Dirty Mouth |H.S| daddy kink.

Chapter Twenty-four.

Estoy completamente jodido, ¿como puede ser posible que esto me esté pasando a mí?, primero lo de nuestro bebé, la indiferencia de Leah y ahora esto, encerrado por haberme enamorado de mi hijastro, me quiero morir, me siento frustrado y enojado. Simplemente es muy difícil el saber que ella estará con alguien más, porque lo hará, mi abogado dice que no hay manera de escapar, Leah es menor de edad, aunque ella diga que ella quería estar conmigo, no tengo escapatoria, me quedaré aquí, por 18 jodidos meses.

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Y estábamos aquí, tan cerca y tan lejos, esperando a que me dictarán sentencia, estaba completamente seguro de que me declararan culpable, y tan solo por haberme enamorado de mi hijastra.

Todo había pasado tan rápido, solo me concentraba en mirarla de vez en cuando, sus ojos hinchados de tanto llorar, su cabello ligeramente enmarañado y esas grandes ojeras que cubrían sus hermosos ojos, dándole un aspecto triste, pero estaba hermosa, como siempre.

Debido a las pruebas encontradas, y la evidente relación sentimental entre el mayor de edad Harry Edward Styles y la menor edad Leah Paigh Michael, se declara culpable a Harry Edward Styles de los delitos de abuso de confianza y pedofilia hacia la menor Leah Paigh Michael, se le dicta sentencia de 22 meses de prisión sin derecho a fianza -el juez golpea con su martillo en la mesa y cierra el caso.

El aire se me va y el corazón se me detiene, era más de lo que esperaba, esperaba 12 o 18 meses, no 22, joder me voy a volver loco, sin poder verla, besarla o tocarla -escucho a Leah llorar y a su papá lo veo sonreír, me esposan las manos y me llevan a un frío y feo cuarto. Y es ahí, donde empezó mi infierno. Nuestro infierno.

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Leah's.

Se veía mal, inclusive peor que yo, y eso es mucho decir, pero estaba tan guapo y varonil, con un poco de barba y bigote, solo un poco.

No podía dejar de llorar, me estaban haciendo más daño que beneficio, me estaban quitando al amor de mi vida, me estaban alejando de el, yo no iba a poder visitarlo. Mi papá quiere obligarme a irme con el, pero no lo va a lograr, me estoy cansando de tener que seguir sus órdenes. Han pasado dos semanas desde que arrestaron a Harry, y desde entonces no lo había vuelto a ver.

Se declara culpable a Harry Edward Styles de los delitos de abuso de confianza y pedofilia hacia la menor Leah Paigh Michael, se le dicta sentencia de 22 meses de prisión sin derecho a fianza -el anciano de unos 67 años golpea con el martillo en la mesa.

Mis lágrimas caen, 22 meses hasta poder ver al amor de mi vida, 22 meses que comienzan a correr desde ahora.

Vámonos mi amor -mi papá me toma del hombre y me levanto de la silla.

No me toques, jamás me vuelvas a hablar -quito bruscamente su mano de mi hombro y camino a paso veloz. Salgo del lugar y me pierdo entre la gente.

Ni siquiera sé a dónde ir, solo camino por las frías calles de la ciudad, quiero beber hasta perder la cabeza, solo quiero eso, olvidar lo que siento por el, olvidar lo que sucedió. Mi papá no ha dejado de joder, el celular está timbrando cada dos minutos, ni que estuviera estúpida, no pienso contestar.

Entro a una pequeña cafetería, ordeno un capuchino caliente, no tomo ni un solo sorbo, solo recargo mi cabeza en mis brazos y cierro los ojos. Y ahí vamos de nuevo, las lágrimas brotan solas.

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Listo, sal de ahí holgazán -un jodido oficial me toma del brazo y me saca bruscamente de la habitación.

No me toques hijo de puta, puedo solo -lo miro con rabia.

Ni comiences a lloriquear, que aquí las tienes todas de perder -me habla fuerte.

Me importan muy poco tus amenazas estúpidas -camino y gruño.

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Leah's.

Los meses pasaban lentamente, solo eran un par, pero parecían años. No estoy comiendo bien, deje de ir al colegio, deje a mis amistades, pase de ser la chica coqueta que todos querían a una chica fría, que estaba hundida en el alcohol y algunas drogas más.

Había mantenido relaciones sexuales con algunos compañeros de vicio, pero al final me sentía igual de vacía que al principio, por no tenerlo a él.

Siempre íbamos a un rincón de una oscura calle y ahí consumíamos lo que nos placía.

Siento mi cabeza a punto de reventar -ríe torpemente Alex y limpia los restos del polvo blanco de su nariz. Alex, uno de los chicos, sin duda el más guapo, y el mejor para follar.

Quién sabe la cantidad que te haz metido Alex -suspiro y exhalo por la boca el humo del cigarro de mariguana.

Ya cállate, que tú estás igual - dice molesta Jade, la única chica del grupo de mis "amistades" después de mi.

Gruño y tiro mi cigarro, decidida a salir de ahí y largarme al estúpido departamento en donde me estoy quedando. Camine hacia el departamento, que por cierto, era horrible, tal y como me veía yo. Ojeras grandes, labios resecos y partidos, algunos golpes en mi rostro, y parte del cuerpo, el pelo horrible, atado en una coleta desordenada.

Al llegar al departamento cierro la puerta, y me siento en el sofá, sintiéndome estúpidamente culpable, al hacer esas tonterías, yo sabía que eso no me iba a llevar a nada, que esto me iba a terminar matando, pero lo seguía a haciendo, porque estaba perdiendo la cabeza, gracias a él..

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Mis amores, después de todo, estoy de vuelta, tarde, pero de vuelta. Discúlpenme por favor, sé que me van a odiar por siempre, pero la escuela, mi fiesta, los proyectos, trabajos finales, el examen de ingreso a la preparatoria, todo me tiene loca, TODO. En fin, aquí está el capítulo, me costó escribirlo, porque no sabía cómo representar a la nueva Leah, como está sufriendo. No quería solo el típico "me voy a auto lesionar"  no, quería algo diferente y un poco más fuerte.

Espero que les haya gustado, y haber cumplido mi objetivo. Gracias por todo el amor y sobre todo por toooooooda la paciencia, gracias una vez más, nos leemos pronto, las ama.

Nat .x