A JongUp siempre le gustaron las chicas.Los grupos musicales de chicas, para ser más precisos. En especial T-ara.
JongUp era un fanboy con todas las letras, no llegado al punto de ser un acosador, pero si estaba lo suficientemente loco para leer y escribir fanfics de su ship favorito entre ellas y tener su habitación tapizada en posters de sus chicas.
Tampoco podía evitar gritar como el macho que era, en la soledad de su habitación, cada vez que veía un fancam nuevo. O en aquellos maratones de MVs que solía hacer en las noches. O, mejor aún, cuando «Qri mujer hermosa, creación del mismísimo Dios. Secuéstrame y llamame Papi» aparecía en pantalla es cuando mas loco se volvía.
YoungJae estaba acostumbrado a las llamadas nocturnas del menor solo para escuchar como este le contaba cosas que ya sabía sobre las chicas, o para gritar en su sensible oído lo emocionado que estaba por el nuevo y espectacular comeback. Y era bonito, y estaba bien para él.
Al mayor nunca le molestó que JongUp solo hablara de sus ídolas, con tal de escuchar la bonita voz que tenía el menor y poder perderse cómodamente en sus tonos cálidos.
Decir que YoungJae estaba tan enamorado de JongUp hasta el punto de comprar boletas para el concierto de T-ara era decir poco.
Porque sí, lo hizo, y sí, JongUp confesó abiertamente que lo amaba cuando le dió la noticia.
Aquella noche fue interesante, no sólo tuvo la oportunidad de deleitarse con el canto perfectamente afinado del menor con cada tonada alegre que las mujeres en el escenario interpretaban, sino que también pudo sentir los labios del chico sobre los suyos.
Al principio, YoungJae pensó que su queridísimo JongUp se iba a enojar por haberlo besado, cuando claramente era heterosexual. Pero poco o nada importó cuando, contrario a lo que alguna vez imaginó, el fanboy dejó de lado su canto y volvió a besarlo, con más seguridad y desespero, como si hubiera esperado demasiado tiempo para probar sus labios.
—No seas idiota, Hyung, soy tan Gay que cago arco iris. —Le gritó por sobre la música que retumbaba en sus oídos, centrando su total atención en YoungJae—. Me gustas, incluso más que Qri-Noona.
El aludido rió, en parte nervioso y en parte de felicidad por la confesión inesperada. No obstante, no dudó ni medio segundo en colgarse del cuello del chico y murmurar un—: Pues tú me gustas más. —Antes de volver a besarle.