—Vaya… —comentó sorprendida mi novia al ver las grandes vistas que teníamos desde el apartamento. Dejé las maletas para acercarme hasta ella y comprobarlo por mis propios ojos.
—¡Es alucinante!
Un gran ventanal de cristal nos permitía ver aquel paraíso desde el dormitorio. El cielo estaba extremadamente azul, acompañado de un sol radiante y un mar cristalino bastante tranquilo. Desde nuestra habitación se podía ver un poco de la arena blanca que permanecía en la playa, dejándonos unas vistas increíbles del paseo marítimo de piedra y otros apartamentos que permanecían a nuestro alrededor. No tenía ni idea sobre mi país, me hubiese gustado haber venido aquí antes.
—No me arrepiento de haber venido —me aseguró Aroa mientras dejaba de ver el lugar para mirarme a mí. Afirmé sus palabras con la cabeza, yo tampoco me había arrepentido de utilizar mis ahorros en el viaje, había estado trabajando todo el año para esto.
—¡Parejita, nos vemos en unos minutos en nuestro apartamento! —Anunció casi gritando Hiro de la emoción mientras salía del nuestro.
Los apartamentos eran de dos pisos, cosa que era bastante impresionante y digno de ver. En la planta alta habían tres habitaciones, una matrimonial que compartía baño con una individual, la otra habitación era un vestidor el cual era tan grande que podría dormir otra persona ahí. En la planta baja había un salón que comunicaba con la cocina, otro baño más y una puerta corredera de cristal que comunicaba con un pequeño patio donde habían unas mesas de madera para poder hacer barbacoas y comidas ahí, aparte de usarlo para tomar sol, ya que habían hamacas de madera colocadas.
Habíamos tenido una suerte increíble porque nos habían recompensado con dos apartamentos con piscina ya que habíamos reservado hace un tiempo y habían cedido nuestros apartamentos a otras personas. El destino estaba de nuestra parte y tuve la gran suerte de que uno de los apartamentos con piscina me tocó a mí y a Aroa por ser la reserva más pequeña, al igual que la de Hiro y Toru cosa que a los demás molestó.
—La piscina tiene tan buena pinta… —comentó Aroa con tristeza, los demás querían que primero fuéramos a comprar comida para hacer un almuerzo juntos, hoy habíamos quedado en que descansaríamos y ya mañana haríamos cosas juntos.
—Tengo una idea —anuncié haciendo que ella girara todo su cuerpo por completo hacia mí para escucharme.
—¿Qué propones? —Preguntó con mucho interés. Sonreí ante la idea que acababa de tener.
—Podríamos hoy dar un paseo por aquí para echar un vistazo al lugar, sabes de sobra que con ellos no haremos eso ni de broma —rió ante mi comentario. Nuestros amigos querían disfrutar a lo grande, cosa que significaba; playa, comida, piscina, jugar a juegos absurdos en el agua, tomar el sol y fiesta. Visitar el lugar no estaba entre sus planes—. Luego de eso podríamos usar la piscina por la noche ya que así es más divertido —me dedicó una mirada pícara mientras levantaba la ceja.
—¿Es más divertido? —Preguntó ella con una sonrisa dibujada en sus labios. Rodé los ojos, después yo era el pervertido.
—No me refiero a nada sexual, de verdad, después yo soy el caliente —añadí haciendo que esta riera con intensidad. Me giré para deshacer las maletas pero sus brazos rodearon mi cintura por la espalda.
—Tanto tiempo contigo me hace tener una mente sucia —defendió sus palabras y levanté la ceja ya que sus palabras se podrían malinterpretar, ¿lo decía porque se le había pegado de mí o porque yo le provocaba esos sentimientos? Estaba claro que era la primera opción pero, quería ser un poco malo con ella.
—¿Eso es porque soy tan extremadamente guapo que no puedes evitar tener pensamientos indebidos conmigo? —Pude notar su cara de asombro ante mi pregunta aunque no estuviera viéndola. Sonreí satisfecho.
ESTÁS LEYENDO
Volando || Nishinoya Yuu
FanfictionDiferentes épocas, nuevos cambios, momentos viejos de la vida, ¿vamos a quedarnos siempre juntos? ¿Vas a quedarte siempre junto a mí? ➳Secuela de Aprendiendo a volar. ‣Historia completamente escrita por mí, toda adaptación y copia...