Camus, Cuenta Cuentos

Cap. 3 El príncipe y la princesa

3 Capitulo
El príncipe y la princesa

Colett no tuvo más remedio que tomarse otro descanso. Y he aquí que en medio de la nieve, en el sitio donde se había sentado, saltó una gran corneja que llevaba buen rato allí contemplando a la niña y bamboleando la cabeza. Finalmente, le dijo:

-¡Crac, crac, buenos días, buenos días!

En unisonó Camus y Colett gritaron asustando el poco sueño que había tomado su hermana Aurora al Gritar Tío Eiacos. Provocando un estruendosas y sonoras risas, del los presentes Kanet se levanto y tomo un vaso de la bebida y dio a beber a Camus dando un espacio en que respiraran acto seguido Hyoga estaba por salir pero se dio cuenta que en el pasillo tenía una serie de inquilinos sentados escuchando de la historia Hyoga llamo a Kanet que se asomo y dijo.

-Creo que tienes más fans, cuenta cuentos, tienes afuera a todo un grupo.

( Inframundo en esos momentos el pelinegro que estaba muy atareado en su trabajo estornudo repetidamente. Grito -Violeta tráeme una pastilla para la gripa, por favor)

Ella dijo al momento de ver Mu con Kiki resguardando del frio a Katsumi. Cirene y Aldebarán estaban muy juntos protegiendo a su pequeño becerro, Teneo. Con los gemelos y sus parejas titiritaban de frio, Mascara de muerte comía copiosamente galletas y a su lado una diana comía pastelitos de fresa, con Aioria y Marín los dos reían al ver a Kanet, Shaka y Calisto parecía que meditan, Doko y Apasa con bufanda gorro guantes se servían café de un termo. Milo y Ray al igual que Doko y Apasa tenían cobijas encima. Y su hijo Sebastián saludaba pícaramente a la madre de su amiga aurora. Aioros y Seika estaban sentados en unas sillas para pic nig cubiertos con cobijas. Y Shura con Geist al igual que Aioros invitaban un poco de te caliente y su hijo de igual manera saludaba Skdy muy alegre pero con cierta reserva no podía dejar de ser hijo de Shura el cid pero Sebastián ja era tal palo tal astilla. Afrodita y Mirina ni sus luces.

Kanet miro el espacio de la recamara de su hija dijo. -pasen aquí adentro de por si hace calor estarán mejor en segundos todos estaban adentro acomodándose como podían. Los dos Camus no les agrado ver como con mucha confiancita llegaba Sebastián y se adentraba en la cama de Aurora tapándose, en cambio el Cid se acerco.

-disculpe padre de Aurora ¿ me permite entrar a la cama de Aurora tengo mucho frio?

-Camus escucharlo de la manera más inocente de un niño y el mismo lo cargo y deposito junto su hija. Mientras escuchaba.

-Aurora te quiero mucho pero no soportaría vivir así con tanto frio. Dicho eso los dos Camus tanto como padre como hijo se relajaron y Colett reía, por los celos de su padre y a hermano.

Poco después Tía violeta junto con Afrodita, Mirina, Shion y Saori ingresaron con bocadillos no pesados y bebidas calientes. Saori cuando vio que todos estaban listos.

- Camus continúa tu relato por favor. Camus asintió con el rostro y todos guardaron silencio.

No sabía decirlo mejor, pero sus intenciones eran buenas, y le preguntó adónde iba tan sola por aquellos mundos de Dios. Colett comprendió muy bien la palabra sola, y el sentido que encerraba. Contó, pues, al ave toda su historia y luego le preguntó si había visto a Camus.

El ave hizo un gesto significativo con la cabeza y respondió.

- ¡A lo mejor!

- ¿Cómo? ¿Crees que lo has visto? Exclamó la niña, besando al ave tan fuertemente que por poco la ahoga.