Capitulo 23

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~5 DE JUNIO~

-¡Ah!

-¡Lo siento! ¿Estás bien? -Steve se acercó hasta mi y aproveché su despiste para derribarlo en cero coma. -¡Hey!

-¡JA! ¡Por idiota! -Dije festejando sobre él ya que si me levantaba, se me escapaba.

-Va, va. Pero no te muevas así que mi amigo se imagina otra cosa. -Puse cara de asco para levantarme rápidamente. -Tampoco me pongas esa cara de asco, mujer. Bien que te gustaba cuando...

-¡Calla! -Grité pasándome la pequeña toalla por la cara. -No hace falta que lo digas.
Levantó las manos en son de paz para ir hacia su esquina y coger su toalla. -¿Lo dejamos aquí?

-Si. -Dije antes de beber de mi botella de agua. -Ya se me había olvidado el cansancio que proporciona esto.

-Prefiero no decir nada. -Murmuró Stev haciéndome rodar los ojos.

Hoy habíamos quedado en el gimnasio para entrenar en una lucha cuerpo a cuerpo. Eso era algo que hacíamos mucho cuando estábamos juntos ya que nos conocimos así.

-Voy a bañarme. Nos vemos en la entrada.

-Claro. -Cada uno tomó su camino hacia los vestuarios en donde pude darme cuenta del gran corte que tenia en mi labio inferior.

-Dios, voy a matarlo. -Junté mis manos para llenarlas de agua y curarme el labio antes de irme a bañar.

•••

-Ya te dije que no tenías que ir a eso.

-Otra vez no, Jordan. -Dije una vez que había soltado el bolso del gimnasio para tirarme al sillón.

-¿Cómo qué ahora no? ¡¿Pero te has visto la cara?!

-Lo sé, pero es solo un simple corte. Tampoco me voy a morir por eso...

-Si, claro. Tu sigue haciendo lo que te dé la gana.

-¿En serio? -Lo miré levantando una ceja. -¿Tengo que recordarte que soy mayor de edad y de que sí puedo hacer lo que me dé la gana?

-Tienes un hijo al que cuidar.

-Claro, pero no por eso dejaré de hacer las cosas que me gustan. Ya me entenderás cuando tengas hijos. -Asintió encogiéndose de hombros.

-Bueno, pues yo ya me voy. No quiero seguir discutiendo.

-Bien. Adiós. -Dije simplemente para apoyar la cabeza sobre el espaldar y cerrar los ojos.

Oí la puerta de entrada cerrarse y abrí los ojos para suspirar.

Susan me había llamado para ver si podía pasar por mi hijo para que jugara un rato con Christian y por supuesto que no pude negarme. Por lo que significa que ahora estaba sola en la casa.

Volví a suspirar para volver a cerrar los ojos. Echaba de menos a Damian. Extrañaba su voz, su risa, su cara, sus manos, su cuerpo...

-Bff... Que calor acaba de entrarme. -Dije abanicandome con las manos. ¿Debería llamarlo?

Deberías darte una buena ducha de agua fría.》

-Lo llamaré. -Afirmé para mi misma y me levanté para sacar el móvil del bolso. Marqué su número y esperé a que me contestara.

-¿Si?

-¿Damian? -Pregunté al oír una voz de mujer al otro lado. -¿Quién habla?

-Damian está en el baño. Puedo darle el recado cuando acabe. -¿Qué?

-N-no... -Colgué antes de que dijera algo más.

¿Qué diablos hace Damian con una chica?

Alomejor es solo una empleada.》

-¡Agg! ¡Cómo odio esta situación! -Grité para morderme el labio fuertemente. -¡Mierda!

Enseguida me puse de pie para ir hacia el espejo que Damian había comprado para reemplazar el que él mismo había roto, y mirarme.

-Joder... -Intenté succionar la sangre que salía de la herida pero era en vano ya que aun así, me seguía sangrando.

Caminé hasta el baño para sacar el botiquín de emergencias y coger una pequeña tirita para ponermela en el labio. De esta manera debería de parar.

Mi móvil comenzó a sonar y cogí aire para soltarlo varias veces antes de responder.

-¿Si...?

-¿Qué pasa, Kysha? Anne me dijo que habías llamado.

-Con que se llamaba Anne ¿Eh?

-¿Qué? No me digas que estás celosa, Kysha. -Rió haciéndome enfadar.

-¿Se puede saber que te hace tanta gracia?

-Tus celos, princesa. Anne es la chica que cuida a Derek.

-¡No quiero que... -Callé al darme cuenta de sus palabras. -¿Es la niñera de Derek?

-Si, y ya que llamaste, aprovecho para decirte que mañana volveré a casa.

-¿Estás seguro de eso?

-Claro que si. Los echo de menos.

-Nosotros a ti también. -Suspiré recordando que lo había llamado por esa razón.
《No digas mentiras. Lo habías llamado por un calentón.》

-Bueno, te tengo que dejar. Te quiero y hasta mañana.
-Yo también. Y hasta mañana.

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Doble TraiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora