Chapter Forty

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Suena la alarma 6:15 am. Mierda -susurro entre dientes- me levanto de la cama de manera automática, otro estúpido y monótono día más. Entro al baño, me desvisto y abro el grifo dejando correr el agua para que se temple un poco, me miro al espejo y observo las pequeñas arrugas que se han formado alrededor de mis ojos y mis labios, mis ojos verdes, profundos y sombríos, soy un Harry un poco más viejo y con su cabello tan corto, algo que no solía hacer desde hace años.
Entro a la ducha y mi piel se eriza al sentir las pequeñas y cálidas gotas de agua cayendo en lo largo de mi espalda, suspiro y me ducho rápidamente, como siempre, tengo prisa. Salgo y me visto elegante, pero relajado, hoy es Viernes, no es necesario un traje, ya fue suficiente con toda la semana, al final de todo, es mi empresa.

[..]
Después de ver por última vez a Leah hace 2 años, me dispuse a rehacer mi vida, era lo más justo y sano para mi, había estado esperándola por años, y cuando salí de prisión me di cuenta de lo estúpido que había sido, ella simplemente había seguido con su vida, quizás fui un poco egoísta al pensar que ella tenía que esperarme como yo lo había hecho, y aunque me dolió, espero que realmente sea feliz.
Mi vida había dado un vuelco de 180°, perdí mi antigua empresa y tuve que empezar desde cero, invertí el poco dinero que tenía en una agencia de publicidad, nos encargábamos de campañas de ropa y una que otra marca de cosméticos, para mi suerte esta había generado una gran controversia, claro está, que es bastante inusual que el CEO de la empresa sea un hombre con cargos de pedofilia, para bien o para mal, esto ha atraído muchas miradas de los medios, lo cual nos ha otorgado varios contratos con empresas que desean estar al ojo del huracán, con el objetivo de compradores que se alimenten de toda esa mierda, el chisme y la controversia, en fin, es nefasto, pero así es esto.

Me acerco a la mesita de noche que se encuentra a un lado de mi cama para tomar mi móvil y mi reloj.

Buenos días, amor -escucho una adormilada voz.

Buenos días, Amber. ¿como dormiste? -beso su rubia cabeza y sonrío ligeramente.

Bien, tú cama es muy cómoda -murmura coqueta.

Lo sé, esos 3 mil dólares valieron la pena -bromeó y río.

Eres un tonto, sabes a lo que me refiero grandulón -me acerca a ella y besa la comisura de mis labios.- ¿me abandonas tan temprano?

Sabes que tengo que ir a la agencia, tengo que cerrar un contrato muy importante -me incorporo y pongo mi reloj en mi muñeca izquierda.

Lo sé -suspira- todo es trabajo para ti.

Algo así -contesto desinteresado, odio cuando se comporta así.

Okay, mr. gruñón, ve a salvar el mundo -se sienta al borde de la cama king size y se envuelve en las sábanas de satén turquesa. [Yes, me la follé]

Dúchate y ya sabes que la nevera está llena, puedes desayunar lo que te apetezca u ordenar algo, lo que decidas esta bien, te veo en la noche -me acerco a ella, beso su mejilla y salgo rápidamente del departamento, tengo prisa.

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Antes de salir de mi habitación observo el pequeño y hermoso bulto recostado en su cuna, con su cabello castaño y rizado, sonrió automáticamente y solo pasa por mi mente lo feliz que me hace ser su mamá.

Camino a paso apresurado a la cocina, estoy muriendo de hambre, y necesito tener el desayuno listo para ambos cuando Jason despierte, entro a la cocina y me cruzo con la persona que el día de hoy, ni ningún otro día deseo ver.
Me acerco a la estufa y enciendo la hornilla, lavo algunos vegetales y lleno una cazuela con agua para hervir, pongo a funcionar la cafetera y saco algunos huevos de la nevera para mi.

Dirty Mouth |H.S| daddy kink.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora