~1 DE SEPTIEMBRE~
Abrí los ojos para encender la luz de la mesita de noche y restregarme los ojos.-¿En serio? -Murmuré apartando las sábanas para notarlas mojadas. ¿Cómo me había orinado encima?
Me incorporé en la cama para intentar ponerme de pie pero un fuerte dolor me invadió por completo. -¿Pero qué... ¡Ah!
Apoyé la mano en mi abultado vientre para coger mucho aire y evitar las ganas de gritar. Cogí rápidamente el móvil para marcarle a Damian pero no contestaba.
-Venga, Damian. Por fav... ¡Ah! -Volví a colgar para marcarle a Jordan. Este me contestó al tercer tono con voz adormilada. -¡Jordan! ¡Necesito que vengas!
-¿Qué vaya para qué?
-Creo que... -Grité. -¡Jude va a nacer!
-¡¿Qué?! -Hice una mueca de desagrado al oírlo gritarme en la oreja. -Voy para allá. No te muevas.
-¡No me pienso mover... Idiota!
-Vale, estoy ahí en cinco minutos. Cuatro. -Corrigió antes de cortar la llamada.
Solté el móvil sobre la cama para intentar vestirme sin quitarme la mano del vientre. -Tranquilo, Jude. Ya viene el tío Jordan...
Entonces, la puerta de entrada se abrió de golpe y Jordan llegó a mi habitación agitado.
-¿Estás bien? ¿Te duele algo?
-¡Me duele todo! ¡Llévame al hospital ya!
-Vale, vale. -Me cogió en brazos para dejarme en los asientos traseros de su coche y poner rumbo al hospital.
-Dios, que no pase nada malo. Que no le pase nada malo a mi bebé. -Murmuré por lo bajo para que Jordan no me escuchara.
Al llegar al hospital, me tumbaron en una camilla para llevarme a una habitación a la que no dejaban entrar a Jordan.
-Espere un momento, enfermera. Necesito... decirle algo. -Dije como pude por el dolor. La chica asintió y nos dejó solos. -Tienes que prometerme algo, Jordan.
-No.
-Si tienes que elegir, eligeló a él.
-Kysha...
-Prometelo. -Suspiró resignado para asentir.
-Lo prometo. -Sonreí para apretarle la mano.
-También dile a Damian que cuide muy bien de Jude y que encuentre a alguien que le ejerza de madre.
-Estás exagerando, Kysha.
-Tú díselo, Jordan. Nunca se sabe lo que pueda pasar. -Asintió. La misma enfermera de antes volvió a entrar para decirle a Jordan que saliera. -Te quiero.
-Te quiero, Kysha. Y te veo a fuera. -Sonreí con lágrimas en los ojos para verlo salir del cuarto.
Que sea lo que Dios quiera.
●DAMIAN●
Bajé del avión para dirigirme directamente al coche que me llevaría a la casa de Kysha.
Sí, había decidido venir a darle una sorpresa a mi chica. Quería demostrarle lo importante que ella era para mi.
-¿No prefiere pasar antes por casa, señor?
-No, Ben. Vé directamente a casa de Kysha.
-Está bien. -No hablamos más en todo el camino hasta llegar a mi destino.
-¿Lo espero o me retiro?
-Puedes retirarte, Ben. Gracias por acompañarme a estas horas de la madrugada.
-No tiene porqué darlas, señor. Para eso le sirvo. -Asentí agradecido para entrar al edificio de Kysha.
Abrí la puerta despacio para no despertarla y me quedé mirando hacia ese espejo que yo mismo había roto. Tendría que comprarle un espejo nuevo...
Entré a su habitación llevándome la sorpresa de que la cama estaba vacía. ¿A dónde había ido a las seis de la mañana?
La busqué en el baño pero tampoco estaba. -¿Kysha? -Silencio. -Princesa, estoy aquí. -Más silencio.
Saqué mi móvil para llamarla cuando me di cuenta de que tenia varias llamadas suyas y una de su primo. Mierda.
Salí de la casa corriendo para llamar a Ben y decirle que retrocediera. Mientras que lo esperaba, marqué el número de Kysha pero esta no me atendía.
-Por fin respondes.
-¿Dónde está Kysha? -Pregunté mientras veía como Ben frenaba frente a mi para dejarme subir.
-En el hospital... A tú hijo le dió la gana de nacer hoy.
-Voy para allá. -Colgué para darle a Ben la dirección del hospital al que acudía Kysha y al que seguramente estaría.
•••
-¿Dónde está? ¿Se encuentra bien?
-Aún no se nada. Sólo lleva como media hora ahí dentro. -Miré hacia las grandes puertas para luego resoplar y sentarme al lado de Jordan.
-¿Por qué hoy? Aún le quedaba para que naciera...
-Lo mismo me pregunto yo. -Palmeó mi espalda y yo lo fulminé. Ya ustedes mismos habían visto que no teníamos una relación de mejores amigos. -Oye... Tengo que decirte algo...
-¿El qué?
-Kysha me pidió que te dijera que en el caso de que... bueno, ya sabes...
-No estarás insinuando en que ella morirá ¿verdad?
-Dijo que cuidaras de Jude y que le buscaras una buena madre. -Eso me enfureció.
-¡No digas bobadas! Kysha va a salir perfectamente de aquí. ¿Quedó claro?
-Eh, que eso lo había dicho ella, no yo.
-Me da igual quien lo haya dicho. -Dije apretando los dientes para ponerme de pie y comenzar a desesperarme.
¿Cómo había sido capaz siquiera de decir esa brutalidad? Ella iba a vivir. Claro que lo haría, por nuestro hijo.
《Vaya, por fin reconoces que vas a tener otro hijo》
No estoy para juegos ahora, imbécil. Le dije a mi subconsciencia a pesar de que estuviera hablandome a mi mismo.
Los minutos cada vez pasaban más rápido y aun no nos habían dado noticias de Kysha o del bebé.
-¿Familiares de la señorita Houston? -Me levanté en cuanto oí ese apellido. -El bebé se encuentra bien a pesar de haber nacido prematuro...
-¿Y Kysha? -La doctora frunció el ceño al mirarme.
-Es su novio.
-Oh, en ese caso déjeme presentarme. Soy la doctora Kells.
-Y yo Damian Williams, pero dígame como está ella.
-La señorita Houston se encuentra estable, pero ahora está dormida. Podrán pasar a verla dentro de unas horas.
-¡Eso es mucho tiempo! -Dije para darme cuenta de que había sonado mucho más alto de lo que pretendía. -Lo siento.
-Bueno, no puedo hacer otra cosa, señor Williams. -La doctora dió media vuelta para dejarnos solos de nuevo.
-Deberías calmarte.
-Pues no puedo. -Dije peinandome el pelo hacia atrás. -Iré por café.
Al menos sabia que Kysha estaba bien, y viva.
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Doble Traición
ChickLit-¡Pues no lo tengas! -¡No digas bobadas! -Entonces no te quejes, Kysha. Y asume las consecuencias. -Es lo que intento... -Dije para sentir las lágrimas caer. -Intento asumir mis consecuencias ¿vale? Pero todo me supera. -Normal... -Lo fulminé c...