Throw signs | Liam Hemsworth

Capítulo 5

Me miro al espejo, llevo un vestido negro ajustado y con la espalda al aire, quizás un poco corto de más. Mi larga melena rubia cae haciendo ondas por mi espalda, no me gusta maquillarme mucho asique el maquillaje que llevo es muy simple, la raya negra que hace resaltar mis ojos azules y un poco de rímel. Mi prima lleva un vestido azul oscuro tan corto como el mío, se ha recogido el pelo de un lado y se ha echado más maquillaje que yo aunque tampoco se ha pasado, y como siempre está guapa, ninguna de las dos llevamos tacones ya que después nos morimos con el dolor de pies, aunque tampoco esque los necesitemos ya que medimos un poco más de metro setenta y la mayoría de mis amigas son más bajitas que nosotras. Alice, Rose y Brooke también están enteradas de la fiesta, será algo como una despedida antes de que Alice y yo nos vayamos a Australia, y a Brooke le servirá para olvidarse un poco de Karen y divertirse. Son las diez y diez minutos cuando escuchamos la bocina de un coche, nos despedimos de mis tíos y salimos para encontrarnos con Brian en su coche, yo me subo de copiloto y Hannah se monta atrás.

- Veo que decidisteis dejar poco a la imaginación de la gente.- Nos dice cuando nos subimos en el coche. Nuestros vestidos son cortos pero tampoco esque se nos vayan viendo las bragas- Porcierto Hannah, andate atenta con Mark.

Por la forma en la que Mark miró a mi prima cuando esta salió del probador con aquel vestido, sé que ha puesto los ojos en ella, y Mark no es de los que se conforman con unos besos, intentará llevarsela a su cama, sólo espero que Hannah no cometa ninguna estupidez de la que después se arrepienta. Durante el trayecto hasta la fiesta le cuento a Brian lo del viaje a Australia, él y Hannah se ponen a hacerme bromas y a decirme que ni se me ocurra enamorarme y quedarme a vivir allí porque me irían a buscar y me traerian a rastras. Mi prima se pone super histérica cuando Brian menciona lo de los tiburones en las playas de Australia, lo que provoca que me de un ataque de risa.

Llevamos más o menos quince minutos en el coche cuando miro por la ventanilla y me doy cuenta de que estamos entrando en una urbanización, pero no una urbanización normal, las casas son enormes y hay coches de alta gama aparcados al lado.

- Brian... ¿A dónde nos has traído?.- Le pregunto mientras sigo observando lo bonitas que son algunas de las casas, ya que no son todas iguales, hay algunas que parecen mansiones.

- No os asusteis, no es ninguna fiesta de alta gama ni nada de eso.- Nos dice riéndose seguramente por la cara que hemos puesto al ver todas estas casas.- Aquí viven los padres de mi amigo, él no vive con ellos pero como se han ido de vaciones le han dejado las llaves, y va a hacer fiestas todos los días durante un par de semanas.

Empiezo a escuchar música y entonces veo que en una de las últimas casas hay muchos coches aparcados alrededor y un montón de gente fumando y bebiendo en el porche de la casa. Brian aparca a unos cincuenta metros de la fiesta ya que no hay más sitios libres y nos encaminamos hacia la casa. Cada vez el ruido es mayor, no quiero saber lo que pensarán los vecinos de este lujoso lugar acerca de todo este escándalo.

Un poco antes de llegar a la casa Brian me coge por la cintura y acerca su boca a mi oído.

- Andate con cuidado con los tios que va a haber aquí, no te quitaré el ojo de encima.- Me dice en voz baja. Cuando Brian y yo estábamos saliendo siempre estaba sobreprotegiéndome y vigilando que ningún tío raro se me acercara, aunque ahora que ya no estamos saliendo es un poco raro que lo siga haciendo pero la verdad esque me hace sentir más tranquila el saber que se preocupa por mí y que no va a dejar que ningún tío me haga hacer algo que no quiero hacer.

Entramos en la casa, Brian se queda hablando con Mark y otros chicos, Hannah y yo vamos a la cocina, toda la casa esta llena de gente y el ambiente está muy animado, en la cocina han puesto una barra un poco improvisada, hay dos chicas y dos chicos repartiendo las bebidas, nos sentamos en unas sillas libres y pedimos unos cubatas. Cerca de nosotras hay un grupo de tres chicos, me suenan sus caras pero no sabría decir quienes son, nos sonríen y se acercan a nosotras.