Capítulo 23: Alguien más entre nosotros.

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Justin PDV.

Doy vueltas en mi gran cama tratando de acomodarme en una posición a gusto, pero me es imposible.

Hace días que no duermo, tengo ojeras acumuladas y mi apetito por la comida no es la mejor.

Me siento como la mierda, me sentía muy presionado con tantas cosas del trabajo últimamente, y Jenn... todavía seguía mal, muy mal. Era tanta presión para mí, era como si... todos quisieran algo de mí pero no podía con todos.
Son de esas situaciones en las que te buscan y te buscan, te abruman hasta no poder más y entonces, te derrumbas por completo.

Así me sentía, y me sentía aún peor sin la persona que amaba. Se había ido, y estaba solo.

Paso mi mano por mi rostro, tratando de adaptarme a la tenue luz. Estaba cansado, sinceramente no tenía ganas de lidiar con nada.
Pero entonces.... sólo de repente, solté un sollozo que tenía en mi garganta, no me encontraba para nada bien.
Quería correr, gritar, escapar... me habían roto el corazón, la persona que más amo me había roto el corazón sin importarle una mierda mis sentimientos.

Estaba devastado.

Yo también tenía sentimientos. Era humano, y sentía, quizás no lo demostraba tanto, pero son de esas veces que ocultas todo muy bien, ya sea con una sonrisa o un simple "Estoy Bien" "No pasa nada" pero que por dentro era derrumbarse por completo, como si murieras cada día más conforme avanzaban.

Había intentado llamar a Jenn, pero ella no quería hablar conmigo. ¿Estaría enojada? ¿Enserio ya no me quería ver nunca más? ¿Habría alguna razón por la qué me rechazaría?.

Tantas preguntas sin poder ser respondidas.

Limpio mis lágrimas con mi puño. A la mierda todo, ¿A quién engaño?. Debería sentirme positivo y seguir trabajando, tratar de pensar en mí mismo, seguir con mi jodida vida y tratar de ir por un bien camino, pero emocionalmente, las voces de mi cabeza me lo impedían, me impedían dar un paso adelante y eso me hacia mal.

Sólo necesitaba desahogarme, pero el problema era que no tenía a nadie en quién confiar nunca más.

Estaba solo.




~•~


Malorie PDV.

Acomodo mi vestido mientras me miro en el espejo.
Hoy tengo mi cita con la psicóloga, así que me apresuro a bajar las escaleras y llegar.

Toco la puerta un par de veces-. ¿Hola? Señorita Margaret, soy Malorie. -pregunto, pero nadie responde.

Bufo y trato de no abrumarme. No quiero esperarla, es odioso. Vuelvo a tocar y preguntar, pero nadie contesta.

-A la mierda. -siseo lo más bajo posible y abro la puerta. Asomo mi rostro para comprobar si hay alguien-. ¿Hola? -digo con temor.

Entro con calma. No hay nadie. Encojo mis hombros, suponiendo que al fin y al cabo no seria mala idea esperarla unos minutos.
Cierro la puerta detrás mío y tomo asiento en uno de los cómodos sillones.

Suspiro. Estoy segura que no tardará en llegar. Pasan unos minutos y me canso. ¿Y esta qué se piensa?.
Un destello diminuto y brillante capta mi atención. Curiosa, me levanto y llego al pequeño escritorio de la psicóloga y veo una llave de plata muy bonita.
La tomo y me entra la curiosidad de ver en donde encajaría tal llave. Rápidamente empiezo a buscar entre cajones y más, pero me sorprendo al encontrar una pequeña caja de madera con un candado y me sorprendo aún más cuando la llave encaja en éste.

Babygirls House © | Justin Bieber | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora