos después de ese momento y esperamos que aún siguieran allí.

Volando || Nishinoya YuuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora