Lo único que quería JongUp era triunfar.Tenía una voz prodigiosa, un cuerpo digno de los dioses del olimpo, carisma... ¿Qué faltaba en su vida?
Exacto, fama.
JongUp era todo lo que cualquiera desearía ver en un ídolo, pero no le daban la oportunidad de brillar como la estrella que era.
Aunque claro, los estúpidos caza talentos preferían regalar oportunidades a personas como Himchan.
JongUp quería odiar a su rival, quería sentir ese resentimiento de haber perdido contra él en ese concurso de talentos, quería desearle el mal a su carrera... Pero simplemente no podía hacerlo.
A pesar de que era un tanto engreído, Himchan en realidad era una persona de buen corazón, y eso hacía que JongUp no pudiera tener pensamientos crueles contra él.
Y mucho menos, cuando el chico de rostro bonito le dedicó una sonrisa brillante (como todo él) y una disculpa sincera, cediendo su oportunidad de fama a su rival.
Porque Himchan no quería esa fama ni dinero, tampoco ganar concursos como ese al cual ingresó solo para estar cerca del menor, él todo lo que quería era ver a JongUp repartir su luz por todo el mundo con su talento, y ver como el sueño por el cual había luchado tanto se volvía realidad.
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Ni yo sé de donde salió esto ._.
