¡Bang YongGuk!Tú, grandísimo idiota, tengo que escribirte una estúpida carta con mis malditos sentimientos porque se te da por no prestarme atención cuando te digo que debemos hablar.
¡Si queremos que esto funcione debes prestarme mas atención!
Admito que al principio, cuando me enteré de tus sentimientos hacia mí, me confundí un poco. Y es que ¡eres tan mortalmente serio que das puto miedo, en serio! No pensé que te sentirías atraído por alguien como yo.
Por otro lado ¿quien no caería ante mis encantos, si soy jodidamente irresistible? No, que me lo diga, para llevarlo por un par de lentes, porque posiblemente no ve bien la belleza que tiene frente a sus ojos.
Hablo de mi, por supuesto, por si no quedó claro.
Yo = Perfección.
Creo que me desvié del tema, lo siento espejo, tendrás que esperar...
Como venia diciendo, estúpido Bang YongGuk, estoy enamorado de ti, así como tú lo estas de mi.
Serás el único ser humano en la tierra por el cual Kim Himchan tendrá un sonrojo ¿entendido? Considerate afortunado, porque esta kuinaza se enamoró de ti, plebeyo.
Mi plebeyo, en todo caso.
No sé qué más poner, así que apenas leas esta carta debes ir y besarme, no importa si toda la maldita ciudad se entera, será mejor, así me ahorraré el decirle a cada perra básica que se atreva a coquetear contigo que ya tienes dueño.
Yo soy tu dueño, así como tú serás el mío.
Por si no quedó claro o tu cerebro del tamaño de un frijol no comprendió lo anterior, lo explicaré de una manera más sencilla:
¡¡TE AMO, BANG!!
Te esperaré con ansias pronto, beibi.
No me hagas esperar mucho... ¡Y es una orden lo del beso!