El enfrentamiento

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Estoy corriendo lo más rápido que puedo, atravesando el bosque, esquivando rocas, troncos y ramas, cuando estuve un poco más lejos, decido bajar la velocidad para poner mantenerme corriendo, el animal ha opacado toda la belleza que inundaba el lugar y la paz ha sido sustituida por el miedo, todo a mi alrededor está borroso, pero aun así siento que nunca estaré lo suficientemente lejos de aquella criatura, minutos después escucho un aullido similar, lo que causa que voltee hacia atrás y aumente la velocidad, sin fijarme que tengo una gran rama adelante, me volteo, me golpeo la cabeza y caigo al suelo, siento que mi cabeza retumba en una superficie dura, como si me hubieran golpeado con algo de piedra, veo todo con puntitos negros y lo único que veo después es oscuridad.

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Cuando despierto estoy en la sala metálica de nuevo, como el otro día, observo que todo es igual, la sala es gigante, y está vacía, no hay ninguna persona, lo único diferente es que mi arco no está, mi única arma son las dagas gemelas que llevo atadas a los muslos con las tiras mugrientas de tela. Enfrente de mí hay un pizarrón con un mensaje escrito:

"Acércate y escribe tu nombre"

Mi nombre....el único vago recuerdo de mi mente es el nombre y mi apellido. ¿Para qué lo quieren? Es lo único que tengo y me lo quieren arrebatar....El mensaje se borra y aparece uno nuevo como por arte de magia.

"¡¡¡Escríbelo!!!"

Sin darme cuenta me acerco lentamente al pizarrón, agarro la tiza con mi mano temblorosa, pues me sigue invadiendo el miedo, y escribo, letra por letra, mi único recuerdo:

Verónica Jones

Instantáneamente de que acabo escribir mi nombre se borra y aparece uno nuevo:

"Gracias" " Y recuerda aunque sea un sueño si mueres aquí mueres en la realidad"

Momentos después escucho que algo retumba, y llevo las manos a las dagas, listas para sacarlas, luego se escucha otra vez y otra vez, luego aparece algo como un túnel, del mismo sale una mujer, alta, pálida, de cabello rojo y rizado, al ver sus ojos, me pongo pálida, los mismos parecen inyectados en sangre, rojo oscuro, está vestida toda de negro y en sus finas manos lleva un larga espada, y sujetos a su cinturón igualmente negro lleva muchos cuchillos alineados, ella empieza a caminar hacia mí con pasos largos y sigilosos, si los ojos fueras cuchillas estaría muerta, el terror se mezcla con el pánico en mi rostro y la único que pienso es en correr, pero como si ella me hubiera leído los pensamientos, saca uno de sus numerosos cuchillos y lo lanza en mi dirección, como estoy distraída no reacciono lo suficientemente pronto y cuando me retiro, lla tengo un corte en el pómulo, como sé que no puedo huir lo mejor es pelear, pero yo practiqué con el arco, no con las dagas, que estúpida soy, ella enfunda la espada, ya a unos cinco metros de mi, prepara sus cuchillos y los empieza a lanzar, el primero viene y me agacho, luego veo que el siguiente llega demasiado rápido entonces ruedo a la derecha. Mi corazón late a mil por hora y siento la adrenalina fluyendo en mis venas, mientras saca otro cuchillo, aprovecho para recoger los cuchillos que usó para emplearlos a mi favor, sin darme cuenta lanza otro, y caigo al suelo con un corte en la frente, el dolor de mi cara es insoportable pero no puedo dejarme vencer tan fácilmente solo por unos cortes. Conforme ella me lanzaba cuchillos, yo se los devolvía, ya no tenía fuerzas para seguir ni tenía esperanza alguna, aprovecho un momento, agarro dos cuchillos y cuando me lanza uno, doy una vuelta sobre mi misma y le lanzo los dos que tengo consecutivamente, uno lo esquiva y otro le causa un gran corte en el brazo derecho, primero se retuerce de dolor y después grita de furia, lo siguiente que hace es correr hacia mi desenfundando la espada y entonces pienso que ya se acabó lo de los cuchillos y me voy por las dagas – no tengo posibilidades ella tiene una espada y es mucho más fuerte que yo- pienso. Cuando llega hacia mi levanta su espada y la deja caer con fuerza antes de que la espada llegue a mí, saco las dagas y las cruzo delante de la misma, eso provoca un gran choque entre ellas, después se da la vuelta, agarra fuerza e intenta hacerme un corte horizontal, me agacho y le intento hacer unos cortes en sus piernas, ella se hace hacia atrás para evitarlo y apenas las dagas la rozaron, ella intenta atacar mis piernas, entonces salto, desvío la vista un segundo, y veo una espada, corro hacia ella, esquivando los cuchillos que ella me lanza de nuevo, en un último intento caigo de rodillas y me deslizo por el suelo hasta llegar a la espada, lanzo las dagas lejos, agarro la empuñadura y me volteo, ella está a dos metros de mi con la cara neutra, aunque le puedo notar algo de sorpresa. Ella ataca de nuevo, corro hacia su derecha, lanzo la espada en dirección a su cabeza, ella se inclina hacia atrás para evitar mi ataque y aprovecho para golpearle la boca del estómago con la empuñadura, ella cae al suelo, presa del dolor, agarro la espada e intento matarla guiando la misma hacia abajo con todas mis fuerzas, pero ella rueda y se levanta rápidamente. Chocamos las espadas mucho tiempo, ella ataca, agarro mi espada con las dos manos y evito el golpe, porque observé que un lado de la hoja es más gruesa y menos filosa de la otra cuando la agarré, así que no me corto. Le intento clavar la espada, pero fallo, ella se ríe y aprovecha, agarra mis muñecas y me lanza a un poste, eso hace que me duela mucho la espalda y se me quede entumecida de dolor, mientras ella viene por mí, intento levantarme, corro aleándome de ella y me dirijo a la espada la agarro pero sigo corriendo me agacho y recojo otra cosa, doy media vuelta, esperando que este muy lejos, pero está a penas a un metro y me hace un corte en el hombro, intento clavarle la espada de nuevo, me sujeta por el brazo en el que tengo la espada y luego se escucha que una de las dos enterró algo en la otra veo la sangre correr y por dentro siento mucho dolor.


HOLA.. LA FOTO DE ARRIBA ES LA OPONENTE DE VERÓNICA EN ESTE CAPÍTULO..YA SABEN VOTEN Y COMENTEN POR FAVOR


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