Capítulo 34

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Sigue narrando Ray

Apenas estuve presente durante el ensayo se música. No fallé en ninguna nota, al menos no me lo dijeron. Pero hay una gran diferencia entre tocar con pasión y hacerlo como un robot. Se escucha igual, pero se siente diferente.

Ahora estoy esperando que Víctor salga de los vestidores para irnos a casa. No tenía ganas de hacer vida social hoy. Estaba más preocupado por Wen ¿Y si le había pasado algo?

Una vez me dijo que si la veía convulsionar debía ponerla de lado, porque podía ahogarse con su lengua. Y que no olvidara ponerle algo en la boca, porque por el movimiento podría destrozarse la lengua con los dientes.

—¿Por qué no has entrado al auto? —Pregunta Víctor al verme— Estamos en invierno, te vas a enfermar.

—No tenía ganas de conducir —Digo entregándole las llaves y entrando en el asiento del copiloto.

Víctor enciende el motor y rápidamente llegamos a la casa. Me dispongo a ir a mi cuarto, pero mi hermano me lleva escaleras abajo, directo a su habitación.

—¿Qué pasó? —Pregunta.

Suspiro y me dejo caer en el sofá. Le cuento todo lo que pasó.

—¿Y está bien?

—No lo sé —Contesto—. No la he llamado.

—¡Pues debes llamarla! No pierdas tu tiempo preocupándote, más bien haz algo productivo y llámala.

Tomo el teléfono y le marco a Wen. Tengo que repetir la llamada porque olvidé el numeral de su país.

¿Aló? —Contesta. Suena adormecida.

—Hola, niña perdida.

Le toma un momento responder.

—¡Ray! Me alegra que llamarás ¿Cómo estás?

—Bien. Pero cómo estás tú. Si no te conociera, creería que estás borracha.

Ríe.

—Claro, Ray. Me emborraché con Benzodiazepina.

Me rio. Hasta sedada es inteligente.

—¿Cómo te sientes?

—Bien, desperté hace poco y papá fue a traerme algo de comer. Tengo tanta hambre que me comería un caballo.

Vuelvo a reír y nos quedamos en silencio. Víctor me mira con cara de: "Di algo", pero Wen se me adelanta.

—¿Ray? ¿Sigues ahí?

—Aquí estoy, niña perdida.

—No te culpes ¿De acuerdo? Sé que tu jamás se lo hubieras revelado a nadie —Una voz suena del otro lado de la linea—. Tengo que cortar. Hablamos luego. Adiós, luciérnaga.

Se corta la llamada. Víctor me mira intrigado. Es impresión mía o me he vuelto la telenovela de mi hermano.

—Está bien —Digo—. Estaba sedada, pero está bien.

Hablamos un poco más y luego me voy a mi cuarto.

Pasa una semana y Wen vuelve. Logan se había ido unos días antes del regreso de Wen, supongo que se vieron en Colombia.

Caminamos por el colegio. Wen me contaba sobre los museos que había recorrido. Cuando supo que el profesor de historia quería un ensayo sobre la historia de nuestro país no pudo evitar sonreír.

—Ahí dice textualmente "De su país". Lo voy a poner a investigar sobre la historia de Colombia. Para que aprenda que no es ningún estado de Estados Unidos sino el lugar con la mejor bandeja paisa del mundo ¡Y pobre donde me diga que no me va a valer la tarea!

Una Latina En USADonde viven las historias. Descúbrelo ahora