Dirty Mouth |H.S| daddy kink.

Chapter Twenty-five.

Leah's.

Cierro mis ojos, suspiro y tomo una botella de vodka, me la empino y dejo que el líquido queme lentamente mi garganta y mi estómago. ¿Desde cuándo no te arreglas Leah? Ni si quiera podía pensar en comprar maquillaje, ni comprar ropa linda, apenas y me alcanza para cagar el estúpido alquiler del departamento.

Me miro en el espejo y suspiro, mi rostro decaído. Ya no recuerdo la última vez que comí bien, o la última vez que sonreí.
Me quito las horribles prendas de mi cuerpo y abro el grifo de la regadera, me meto lentamente y dejo que el agua fría moje todo mi cuerpo. Abrazo mi torso con mis ahora delgados brazos, comienzo a llorar y me siento en el piso de la regadera. Me siento vacía, un poco más vacía que antes.

---

5 meses después..

Harry's.

7 meses, 7 putos meses de estar aquí encerrado. Suspiro y amarro mi largo cabello en un pequeño man bun.

Atento -un jodido carcelero golpea las barras de mi celda con un tubo de metal- arriba, vas a limpiar el piso con tu lengua -el ríe burlonamente.

-Gruño fuerte y aprieto mis puños- Deberías de hacerlo tú, por lo menos soy mejor persona que tú.

Cállate el hocico, imbécil -abre la puerta de la celda y me golpea el muslo con el tubo y caigo al suelo.

Hijo de puta -gimo y muerdo los labios del dolor.

Ya levántate -me agarra fuertemente del cabello y me levanta- ahora, vamos, a lavar los baños, cabrón.

Me levanto rápidamente y camino hacia los baños, me trago el coraje, han pasado 7 meses y estoy cansado, no han parado de tratarme de imbécil, de golpearme, pero pronto, pronto estaré con mi hermosa mujer, mi Leah.

Limpio el piso, lavo algunos escusados y salgo al patio. Mi compañero de celda, mi único "amigo" aquí en este estúpido lugar, él se llama Ed, es un tipo alto, musculoso y calvo, es un tipo que mató a su mujer, por haberlo engañado, dice que se volvió loco, la rabia lo cegó, me asustó un poco cuando lo dijo, pero, quizás tuvo sus razones.

Compañero -me golpea la espalda y me da un amistoso abrazo.

Hey -contesto el abrazo algo desanimado.

¿Otra vez ese hijo de puta? -me mira y se sienta en la banca con un balón de basquetbol en la mano.

Si, ya sabes, como todo el jodido tiempo -suspiro y pasó mi mano por mi largo cabello.

Tranquilo, ya cada vez falta menos -me mira y palmea su mano en mi espalda.

Lo sé -lo miro.

No te preocupes, es poco tiempo el que estarás aquí -rebota el balón en el suelo y lo pasa de una mano a la otra- me preocupo yo que estaré por 20 años aquí -ríe burlonamente.

Ed, ¿la amabas? -lo miro y algo en su mirada se suavizó.

Me mira- como no tienes una idea, cero que por eso lo hice.

Supongo -suspiro- iré por algo de beber, ¿te apetece algo? -lo miro.

No, Harry, gracias, ve con cuidado -me despide y se va con uno de sus amigos a jugar un partido de baloncesto.