LA DEBILIDAD

Capitulo 25

Una enfermera, pasó haciendo la guardia de los internos, al descubrir que en la habitación donde se encontraba Mia estaba abierta y al entrar encontró a la enfermera Sanders muerta, entonces dió aviso por medio de una alarma que una interna se habia fugado.

Nos faltaban dos pisos para llegar al pasillo principal y salir del hospital psiquiátrico. El ascensor se detuvo al sonar la alarma. Con ayuda de Mia abrí un poco la puerta del ascensor y este se encontraba en medio del piso 3 y 2, Mia cupo por la abertura que habiamos abierto, pero a mi se me dificultó un poco salir, cuando se escuchó que venían enfermeros corriendo, Mia corrió a buscar un escondite. En cambio yo me quedé atascado saliendo del ascensor, al llegar los otros enfermeros me ayudaron a salir y me dijeron que saliera lo mas antes posible del edificio. Salí lo mas rápido que pude, pero aún no sabía dónde se encontraba Mia.

Al salir comencé a rodear el edificio...

-Psss.... Psss... Empiezo a escuchar ese sonido.... Psss..Pete... al voltear el sonido salia de un contenedor de ropa sucia, al fijarme alli estaba Mia, había bajado por el conducto de ropa sucia. Salimos corriendo en dirección a mi auto. Al entrar pisé el acelerador y conduje lo mas rápido que pude, alejándome para siempre de este horrible lugar.

-Todo acabó.... Dijo Mia mientras respiraba hondo y cerraba los ojos.

-Claro que todo acabó. ..Le dije mientras que la acariciaba con la mano derecha.....Ahora llegaremos a casa empacaremos y nos iremos lejos.

-Pete...no es necesario hacer eso, ya acabó todo lo relacionado conmigo, ya cumplí mi venganza, ya no hay nada mas por que vivir...apretó sus labios, como si hiciera fuerza para llorar, manteniendo los ojos cristalinos sin dejar que ninguna lágrima saliera.

- Sólo llevame a casa, pero no empacaremos nada.

Rumbo a casa no mencioné palabra alguna, al deternos fuera de casa, Mia me pidió que por favor me quedara en el auto, ella entró a la casa, luego de un instante Mia salió nuevamente pero esta vez con algo en las manos.

Mia entró al auto cerrando fuertemente la puerta-Listo...ahora por favor podemos ir al gran árbol. Me miró y en su rostro se creó una tierna y hermosa sonrisa, me quedé un buen rato hipnotizado por esos hoyuelos es sus mejillas, esos dientes tan blancos como perlas, esa piel pálida con ese cabello violeta, todo en ella era..

-Perfecta.

-¿Qué dijiste?

-Que eres perfecta Mia, no se como alguien como yo, tiene la maravillosa suerte de tener a una mujer angelical como tu.

-¿Angelical cómo yo?...por favor Pete.Dijo entre risas.

-Mia no sabes todas esas veces que tus defectos han pasado por mi lado y por culpa de tus hermosos ojos, ni si quiera me he fijado.

Mia agachó la cabeza, con mis dedos agarré su mandibula y suavemente subí su cabeza hasta que quedaramos mirándonos fijamente a los ojos, Mia estaba ruborizada y a la vez una brillante lágrima recorria el pómulo de Mia.

-Por favor vamos al gran árbol ¿si?

Asentí con la cabeza y le plasmé en su frente un cálido beso. Mientras me dirigía al gran árbol, escuchabamos musica de la radio y Mia no despegaba su mirada del libro, el bolígrafo que tenia en la mano, parecía que ardía ya que no había parado de escribir.

Me detuve en frente del gran árbol, salí primero del auto, me dirigí a la puerta del copiloto y la abrí, le extendí mi mano para ayudarla a salir del auto.

-Madame....

Mia solo reía, nos dirigimos a la playa contemplando la hermosa luna, puse mi brazo sobre su hombro y ella juntó su cabeza con mi hombro. Era el momento mas romántico de mi vida.

