La mañana del lunes antes de la Universidad se había mantenido como cualquier otro día, con la misma rutina de siempre. Preparar el desayuno, el segundo desayuno, recoger la cocina, recoger la habitación, vestirse, asearse y coger la mochila para poner rumbo a las clases. Aunque el día estaba más animado que cualquier otro, por fin habían unos pequeños rayos de sol que no indicaban que pronto surgiría la primavera. Aparte, ambos estábamos animados pensando en que por fin estábamos totalmente tranquilos y con ganas de ver a nuestros futuros amigos.
La vida tampoco había cambiado mucho. Estaba claro que todo no iba a cambiar de la noche a la mañana, aún sentía un vacío extraño y una sensación rara ante todo esto pero, creía que todo iba a mejorar con el paso del tiempo. Ignoré totalmente a Ryuu y me lo propuse hasta que tuviera las ideas claras y quisiera hablar con él realmente. Daichi me aconsejó que hiciera lo mismo que Aroa me había propuesto y me propuso ir a su casa después de la comida ya que ese día no tendríamos entrenamiento, también invitó a Aroa pero ella me dijo que iría más tarde para dejarme tener un momento a solas con Daichi, cosa que me pareció una gran idea.
Llegamos diez minutos antes de que empezaran las clases. Aún habiendo sol, podía notarse el frío de aquella mañana en Sendai. Caminamos hablando con tranquilidad y sin ninguna prisa, aunque, nuestras mentes tenían tantas ganas de ponerse en acción con nuestros amigos que dirigían nuestros cuerpos con rapidez hasta la Universidad. Saki se encontraba allí con aquella chica que desprendía timidez desde que la veías, en ocasiones era como ver a Aoi pero coreana. Aroa las saludó con entusiasmo y justó después tiró de mí para que las saludara también.
—Vaya Nishinoya, nunca había coincidido contigo aquí —dijo con ironía debido a que ella también se encontraba en el quipo de voleibol—. ¿Estás mejor? —Preguntó preocupada respecto a lo de ayer después de abrazarme.
—Mucho mejor, me ha venido bien hablarlo —dije mirando a Aroa con una sonrisa, ella me dedicó el gesto y después miró a sus amigas.
—Bueno, Yuu, ella es Daehi, Dae, él es mi novio Nishinoya —le tendí la mano a modo de saludo, realmente no sabía si nuestras costumbres eran parecidas así que tampoco quería meter la pata. Ella sujetó mi mano y sonrió con timidez.
—Puedes llamarme Noya si quieres —le indiqué. Realmente, pocas personas me llamaban por mi nombre, algunos familiares, la hermana de Ryuu y Aroa.
—Tú puedes Dae.
Después del saludo noté como alguien pasaba su brazo por mi cuello. Miré por inercia a Aroa quien traía una gran sonrisa dibujada en sus labios y pude saber de quien se trataba.
—Buenos días, Noya-san —me saludó y sonreí—. Hola Aroa —ella sonrió y agitó la mano a modo de saludo.
—Bueno chicos, os dejamos, ¿eh? No hagáis locuras —dijo Saki con una pequeña sonrisa divertida. Cogió a Dae de la mano y le tendió la mano a Aroa.
—Adiós Yuu, no hagas nada raro con Hiro que me pongo celosa —bromeó haciéndonos reír a ambos y me dio un pequeño beso en los labios a pesar de que nuestros amigos estuvieran viendo la escena, si a ella no le importaba que nos miraran, a mi tampoco.
—Realmente eres bajito Noya, menos mal que tu novia también lo es —se burló un poco de mí y le miré con mala cara. A pesar de ser bajito, era mucho más alto que cuando estaba en Karasuno, no era tampoco gran cosa pero, al menos Aroa me quería por como era y no por mi altura.
—¿Qué tal? —Pregunté ignorando lo que había dicho haciéndole sonreír. Apartó su mano de mi cuello y empezamos a caminar uno al lado del otro—. Tampoco es que seas tú aquí alto, ¿eh?
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Volando || Nishinoya Yuu
FanfictionDiferentes épocas, nuevos cambios, momentos viejos de la vida, ¿vamos a quedarnos siempre juntos? ¿Vas a quedarte siempre junto a mí? ➳Secuela de Aprendiendo a volar. ‣Historia completamente escrita por mí, toda adaptación y copia...