Despues de la batalla

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El me mira confundido pero me hace caso, se queda ahí, yo deslizo lentamente una de mis manos de su cuello hacia la pared de hielo, justo al lado del árbol, rozo la pared de hielo con mis dedos, intento ocncentrar todo mi calor corporal en ella y la empiezo a derretir poco a poco hasta crear una grieta ancha, cuando acabo, llevo otra vez la mano a su cuello, le guiño un ojo y le susurro:

-Sígueme

Empiezo a retroceder junto con el aún juntos hasta quedar detrás del árbol

-Creo que alguien no está espiando, alla afuera hay un cuervo más grande de lo normal y es de metal, no creo que sea nada bueno.

-Entonces hay que eliminarlo no?- me dce echando un vistazo rapido al cuervo.

-Si, pero no llevo mi arco, ¿Crees poder acertarle con la ballesta?- le pregunto

-Yo tampoco llevo la ballesta,- dice mirando a su alrededor buscado alguna solución, de repente sus ojos se iluminan y dice:

- mira, ahí esta tu arco- dice señalándome mi arco a lo lejos-¿Crees poder llegar sin que te vea?

-No se, parece más inteligente que uno normal, necesito que lo distraigas, camina enfrente de el intentando buscarme, eso le llamará la atención, yo aprovecho y voy por el arco- le digo en el tono más bajo posible.

El no me responde, solo se acerca, me toma de la cintura y me da un pequeño beso, luego se da la vuelta y sale del árbol, caminando distraídamente, luego, cuando está a unos quince pasos de mí empieza a decir:

-¿Verónica? ¿Dónde estás?

El cuervo retira su vista del arbol y fija su vista inmediatamente en el, aprovecho y voy caminando lento, fijándome en donde piso, me deslizo detrás del otro muro de hielo que está a mi lado, aun escuchando mi nombre en labios de Iván, pero son más apagados, me acerco sigilosamente al arco, lo tomo con cuidado y me pongo atrás de un árbol de tronco ancho, asomo la cabeza por un lado y veo al cuervo aún con los ojos fijos en él, está a unos 10 metros, creo que si le podría acertar, saco una flecha del carcaj con cuidado de no hacer ruido, la coloco en la cuerda, aún con la vista fija en el cuervo, tenso un poco la cuerda, voy a otro árbol más cercano para que me sea mas facil acertar, tenso la cuerda llevando mis dedos a mi pómulo y cuando voy a soltar la cuerda Iván se interpone " quítate, quítate" -pienso, con los dedos adoloridos, despues de unos segundos, el solo se mueve unos veinte centímetros de donde está el cuervo " confió en mí, no le haré daño" estiro más la cuerda y la suelto, viendo como la flecha silva por el aire, pasando al lado de Iván y rápido se clava en el animal antes de que este emprenda el vuelo.

Salgo de mi escondite y corro hacia Iván, el se voltea sorprendido y con los ojos como platos, cuando llego a el me dice:

-Estuvo cerca

-No te quitabas, no podía hacer nada más- le dije ahora acercándome al cuervo con la flecha clavada

Me agacho y observo detenidamente al cuervo, estaba en lo cierto era mucho mas grande que un cuervo normal, pero nada más sus alas eran de metal, primero se las extiendo, mirando todo su largo y los detalles de cada pluma, la herida de la flecha supura sangre, asi que no era totalmente un robot sino una "mutacion", esa palabra me resuena en la cabeza una y otra vez inundando mi mente y dejándome un poco mareada, "apuesto que los lobos también son mutos", intento sacar la flecha de su cuerpo , pero parece que esta atravesó un ala y después su pecho, jalo de ella sin ningún resultado, Iván se acerca, se agacha junto a mi, pone su mano encima de la mía, y jala la flecha sacándola, primero observo nuestras manos después veo que la punta de la flecha está toda torcida al igual que la propia estructura delgada de la flecha.

-No creo que sirva mucho ya- dice, mostrando sus dientes blancos

Eso me hace reir un poco, volteo hacia el y veo en sus ojos un poco más de esperanza.


Ahora veo que la tarde ya esta avanzando, me levanto, tiro la flecha lejos y le digo:

-¿Viste alguna fuente de agua cerca de aquí?- le pregunto

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