-¿y ahora qué? ...somos buscados por mi supuesto problema mental y mis asesinatos.

-Seguiremos con nuestras vidas Mía, en otro lugar, donde nuestro amor será inolvidable y te prometo enamorarte cada dia más, asi mismo como yo me enamoro cada dia mas de ti.

Miré a Mía, y en su rostro se dibujó una hermosa sonrisa, me acerqué a ella y junté sus labios con los mios.

Mía agarró su cuaderno y escribió algo en él, se acercó al gran árbol y lo ocultó, se alejó lentamente acariciando su fuerte tronco. Me subí al auto y ella me siguió.

Volvimos a la cuidad, pero iriamos a la casa de Ian y Julia para despedirnos, la luna aún resplandecia en lo alto del cielo nocturno. Al llegar a la casa, me detuve en frente de ella, me asombré al ver la luz del amanecer recorría su cuerpo, su cabello iluminaba más que nunca, su rostro parecía de una muñeca de porcelana, sus labioa dos delicados pétalos de una rosa. En toda esta belleza el significado es perfección.

-¿Qué tanto miras?.... jejje parece como si nunca noa volvieramos a ver.

-No lo sé, solo que después de tanto por fin vuelvo a tenerte cerca, poder acariciarte, sentir en ti un gran cambio. No sé solo no sé.

Bajé del auto y entré en la casa de Ian, Mia seguía mis pasos, di tres golpes suaves a la puerta y esta se abrió de repente.

-¡Pete, Mia!.... ¿Qué putas han hecho? Preguntaba Julia con una cara de terror.

-Hace poco la policía se fué, estaban buscándolos son asesinos. Ayudaste a una interna en rehabilitación a escapar y en el intento asesinaron a una enfermera, Pete ¿No lo ves? Mia está mal debes ayu.....!

Un golpe se escucha, solo se puede apreciar la cara de Julia mirando hacia un lado mientras en su mejilla se va marcando la mano de Mia gracias a la cachetada que le ha acabado de propinar.

-No soy ninguna loca ni nada por el estilo mas loca erea tu quien cree todo eso.

Julia solo se acariciaba su mejilla en eso Ian llegó en un auto nuevo, un kia 2000 sephia azul, bajó de él y sacó unos papeles de el.

-Pete debes entregar a Mia lo mas antes posible, si te reusas a entregarla se le acusara de homicidio en varias ocasiones y a ti de complicidad por favor hermano.

-No lo haré, Mia no está loca y no ha hecho nada, yo se todo, soy quién conoce su pasado, estoy en su presente y se que haré parte de su futuro. Solo déjanos solos

En eso se escucharon los sonidos de unaa sirenas policiacas, Mia y yo nos dimos a la fuga nuevamente, pero hubo un problema mi viejo se había quedado sin gasolina.

Mia desesperada agarró un carro que cruzaba por la calle, un bmw z3 97 blanco, que lo conducía una anciana. Mia la bajó del auto y nos subimos en él. Mia condujo esta vez, puso toda la velocidad, casi nos chocamos con otro carro pero fue lo de menos, paramos en él antiguo apartamento de Mia, escondimos bien el auto y subimos, sacamos unas ultimas cosas de Mia, pero en eso el detective Estrada subió.

-Vaya vaya por fin encuentro la parejita feliz junta, ya no podrán escapar, rindansen.

Agarré una sabana y se la tiré en el rostro, subimos a la terraza mientras atascaba la puerta con cientos y cientos de objetos. Al voltearme Mia se encontraba viendo el panorama, mientras sujetaba su collar de mariposa, antes de hablarle Mia se giró hacia mi me tapó la boca y se quitó su collar, se podia admirar la hermosa gema azul que traia.

-Tu ya sabes que debes hacer con esto. Mia puso su collar en mano y la cerró me sonrió.

Cuando entonces intentan abrir la puerta de la azotea, me giro rapidamente para atascar mas la puerta.