Throw signs | Liam Hemsworth

Capítulo 22

El ultimo día en Australia fue de lo más estraño. No sabía si llorar porque no quería irme o echar a correr y salir de allí. En la casa la tensión era evidente, Caroline y yo nos ignorábamos aunque de vez en cuando ella me echara alguna mirada asesina.

En cuanto a Liam, desapareció. No volvió a la casa ni para despedirse. Una parte de mi esperaba que viniese al aeropuerto pero no lo hizo. Aunque lo nuestro no pudiese ocurrir no creo que fuese necesario acabar de esta forma tan dramática, no entiendo muy bien su reacción lo cual me enfada bastante.

Me acomodo en el asiento del avión y me preparo para un viaje larguísimo de vuelta a casa. Escucho los mensajes que mi prima me ha enviado intentando hablar en italiano, hablo un rato con Brian y veo alguna película que logre tenerme distraida un tiempo.

Alice está sentada entre Caroline y yo, ninguna ha abierto la boca desde que nos subimos al avión, basicamente porque Alice se quedó dormida antes de que el avión despegara y yo no tengo pensado dirigirle la palabra a Caroline.

...

Me despido al bajar del coche aunque solo recibo la respuesta de Alice. Cojo mis maletas y entro en casa. Está vacía y en completo silencio, sólo se escucha el casi inaudible sonido que hace la nevera. Subo a mi habitación y pongo a cargar mi móvil. Lo primero es llamar a mi tía para decirle que llegué bien pero no sé que hora es en italia asique les envío un mensaje diciéndoles que ya estoy en casa.

Tengo una llamada perdida de Brian de hace menos de una hora. Son las tres de la madrugada asique no estoy muy segura de si devolverle la llamada, no quiero despertarle. Mientras yo estoy debatiéndome entre llamarle o no, su nombre aparece en la pantalla de mi teléfono.

- Hola.- Digo en voz baja llevándome el teléfono a la oreja.

- Hola.- Escucho la voz de Brian al otro lado de la línea.- ¿Ya estás en casa?.

- Si. Acabo de llegar.- No sé porqué estoy hablando en voz baja.

- En veinte minutos estoy ahí.- Es lo último que dice antes de colgar. Ni siquiera me da tiempo a contestarle.

Aprovecho esos veinte minutos para darme una ducha bastante larga, hasta que presiento que me voy a convertir en una uva pasa. Me pongo un pijama cómodo que encuentro en el armario pero no deshago la maleta, ya tendré tiempo mañana.

Doy un respingo al escuchar el sonido del timbre. Bajo corriendo las escaleras, según abro la puerta y veo a Brian me abalanzo sobre él. Le he echado de menos. Me quedo un poco impresionada al ver que no me devuelve el abrazo. Me separo de él y le miro con el ceño fruncido.

- ¿No tienes nada que decirme?.- Su rostro es serio. No sé si esta actuando o está enfadado de verdad.

Sus palabras me dejan pensando durante unos segundos.

- No...- Digo mirándole un poco confusa. Bueno, bastante confusa.

- ¿No tienes que pedirme perdón por haberme llamado una sóla vez en todo el tiempo que pasaste en Australia?.- Dice con una sonrisa pícara.

- Me habías asustado.- Digo dándole un pequeño empujón.- Y lo siento. Soy una persona horrible.

Ahora es él quién se acerca y me abraza.

- Seguro que estabas muy ocupada haciendo otras cosas.- Dice guiñándome un ojo.

Le doy un golpe en el hombro por haber dicho eso y nos sentamos en el sofá. Con Brian todo fue más fácil, más sencillo. Él siempre ha estado ahí para mi, y aunque no lo vea de la misma forma que hace unos meses. Le quiero muchísimo.

- ¿Qué has hecho tu durante estas semanas?.- Hemos estado hablando de todo lo que ha pasado en Australia. Le he contado todo desde el día que conocí a Ashton hasta el viaje de vuelta. Ahora quiero saber que ha estado haciendó él con su vida.

- He estado bastante ocupado yendo a todas las fiestas a las que he podido.- Dice en tono pausado.- Porcierto creo que Mark tiene algo en mente y creo que tiene que ver con Alice, no me ha dicho nada pero le conozco y no puede ser nada bueno.

- Primero con Hannah, menos mal que ella no le hizo caso, pero Alice, bueno ella no me lo dijo directamente, pero creo que esta un poco pillada por Mark.

- Eso no es algo normal en Alice.- Dice sorprendido.- Aunque creo que todos lo notamos el día de la fiesta de James.- Dice con un pequeña sonrisa.

- Mark es un gilipollas.- Contesto cortante.- Hablaré con ella, no quiero que acabe mal por ese tío.

Nos ponemos a ver una película, pero no llevamos ni veinte minutos cuando noto que me pesan los párpados y me quedo dormida.

Me despierto cuando algo se mueve a mi lado. Tardo un poco en darme cuenta donde estoy. Ayer a la noche me quedé dormida en el sofá viendo una película con Brian.

Él acaba de sentanrse en el sofá con dos tazas de café en las manos.

- ¿A qué no sabes que hora es?.- Me pregunta dándome una de las tazas.

Tengo sueño, volvería a dormirme en diez segundos si me vuelvo a tumbar pero el sofá no es el sitio más cómodo para dormir y me duele un poco la espalda.

- ¿Las nueve?.- Tengo la sensación de que he dormido menos de cuatro horas.

- Las doce y media.- Dice sonriendo.- Hoy tengo que ir a comer a casa de mis padres. ¿Quieres venir?.

- Voy a llamar a Brooke y Rose por si quieren quedar para comer, para ponernos al día, me da la sensación de que no he hablado con ellas en años.- Digo levantandome del sofá.- Pero dale un beso a tus padres de mi parte.

- Vale, hablamos a la tarde.- Dice levantándose del sofá. Se acerca a mi y me da un abrazo.- No te preocupes por el chico Australiano, se acabará dando cuento de lo que se ha dejado atrás.

Le doy un beso en la mejilla y se va.

La casa vuelve a quedar en silencio. Le mando un mensaje a Brooke y Rose por si quieren quedar para comer y otro a Alice, aunque no creo que ella este despierta. Brooke es la única que dice que si. No recibo respuesta de Alice y Rose dice que ya tiene planes.

Desago la maleta y aprovecho para limpiar un poco la casa. Mis tíos llaman poco después y me alegra saber que se lo estan pasando muy bien en Italia. Despues le pasan el teléfono a Hannah que se pasa unos quince minutos hablandome sobre los chicos italianos y otras quince minutos haciéndome un interrogatorio sobre Australia, aunque me salto partes de la historia que prefiero contárselas en persona.

A las dos de la tarde suena el timbre, cojo mi bolso y salgo de casa para encontrarme con Brooke, según abro la puerta se abalanza sobre mi para darme un abrazo.

- Te he echado de menos.- Le digo con una sonrisa.

- Yo tambien, no sabes cuanto.- Dice resoplando.- Contigo y Alice en la otra punta del mundo y Rose aunsente no sabía con quien hablar.

- ¿Qué le pasa a Rose?.- Es bastante raro que no viniese a comer con nosotras.

- No lo sé.- Dice encongiendo los hombros.- Lleva así desde poco despues de que vosotras os fueseis. Creo que tiene novio, pero no nos lo quiere decir.

Caminamos menos de diez minutos y nos metemos en el primer restaurante que encontramos, hace muchísimo calor en la calle y al menos dentro tiene aire acondicionado. Nos sentamos en la primera mesa libre que encontramos. Cuando estamos sentadas me inclino un poco sobre la mesa.

- Quiero que me cuentes todo lo ha pasado con Karen y Giselle.