Babygirls House © | Justin Bieber | TERMINADA

Capítulo 6: Bienvenida.

Justin estaba sentado en su oficina, solo.

Las luces estaban apagadas, las cortinas corridas haciendo que toda la habitación estuviera más oscura. Sólo estaba una vela prendida y un gran silencio como compañía.

Pensar en muchas cosas, era un pequeño y corto tiempo que se tomaba él cada día.

Tomó su barbilla entre su mano derecha y detuvo su mirada fijamente sin mover ningún músculo viendo hacia la pequeña llama de la vela.

A veces las explicaciones no son fáciles de decir.

Mucho menos cuando eres una persona que tiene tormentos dentro de tu mente.

No es fácil superar la muerte de tus familiares. No es fácil que sólo tú heredes las riquezas de tus difuntos mientras hay personas que están detrás de ti por esas riquezas. No es fácil tener 40 chicas en una gran y enorme mansión con lujos. No es fácil darle amor a todos cuando sólo quieres darle ese amor a una persona, que por un error, ya no está. No es fácil mantener muchos secretos.

No es fácil ser Justin Bieber.

Pero.... ¿Cómo puede un joven cerca de los treinta años soportar tantas cosas?.
¿La razón? nadie lo sabe, ni siquiera él mismo lo sabe.

Lo que si se sabe, es que ahora había dejado uno que otro tormento atrás, y sólo se enfocaba en uno que le tenía obsesionado.

Tenía que encontrar de todas sus pequeñas, la única que tuviera el mismo parecido y que supiera ser una niña pequeña a la perfección, una que fuera como lo era Annabelle.

O como él le decía; Anna.

Miró una vez más la vela y sopló mientras la llama se apagaba y la habitación se volvía con la oscuridad.

~•~

La campanilla para cenar sonó por toda la casa.

Las chicas sonrieron.

Todas empezaron a prepararse y verse como las niñas pequeñas que eran. No sólo eso, si no también para que su Papi les notara.

Malorie y Jenn se vieron, ambas sabían que aparte de la cena, Jenn tenia que ir con Justin para ver su cambio total, aunque también le vería en la cena. Eso le ponía nerviosa.

Todas las chicas empezaron a bajar de los grandes escalones mientras platicaban de cosas y sonreían. Se dirigían en orden hacia el gran comedor y tomar asientos.

Jenn y Malorie se sentaron unas seis sillas de la silla principal, en donde iba Justin.
Todas las chicas miraban a Jenn; unas sonrientes, otras serias o incluso otras con rostros nada agradables.

~•~

Justin acomodó su corbata mientras se miraba en el gran espejo de su habitación. Dio sus últimos retoques y trató de sonreír para sí mismo.

Por otra parte, Jenn se sentó junto con Malorie, quién estaba a su lado derecho y del lado izquierdo había una chica de cabello corto hasta los hombros muy liso; su piel era blanca, tenía ojos color cafés oscuros. Vestía con un vestido arriba de las rodillas de color rosado pastel y unas botitas a juego.

-Hola -Jenn le sonrió.

-Hola -respondió la chica.

-Soy Jenn.

-Melanie -la chica aferró más a su osito de peluche-. Tu eres la nueva ¿no? -preguntó.

-S-sí... -susurró tímida.

-Bienvenida a la casa -le dio rápidamente una sonrisa-. Las chicas de tan sólo oír que había una nueva empezaron a decir cosas y rumores tontos.

-¿Rumores? ¿cuáles?

-Que serás la preferida de Papi y que te pareces un poco a Anna. -Melanie tragó un poco a lo último al decir el nombre.

-¿Anna?... -Jenn frunció el ceño.

-Larga historia. -Melanie no dijo nada más y Jenn asintió un poco aturdida.

Ella volteó hacia Malorie para preguntarle sobre Anna.

-¿Quién es Anna? -soltó.

Malorie bebió un poco de su vaso de agua y casi se ahoga al oír tal nombre.

-¿Quién te contó sobre e... -pero antes de terminar, fueron interrumpidas por unos pasos. La gran puerta del comedor se abrió y dio paso a un Justin sonriente para sus chicas.

Todas se levantaron por educación, incluyendo Jenn.

-Pequeñas. -sonrió. Las chicas sonreían si él lo hacia. Les encantaba verle sonreír para ellas. Justin para ellas eran un gran ejemplo y le apreciaban tanto.-. Antes de empezar la cena, me gustaría que le dieran la bienvenida a nuestra querida Jenn. -la mirada de Justin y ella sonrojada se conectaron.

-Hola -sonrió la rubia viendo a todas las chicas-. Soy Jenn. -tragó ante sus nervios.

"Bienvenida, Jenn" dijeron en coro las chicas.

-Bien... -Justin se sentó a la par de sus chicas-. Que empiece la cena. -tomó una campanilla y la hizo sonar.

Las puertas se abrieron y empezaron a salir los meseros, con los platillos para cada una.

Esta cena, consistía en una Zillion Dollar Frittata, una tortilla de seis huevos, 280 gramos de caviar Sevruga y una langosta pequeña.
Actualmente era un platillo muy costoso, con un valor de unos 1.000 euros y se podía degustar en el exclusivo restaurante Parker Meridien de Nueva York, pero como la distancia impedía ir hasta ahí, Justin contaba con unos 15 Chefs de diferentes partes del mundo.
Como final, era un postre de helado, servido con cubiertos de plata y una copa de ésta.

La cena no fue algo cómoda para Jenn, ya que recibía miradas cortantes de algunas chicas, pero lo más incómodo era que Justin no apartaba su mirada de ella.
Justin admiraba cada parte de ella, incluso le gustaba que ella le mirara nerviosa con esos ojos de color.

Finalmente, las chicas habían terminado y estaban listas para tomar una ducha, lavarse los dientes y colocarse sus pijamas e irse a dormir, ya que les esperaba un nuevo día al siguiente.

Cada una pasaba por la silla de Justin, quién les deseaba buenas noches a sus pequeñas mientras les daba un beso en frente. Cuando era el turno de Jenn, le susurró;

-Te veo en quince minutos en mi oficina -le sonrió. Ella sólo asintió y siguió su camino.

~•~

Jenn caminó de un lado al otro por el pasillo frente a la gran puerta de la oficina de Justin muy nerviosa.

-Es hora, tu puedes. -susurró. Tomó aire y lentamente se acercó.

Tocó tres veces y un "Adelante" se escuchó del otro lado. Cogió la perilla entre su mano derecha y la giró lentamente mientras entraba tímida.

Justin dejó de admirar la vista del gran ventanal y giró para verle mejor.

-Pasa, te estaba esperando. -sonrió.

Copyright ©stuckwithjustin 2016.
Todos los derechos reservados del autor.
Prohibida su copia, traducción, adaptación y más sin el consentimiento del autor.