Espacios [B.A.P]

Perfecto [BangLo]

Himchan rió con fuerza por los comentario estúpidos que soltaban los miembros del grupo, defendiéndose entre risas por las burlas no mal intencionadas que estaba recibiendo por sus mejillas un poco más regordetas.

-No te ofendas por aquello, Hyung. -Bromeó el menor de todos, intentando integrarse a la conversación.

No obstante, las risas se detuvieron y el ambiente tomó un ambiente más serio del que realmente quería conseguir.

-No me voy a ofender, JunHong, yo no soy como tú.

A pesar de que el comentario parecía ser algo de paso, nadie pareció notar que realmente el menor le dio más importancia de la que exteriorizó.

Se sintió un poco... Mal consigo mismo.

«Yo no soy como tú»

¿De verdad era alguien que se ofendía con facilidad? ¿O es que el simple hecho de ser quien era podía ser tan horrible?

No sabía que tan mala imagen podría tener ante los demás, pero no pudo evitar darse un poco de asco a sí mismo.

Aquella noche, enterrado entre sus mantas y con la luz de la luna como compañía a través de la ventana; JunHong reflexionó sobre la actitud egoísta que sentía lo caracterizaba y se carcomió la cabeza hasta altas horas de la noche pensando en cono quizá todos estarían mejor sin su presencia.

Lloró, lloró muchísimo, en silencio, ocultando el dolor que sentía en su pecho. Y se odió también, porque como era posible que lo único que se le ocurría en aquella situación fuera soltar un montón de lágrimas de cocodrilo, en lugar de buscar cambiar su maldita actitud.

No esperó que la puerta de su habitación se abriera. Mucho menos que YongGuk entrara por ella.

Y definitivamente jamás esperó que se recostara a su lado y lo estrujara contra su pecho, murmurando palabras de aliento mientras el se deshacía en llanto.

En el momento en que finalmente pudo calmarse, la camisa del mayor estaba totalmente empapada y se sintió increíblemente avergonzado por aquello.

-Soy una vergüenza. -Admitió en voz baja, más para si que para él, aunque de todas formas pareció escucharle.

-Eres un orgullo. -Contrarió, pasando los dedos por sus mejillas para eliminar el rastro de lágrimas que se formó allí.

-No, no lo soy. Ni siquiera puedo llorar en silencio bien.

Bang ignoró sus palabras y besó sus labios suavemente, sonriendo cuando se separó-. Eres increíble, JunHong.

«¿Por qué?»

-No te das cuenta de la hermosa persona que eres.

«¿Para quien?»

-Para mi, eres perfecto.

Y para JunHong aquellas palabras eran mentira, porque estaba lejos de ser perfecto como decía.

No obstante, estando entre los brazos de aquel que amaba, se permitió creerle por una vez.

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Personitas, no dejen que las palabras los afecten, sean quienes son, ámense como son, porque son hermosos mi niños y nadie puede decirles lo contrario.
Cada quien es perfecto a su manera, aunque parezca lo contrario.