El gran barco "Moon" flotaba imponente en el muelle, esperando a que su temible capitán regresará con nuevos hombres dispuestos a saquear moradas y violar mujeres indefensas.–¡Todos a bordo, bastardos! –Gritó finalmente el hombre, seguido de los gritos eufóricos de los nuevos marineros.
Aunque JongUp no pudiera gritar junto con aquellos despreciables hombres que juraban lealtad falsamente, bien sí podría decir que la felicidad se sentía real.
Himchan, él pirata más peligroso, que a pesar de su delicado rostro no dudaría ni medio segundo en atravesar a su adversario con su espada de acero.
El Moon no pudo estar más satisfecho con su capitán. Porque a pesar de que odiaba a cada marinero que pisaba su cubierta y deseaba el mal a cualquiera que entrara al camarote de su amado, él realmente disfrutaba cuando aquel hombre le hablaba como si fuera una persona normal.
Y Kim Himchan realmente amaba a su barco Moon JongUp, por ser su eterna compañía.