Capítulo 12

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Estuvimos esperando unos 20 minutos y luego salimos del sótano, los daños en nuestra zona no fueron graves. Tan pronto como pude ví a mis padres, no sé donde estuvieron pero se salvaron y eso es lo único que me importa.

Como mi casa quedo prácticamente intacta no tardamos en volver, ahora mi papá debe de estar haciendo cuentas para reforzar las paredes. Yo estoy tratando de saber que carajos hice durante el tornado. Encima perdí mi celular, creo que Ray lo debe tener, probablemente lo deje en su casa.

Después de hablar con mis padres decidí que tomaría una ducha, necesito despejarme un poco. Cerré la puerta y me quité la camisa, inmediatamente pude ver rasguños en mis brazos. Mientras me bañaba descubrí que me dolían las piernas, como si me hubiera golpeado. ¿Lo habré hecho durante el tornado?

Salí de la ducha y me envolví en una toalla. Casi me muero cuando ví quien estaba en mi cuarto.

—Lo siento —Dijo dándome la espalda—. Tu... Tu mamá me dejo pasar, no sabia que...

Apreté el agarre de la toalla.

—Ray, fuera. Fuera. Fuera —Dije echándolo de mi cuarto.

Apenas salió le puse seguro a la puerta y me vestí rápidamente. Aun sentía las mejillas rojas. Cuando abrí la puerta Ray estaba contra la pared, traía gafas con un marco negro, las anteriores tenían marco azul, supongo que eran unas de repuesto.

—Lo siento —Dijo sonrojado.

Sonreí, no me puedo enojar con Ray.

Con un gesto lo invité a entrar a mi cuarto. Él se separó de la pared en la que estaba apoyado y me tendió mi teléfono.

—Se te quedó en mi casa —Dijo—, vine para entregártelo y... asegurarme de que estabas bien.

Tomé el teléfono y nuestras manos se tocaron un momento. Ambos estábamos rojos por lo de haberme visto en toalla, pero creo que ambos nos sonrojamos más con este contacto.

—Gracias —Dije, aunque no estaba segura por cual de todas las cosas le agradecía.

Nos quedamos un momento en silencio, estábamos en la puerta de mi cuarto, él no había entrado cuando lo invité a seguir. Me di cuenta de que Ray se veía muy bien con esas gafas de marco negro, me gustan más que las de marco azul.

No sé porque, tal vez por instinto, pero lo abracé y lloré un poco en su pecho. El me acarició el cabello y no dijo nada. Estábamos como antes del ataque de pánico, y, de nuevo, estaba segura ahí. En sus brazos sentía que no había peligro, el mundo podría derrumbarse y Ray estaría ahí para mi.

—Gracias —Dije contra su pecho—, no sé que me habría pasado sin ti.

Me abrazó con fuerza y me susurro.

—Siempre estaré para ti, niña perdida.

* * *

La escuela tampoco había sufrido grandes daños, así que no la cancelaron. Yo esperaba que no me dijeran nada del tornado o probablemente me partiría en llanto. Solo hay una cosa peor que vivir un tornado, haber perdido a alguien por uno.

En las noticias había salido que mucha gente quedó sin hogar a causa de todo lo que destruyó el tornado, lo cual me dio una idea.

—¿Caridad? —Preguntó Maggie cuando le dije mi plan — ¿Por qué deberíamos hacer algo para caridad?

—Para ayudar a la gente —Dije obvia—. No nos cuesta nada, podemos hacer una presentación y vender boletas, estoy segura de que la escuela nos prestaría el lugar sin pensarlo dos veces.

Una Latina En USADonde viven las historias. Descúbrelo ahora