Los seis cuervos

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Los seis cuervos

los hermanos Grimm

La noche es tormentosa cae destellantes y estruendosos rallos los tres niños de acuario están escondidos debajo de la cama mientras ven por la ventana como azota la lluvia, la electricidad se ha ido desde hace una par de horas Camus camina tranquilamente entre el pasillo con un candelabro y cuatro velas en dirección de los gritos de los tres niños Skdy se encuentra de mal humor ya que se ha ido la electricidad y no puede hacer su trabajo desde su casa, ella se distrae al escuchar los gritos de los tres y mira que Camus se dirige a ver ella cierra su lap. Mira como su pareja va en respuesta por sus hijos que están al borde del pánico.

Mira su reloj enseguida guía la mirada, la puerta que guía a los pasadizos secretos de las doce y ve a Shura, Milo y Aioria con sus respectivas parejas entrar cubriendo a sus hijos con cobertores.

-Hola Skdy buenas noches, ¿Camus ya inicio?

-No Marín fue a ver apenas a los niños que están inquietos con la tormenta.

-Si igual ellos pero creimos que esta vez Camus es el indicado en estos momentos para que se le pase el susto. Comentos Milo.

-Si Milo pasen solo dejen me ir por una lámpara y guiar su camino.

-No te preocupes tía Kanet nosotros traemos la nuestra dijo Cid mostrando una lámpara con forma de un pequeña cabra que alumbraba de la boca. Y Ray alumbraba con una más grande.

- Pasen Kanet los guio. Lo primero que visualizo fue a sus tres hijos que abrazaban a su padre con temor.

-Miren quien vino a escuchar un cuento con ustedes Camus y los tres niños miraron a la puerta con sus invitados.

-Pasen que, Colett ya escogió, y antes de iniciar Sebastián y Cid quiero que escojan para mañana y otro día un cuento es injusto que solo ellos escojan y ustedes.

-Si tío Camus contestaron en coro los dos.

-Bueno Camus que cuento contaras hoy Shura dijo sentándose junto Geist en una de las sillas que ya habían decidido dejar en la habitación de Aurora por las visitas diarias, mientras que Cid se iba esconder de los rallos junto con los otros tres debajo de la cama pero Sebastián no se movió de los brazos de Milo, con ojos llorosos dijo el niño.

- ¿Tío es verdad es
a papá le daban miedo los truenos?

-Oh si que le daban miedo cuando caía tormentas como estas el terminaban viniendo hasta aquí, pero un día ya no mas volvió dejo aquí solo abandonado por andar con chicas lindas.

-Ja no es verdad deje de venir porque tu andabas detrás de Skdy.

-Kanet miro curioso a Milo.

- ¿No me digas que aun te dan miedo?

-No ya no me dan miedo, desde hace mucho pero el que yo viniera aquí en las tormentas era menos tedioso.

-Aja si claro. Dijo Camus riendo entre dientes.

-Como sea Camus cuéntanos un cuento. Pidió Ray antes que se enteraran que hasta ya grande dejo de temer los rayos.

Había una vez, hace ya mucho tiempo, un matrimonio que tenía siete hijos y ninguna hija. Esto era siempre motivo de pena para aquellas buenas gentes, porque les hubiera encantado tener una niña. Y con tanto fervor anhelaban su llegada, que por fin un día tuvieron la inmensa alegría de acunar una hijita entre sus brazos. La felicidad del buen matrimonio fue entonces completa, porque además dos siete hermanitos adoraban a la pequeña.

Camus, Cuenta CuentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora