Capítulo 26

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~18 DE JUNIO~

-Muchas felicidades, señor.
-Gracias, Dayana. -Dayana la fastidiosa, le sonrió para luego mirarme mal a mi.

-Y tú, Kelly. ¿No le das las felicidades al señor Damian? -Ya se las en mi casa, guapa.

-Es KYSHA. Y ya se las habia dado. -Sonreí falsamente para seguir con mi trabajo.

El teléfono sonó y ella se sentó correctamente para cogerlo mientras Damian me guiñaba un ojo antes de irse a su despacho.

-Buenos días. Empresa Williams, dígame... Si, soy yo... ¡Oh! ¡Señora Williams! Que gusto escucharla... -¿Señora Williams? ¿Hablaba de Joselyn o de Mariam? -Claro, enseguida se lo paso.

Dayana se despegó el teléfono de la oreja para apretar un botón y volver a llevárselo a la oreja. -¿Señor Williams? Su mujer lo espera por la otra línea... Claro, enseguida se lo lleva. -Colgó para mirarme. -Damian quiere que le lleves una taza de café, ahora.

-Enseguida. -Genial, ahora tenia que escucharlo hablar con esa mujer...

Toqué la puerta antes de abrirla para entrar.

-...Claro... Si... Si, muchas gracias, Derek. -Levanté la cabeza después de haber dejado la taza sobre la mesa. -Tengo que dejarte, hijo...

-Mandale recuerdos de mi parte. -Susurré antes de que colgara.

-Saludos de parte de Kysha... Si, yo le digo. Adiós. -Colgó para coger la taza y llevársela a la boca. -Era Derek.

-Al principio creí que era Mariam...

-Y lo era. Sólo que luego me pasó con Derek.

-Ah... -Me limité a decir para sentarme en el sillón frente a él. -¿Cuándo vendrá?

-La semana que viene tengo que ir a buscarlo.

-Vale. Por cierto, Damian... ¿Qué te parece ir a cenar esta noche?

-Claro.

-¿Y si luego vamos a tomar algo? -Dejó el bolígrafo sobre la mesa para mirarme con una ceja alzada.

-A tomar algo. -Asentí. -No estoy como para ir a beber.
-Pero si haces treinta y tres, no ochenta y cuatro.

-Pero ya no tengo tu juventud.

-¡Por favor, Damian! -Me levanté de mi sillón para rodear la mesa y sentarme en sus piernas. -Cuando hablas así me haces sentir una niña.

-Lo eres. -Negué rápidamente.

-No soy una niña, y creo habertelo demostrado muchas veces... -Ronroneé dejando un beso húmedo en su cuello.

-No hagas eso, princesa...

-¿Por qué?

-Porque estamos en el trabajo.

-Nadie nos está viendo. -Hice ahora un camino de besos por su cuello. -¿Vamos a ir a tomar algo?

-No. -Me separé para mirarlo ofendida mientras que él reía.

-Venga ya, Damian. Es tú cumpleaños.

-¿Y que pasa con Jude?

-Lo dejamos con mi tía.

Doble TraiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora