05

2.8K 456 83
                                        

Lo miraba atónito. ¿Qué mierda estaba haciendo aquí? Me sonrió ladino y acomodó su cabello para luego sentarse en la cama.

- Te dije que no te dejaría en paz - habló manteniendo esta extraña sonrisa en su rostro.

- Y yo te dije que no te metieras en donde no te han llamado - Respondí recogiendo algo de ropa de mi armario. Estaba expuesto frente a él y eso causaba que mis mejillas se colorearan. Marica.

Respiró profundo y sacó, de uno de sus bolsillos de sus pantalones, un papel blanco perfectamente doblado. Sabía perfectamente de lo que se trataba.

- ¿Cómo lo conseguiste? Devuelveme eso. - Refunfuñe. Ya habían logrado ponerme una sudadera y mi panatalon de pijama, así que me avalancé sobre el para quitárselo y hacerlo mil pedazos.

- No es la única copia que tengo.

- Dejame en paz.

- ¿Quieres que te deje morir en paz? ¿Eso es lo que quieres? - su tono de voz había cambiado, ahora era demante y cortaba.

Lo miré, en silencio e inmóvil por unos cuantos segundos y se aproximó ese molesto nudo en mi garganta. Si hablaba se me cortaría la voz, no debía llorar frente a él, ya no más.

- Yoon, te quiero ayudar. - Me cogió entre sus brazos para atraerme hacia el y acariciarme. Había pasado bastante tiempo.

- No voy a morir, no estoy tan grave. - Respondí apenas - y tu ya no tienes porque preocuparte por mí, nuestra relación término hace varios meses.

- Eso a mi me vale, fuiste parte importante de mi vida, no te dejaré solo.

- ¿Y si encuentro a alguien más? ¿Vas a intervenir? - mi voz se volvía somnolienta con cara suave caricia.

- No, ya no siento eso por ti. - Dió unas pequeñas carcajadas tiernas - Sólo espero que no olvides la regla de las dos veces.

Asentí y caí dormido.

dos veces × namgiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora