Me sujeta por el brazo en el que tengo la espalda y con mi mano libre le clavo la daga en el estómago hasta la empuñadura y vi en sus ojos dolor, miedo, y la vida desvaneciéndose de ella. Sentí mucho dolor por haberla matado a pesar de que ella me intentaba quitar la vida a toda costa, cuando la sentí sin vida entre mis brazos saque la daga de su estómago dejándola en el piso y limpiando la misma en las ropas de lo que se podía decir un cadáver, sin evitarlo lagrimas caen de mis ojos y cuando volteo hacia el pizarrón veo un nuevo mensaje plasmado en el:
"Aunque sacrificaste mucho nos demostraste que tienes valor, agilidad y fortaleza"
"Queremos ser justos así que por tu esfuerzo te daremos algo"
En la misma mesa donde encontré la espada aparecieron una fundas para....¡Dagas!- ¡Gracias!- digo, unos instantes después, me arrepiento- o sea le digo gracias a las personas que me mandaron aquí, muy prudente Verónica, ¡que inteligente eres! – me digo a mi misma en susurros, me acerco a la mesa y agarro las fundas, voy a un poste, me siento y me quito las tiras de tela-¡Adiós cosas inútiles!-digo, lanzando las tiras de tela lejos de mi, después me pongo una funda en el muslo y ya que tiene un pequeño cinturón, lo puedo ajustar, cuando acabo me pongo la otra, después coloco las dagas en su sitio, de repente siento una corriente de aire, veo hacia donde va y veo que la mesa no está vacía, hay un vaso de agua ligeramente teñida de violeta, un cinturón y la espada, me acerco trotando y, emocionada agarro la espada, me pongo el cinturón y la enfundo,- esta se parece a la de...-digo, me volteo y veo que el cuerpo de la mujer ya no está,-¡Qué raro!- pienso, luego me pongo a analizar el contenido del caso, este, contiene un líquido un poco más espeso que el agua, de un color violeta muy suave, primero la llevo a mi nariz y aspiro suavemente ese olor dulzón parecida a la de la miel pero mucho más fuerte, indecisa, no se que hacer- ¿ Y si esto me mata?, aunque la verdad no creo que su intención sea esa, sino no habría luchado para que me mataran y me hubiera tomado el contenido del vaso y ya. Lentamente llevo el vaso a mis labios y en cuanto mi lengua toca el líquido un sabor dulce y extravagante inunda mi boca y garganta, suspiro de placer, y bebo el contenido del vaso disfrutando cada gota, cuando me lo acabo, paso mi dedo índice por el mismo y saboreo los restos de ese delicioso manjar. Me siento llena, voy al poste de antes y me siento, satisfecha. Después de diez minutos empiezo a sentir un ligero mareo, que con el paso del tiempo empeora. Veinte minutos después el dolor ya se hace insoportable-¡¿Qué no el sueño se tenía que haber acabado ya!?- dijo en susurros, el dolor empeora a cada segundo que pasa y llega hasta un tal punto que no lo soporto y me desmayo.
