A Daehyun nunca le había gustado la oscuridad.Cuando aún era muy pequeño tenía miedo de ella, pensando que en cualquier momento algo saltaría a comérselo, o a asustarlo. Lo típico que pensaban los niños.
A medida que iba a creciendo, la oscuridad dejó que asustarlo para comenzar a molestarle. ¿Cuál era la necesidad de estar a oscuras? La luz era mucho mejor...
Daehyun nunca fue amigo de la oscuridad... Hasta aquella noche.
Mentiría si dijera que no le costó convencer a JunHong de ir a algún lugar apartado solo para conversar y estar lejos del ruido de la fiesta, las personas metiches y el olor a alcohol.
No obstante, todo valió la pena, cuando justo en medio del silencio y la oscuridad que le brindaba el jardín donde se encontraban, sus respiraciones se volvieron una y los labios de ambos de rozaron tímidamente, causando una gran explosión de sentimientos que ambos podían sentir en sus estómagos.
Esa noche, y solo esa noche, Daehyun se hizo amigo de la oscuridad, porque gracias a ella pudo distinguir los colores brillantes que un simple beso podía mostrarle.