Maratón 4/4.
—Luego te llamo —me informó para después darme un tierno beso en la boca. La iba a extrañar y mucho—. Saluda a tus padres de mi parte.
—Lo haré —ella sonrió y salió del coche para reencontrarse con su familia. Movió la mano para despedirse antes de que le abrieran la puerta y entró.
Suspiré ya que después de aquella charla, solo me apetecía estar con ella. Arranqué el motor y me dispuse a recorrer el poco camino que quedaba para llegar a mi casa. Muchos recuerdos pasaban por mi mente; como cada mañana recorría estas calles en busca de mi novia para ir juntos a Karasuno, como hablábamos y reíamos por aquel largo camino. A veces me gustaba pensar como sería volver a tener dieciséis años, como sería volver a esa época donde éramos tan felices.
Aunque estaba seguro de que volveríamos a serlo a partir de ahora.
Aparqué el coche detrás del de mi madre. Saqué las llaves y todo los papeles que debía de tirar. Caminé hasta el maletero para sacar la pequeña maleta donde llevaba todo lo que usaría ese fin de semana. Cerré el coche y caminé tranquilamente hasta la puerta de entrada de la casa de mis padres. Cogí aire, abrí y dejé que mi cuerpo se moviera solo hasta llegar a la entrada. Toqué sintiéndome algo nervioso, desde las vacaciones de verano no veía a mi familia, y ya hacía mucho tiempo de eso. La puerta se abrió haciendo que mi corazón latiera con rapidez.
—¿Yuu? —Preguntó una voz femenina bastante familiar. Abrió del todo la puerta y se abalanzó a mis brazos, la abracé con fuerza agachándome para quedar un poco a su altura.
—¡Emi, qué mayor estás! —Exclamé en cuanto deje de abrazarla, había crecido un montón. Me volvió a abrazar con una gran sonrisa dibujada en sus labios.
—Te eché de menos primito —sonreí por su graciosa pronunciación. Me levanté al ver que apareció mi madre detrás de Emi.
—Mi pequeño no tan pequeño —dijo con una pequeña sonrisa. Mi prima la dejó pasar para que me abrazara.
—Tampoco he crecido tanto desde verano —bromeé haciendo que riera. Me abrazó con más fuerza.
—Lo has hecho, tengo la sensación de que sí —sentí como mi corazón latía con más fuerza. Mi madre sabía siempre que me sucedía.
—Bueno, tendré que contártelo —suspiré y ella besó mi mejilla. Sonreí.
—Ahora no, es momento de que llegues y pasemos el tiempo los tres juntos, tu padre no llega hasta las diez aunque como eres un chico mayor no habrá problema —reí ante sus palabras y esta sonrió. Entramos en casa y sentí como me abrazaba aquella atmosfera familiar.
Estaba en casa, me sentía en casa.
.....
Mi prima y yo pasamos toda la tarde jugando, dibujando y utilizando la nueva consola que mi tío le había regalado. Terminamos el día viendo una película los tres juntos en el salón junto a una merienda que los tres preparamos. Hacía tiempo que no empleaba el tiempo así con mi familia, y era una de las cosas que más echaba de menos. La película terminó y al momento recibimos una llamada de parte de mi tía que pedía que lleváramos a Emi a su casa ya que le había surgido un problema en la empresa e iría directa allí ya que llegaría algo tarde.—Toma —me tendió mi madre un papel con unas indicaciones—, llévala tú, le hará ilusión —miré a mi prima como se colocaba los zapatos y sonreí de lado. Cogí el papel y lo guardé en mi bolsillo de la chaqueta—. Igual ella seguro te explica.
Miré el reloj preocupado de que llegara mi padre antes de yo poder volver y darle una sorpresa pero, aún eran las nueve por lo que tenía una hora.
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Volando || Nishinoya Yuu
FanfictionDiferentes épocas, nuevos cambios, momentos viejos de la vida, ¿vamos a quedarnos siempre juntos? ¿Vas a quedarte siempre junto a mí? ➳Secuela de Aprendiendo a volar. ‣Historia completamente escrita por mí, toda adaptación y copia...