Lean la nota de autora al final, por favor.
Una de las ventajas de ir a lo de matemáticas era que perdíamos clase, la gran desventaja era que nos debíamos despertar más temprano. Yo sigo feliz ya que la hora sigue estando después de las 4:30am, pero ya me había acostumbrado a despertarme más tarde.
El timbre suena y voy a abrir. Me encuentro con unos ojos azules detrás de unos lentes que me alegran el día.
—Hola luciérnaga.
—Hola, niña pérdida —Dice somnoliento—. Tengo sueño.
—No se nota —Dijo sarcástica.
Él sonríe y lo invito a entrar.
—No he acabado de desayunar —le digo—, acabo y salimos.
El asiente y se sienta en el sofá, se veía muy cansado.
—¿Y tus papás? —Preguntó.
—No están —Dije tomando mi jugo.
Me miró levantando una ceja.
—¿Es enserio que no están? —Preguntó, yo asentí— ¿Donde están?
—Mi papá trabajando y mi mamá tenía que hacer algo, así que salieron.
Ray se veía sorprendido, aunque yo no entendía porque. Yo ya había estado sola en mi casa, normalmente me quedaba leyendo todo el día o encontraba algo con lo que perder el tiempo.
Después de lavarme los dientes baje y ví a Ray medio-dormido en el sofá. No pude evitar sonreír, se veía tierno.
Me acerqué con cuidado, me senté en un espacio que dejo en el sofá y lo moví con delicadeza.
—Ray —Dije sacudiendo su hombro—, vamos Ray, tenemos el torneo de mate.
—Tengo sueño —Dijo sin abrir los ojos.
—Lo sé, pero hay que ir o el señor Stoll nos matará.
Abrió los ojos lentamente y clavó su mirada en mi.
—Eres una mala persona que no me deja dormir —Dijo.
—Soy una buena persona que te salva de un regaño.
Rodó los ojos. Estiro su brazo y me acostó al lado de él, luego me abrazó como si fuera un osito de peluche.
—Ray —Dije, acostada a su lado—, Stoll nos matará si no llegamos.
Soltó un quejido silencioso.
Me giré para verlo, lo que fue complicado ya que estaba al borde del sofá y no me quería caer. Sus ojos se encontraron con los míos y otra vez estábamos muy cerca, nuestras narices se rozaban.
Ray bajo la vista hasta mis... ¿Labios? Esperen ¿Me quiere besar?
Supongo que nunca lo voy a averiguar porque mi celular sonó, haciendo que yo me cayera del sofá y que Ray se riera por mi torpeza.
—No te burles —Dije viendo el teléfono.
No era una llamada, era una alarma que había puesto, cuando sonara yo debía estar saliendo.
—Vamos, niña perdida —Dijo Ray, ayudándome a levantar.
Tomé su mano, tomé mi maleta y nos dirigimos al punto de encuentro. Hoy no debíamos ir a la escuela, todos los que ibamos al torneo habíamos acordado un punto de encuentro para ir en la mañana, allí un bus nos recogería y nos llevaría al lugar del torneo, al parecer era muy lejos porque Stoll dijo que debíamos salir temprano.
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Una Latina En USA
RandomA mi padre le pareció una buena idea buscar un mejor trabajo ¿Adivinen qué? Lo consiguió. El único detalle es que era en otro país, así que tuvimos que viajar desde Colombia hasta Estados Unidos, a Houston Texas. Yo ya sabia lo que iba a estudiar y...