Estaba agotado.
Su día había consistido en un viaje a altas horas de la madrugada, un concierto a la hora de haber aterrizado, seguido de un fansign donde una admiradora un poco extraña pensó que obsequiarle sus bragas era buena idea; para finalmente terminar con una entrevista donde se notaba que el entrevistador no tenía ni idea de qué hacían aquel chico para ganarse la vida, ya que le hacía preguntas un tanto estúpidas y que carecían de sentido actualmente.
–Te ves terrible... –Se burló Daehyun, entrando sin tocar al cuarto de la estrella, sonriendo como un maldito–. ¿Como estuvo tu día?
YoungJae le dedicó una mirada fría, Daehyun sabía perfectamente como había sido su día y hacía aquella pregunta solo para molestarle. –Cállate. –Murmuró finalmente, enterrando la cabeza entre las almohadas y suspirando pesadamente.
Daehyun rió un poco antes de lanzarse sobre la cama justo a su lado sin cuidado, rodeando con sus brazos el cuerpo del menor, acariciando con la nariz la piel expuesta de YoungJae mientras murmuraba palabras hermosas, haciéndole cosquillas con su aliento.
Puede que Daehyun fastidiara a YoungJae 24/7, pero este último lo soportaba solo para poder vivir momentos como este cada día, donde después de un día como aquel, podía dormir en los brazos del hombre que amaba, esperando el agotador día siguiente.