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Creo que el sueño ya se acabó, pues al abrir los ojos estoy en el suelo del mismo bosque en el que estaba antes. Ya no siento dolor alguno solo en la cara, volteo para ver mi alrededor y noto que a unos diez metros de mi hay un pequeño estanque, me levanto como puedo y al hacerlo siento un peso en mis caderas, miro hacia ellas y veo la espada enfundada. Llevo conmigo las dagas y apoyados en un árbol tengo mi arco y un carcaj nuevo lleno de flechas hasta el tope, me acerco, la agarro, me cuelgo el arco y camino hacia el estanque, al llegar, me pongo de rodillas, veo mi reflejo, analizando las cortadas, formo un cuenco con las manos, las meto en el agua y me lo echo en la cara, el agua al tocar mis heridas hace que me ardan mucho, así que meto toda la cabeza en el agua, aguantando la respiración hasta que no puedo más y la saco del agua. Bebo un poco de agua, porque aun siento el sabor del líquido en el sueño, y luego relleno el bote de agua, miro a los alrededores asegurándome d que no haya nadie, y empiezo quitándome la ropa con cuidado, nada más quedándome con la ropa interior, dejo apoyadas las prendas en una rama, me suelto el pelo y me meto poco a poco en el agua, la cual me llega al pecho, descanso la cabeza en una roca por unos minutos, me froto con las manos todo el cuerpo y seguidamente el cabello, cuando salgo del agua, me pongo a lavar un poco la ropa que tiene sangre y mucha tierra, la dejo secando al sol y me pongo la ropa de cambio, cuando acabo me rujen las tripas, así que re uno ramas y las amontono, me siento con las piernas cruzadas y extiendo la mano, siento calor recorrerme el brazo y lo siguiente que veo es una pequeña bola de fuego, abro los ojos como platos y sacudo mi mano en el aire, la bola se va en dirección a un árbol y se estrella contra ella, provocando que su corteza se queme y caiga al suelo, hago como que no he visto eso y chasco los dedos cerca de una rama, produciendo fuego- salvo por el accidente que acabo de tener, voy controlando mejor esto-pienso, después reúno hojas y pongo una capa de ellas ,saco de la mochila la otra mitad de pavo que tenía, y la coloco sobre ellas. Mientras espero, siento curiosidad por la espada, así que la desenfundo y con cuidado la observo, la empuñadura parece de plata y tiene pequeñas piedras rojas, la hoja de la espada es fina y larga, después de observarla un rato me levanto y doy espadazos a lo loco, la espada es un poco pesada pero creo que con el tiempo me acostumbraré, di algunos golpes a un árbol con la misma y después de media hora practicando, me acerco al fuego y compruebo que el pavo ya esté listo o por lo menos cocido, como veo que ya no está rosa me puse a despedazar poco a poco el pavo con los dedos, quemándome un poco, pero ya no me importaba, pues estoy hambrienta, arranco trozos llevándomelos a la boca, y bebo agua de la botella hasta el final, cuando me siento llena, me como el último pedazo, creo -que extrañaré a ese pavo de lo delicioso que esta, a ver si luego cazo otro-digo como es de ayer está un poco seco, así que no lo disfruto casi, cuando acabo me unto un poco de la grasa del pavo en los labios para hidratarlos un poco, llena me siento el tronco de un árbol seco, pienso que debo de haber estado mucho tiempo en el sueño , porque pronto empieza a anochecer, esta noche subió un poco la temperatura y no creo que vaya a necesitar el calor de la fogata. Recojo mis cosas y me pongo en busca de un buen árbol para descansar, los primeros minutos no encuentro ninguno, pues todos son finos o muy bajos o no tienen una rama lo suficientemente fuerte para soportar su peso, me puse nerviosa pues la noche cada vez se ponía más negra y oscura y no pensaba dormir en el suelo nunca más a pesar de que hiciera mucho frío por los animales de ayer, simplemente recordar su imagen o su aullido y los vellos de todo el cuerpo se me erizaban de inmediato, así que sigo buscando, después de otros diez minutos buscando, consigo observar uno que si me sirve, suspiro aliviada, y empiezo a subir de poco en poco, aunque ahora me cuesta un poco más por el peso de la espada, después me rindo en la segunda rama estable, porque estoy cansada a causa del peso y la pelea con esa misteriosa mujer, y dentro de cinco minutos estoy bien dormida.
Abro los ojos y por primera vez siento paz y por ahora no hay nada que me perturbe. Lo primero que hago es recogerme el pelo en una coleta con una liga que me encontré en uno de los bolsillos, cuando acabo, un ruido o más bien muchos hacen que voltee hacia atrás, como no veo nada decido trepar más, primero froto mis ojos para despertarme, después me pongo de pie sobre la rama, y voy trepando hasta llegar a lo más alto de la copa del árbol y lo que veo hace que toda la sangre se escape de mi rostro hasta quedar tan blanca como la cal, al mismo tiempo siento unas horribles ganar de dejarlo todo y correr lo más rápido que puedo y alejarme de ahí.
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Almas Letales
Bilim KurguAlgo nuevo sacudira al mundo, algo diferente, personas con habilidades especiales, capaces de controlar todos los elementos desde el fuego hasta el metal, pero todas tienen algo similar, un corazon lleno de avaricia, ira, y sed de poder, un corazon...