Estoy con la mirada perdiada en algún punto de la habitación. Sé que los ojos de Liam están clavados en mi pero aún no soy capaz de mirarle. Es la primera vez que cuento lo que le pasó a mi familia sin soltar una sola lágrima, y he necesitado toda mi fuerza de voluntad para no hacerlo.
Supongo que lo que le pasó a mi familia me hizo ser quién soy ahora. Me hizo madurar y darme cuenta de que la vida no es fácil y muchas veces tampoco es justa.
Giro mi cabeza para encontrarme con los ojos de Liam, y veo algo en ellos. Esa mirada, la que llevo viendo en los ojos de la gente desde hace dos años. Cuando las personas se enteran de los que le pasó a mis padres y a mi hermano pasan a tratarme de otra forma. Lástima, eso es lo que siempre aparece en sus miradas.
- No me mires así.- Digo con un hilo de voz mientras aparto la mirada.
Me gustaría que la gente dejara de mirarme como "la pobre niña que perdió a su familia". Piensan que si me tratan diferente me van a hacer sentir mejor pero es todo lo contrario. Lo único que consiguen es recordarme lo que pasó y hacen que todo sea más complcado para mi, al intentar superarlo.
Un incómodo silencio se instala entre nosotros. Supongo que él no sabe que decir, no se esperaba esta respuesta.
- ¿Puedo hacerte yo una pregunta?.- Digo intentando cambiar de tema.
- Me temo que vas a preguntarlo de todas formas.- Responde y me dedica una sonrisa.
- En realidad es para que me confirmes una cosa.- Digo intentando explicarme.- El otro día escuché a Elsa decir que estuviste a punto de casarte.
Su expresión cambia por unos segundos. Supongo que mi pregunta le acaba de pillar por sorpresa.
- Es verdad.- Dice sentándose en la cama, a mi lado.- Me prometí hace cuatro años pero nunca llegué a casarme. El compromiso se rompió un año después. De hecho no he tenido nada serio desde entonces.
Nos pasamos hablando una hora. Y no sé de donde saco el valor para volver a contar cosas de mi pasado. De como fueron los meses después de la muerte de mis padres, lo más duro fue cuando volví al instituto y todo el mundo se había enterado. Incluso los profesores empezaron a tartarme diferente. Esa fue mi época de "Odio el mundo y todo cuanto está en él". Aunque en mi defensa tengo que decir que esa época no duró mucho.
El ambiente ha dejado de ser incómodo y ha pasado a ser una conversación agradable. Nos hemos estado riéndo mientras contábamos anécdotas de cuando éramos pequeños.
- Una vez le tiré un cuchillo a Chris y le quedó una cicatriz cerca de la ceja.- Sus palabras me dejan sin habla unos segundos pero despues empiezo a reirme.
- Recuérdame que nunca me meta contigo.- Digo intentando parar de reirme.
- Estábamos jugando. En realidad soy una persona pacífica.- Me dice con una mirada juguetona.
Liam me sonrie y me agarra de la cadera para que estemos más cerca. Me siento a horcajadas sobre él y uno nuestras bocas. Sus manos acarician suavemente la parte baja de mi espalda lo que provoca que todo mi vello se erice.
En un rápido movimiento me quito la camiseta y puedo ver el deseo en sus ojos cuando se da cuenta de que no llevo puesto sujetador.
Una pequeña sonrisa se escapa de mis labios.
Me tumbo en la cama mientras en se quita el calzoncillo. Coge el condón en unos de los cajones de la mesilla de noche y se lo pone.
Se acomoda encima de mi, obligándome a abrir mis piernas para darle libre acceso. Lo siento golpeando mi centro y espero un tanto impaciente.
En unas décimas de segundo me quita las bragas que es lo único que nos separaba.
- Te quiero.- Dice en un susurro.
Y entonces, en un movimiento, penetra dentro de mi, haciendo que me muerda mi labio inferior con fuerza, ahogando un grito de placer.
Clavo las uñas en su espalda al sentir que las embestidas se vuelven más rápidas y profundas.
Siento la presión entre mis piernas que me dice que estoy a punto de llegar. Liam junta nuestros labios justo en el momento, impidiéndo así que se oigan mis gemidos.
Un gran gruñido sale desde lo profundo de su garganta, dejándolo completamente inmóvil.
Espero que nadie nos haya escuchado. Que vergüenza...
Deja un suave beso en mis labios, sale de mi interior cuidadosamente, y se tumba a mi lado. Me rodea con uno de sus brazos y apoyo mi cabeza en su pecho.
Este debería de ser el momento en el que me quedo dormida con una sonrisa tonta en la cara. Pero por mi cabeza sólo hay dudas de si he hecho bien teniendo sexo con él o debería haber esperado a hablar bien las cosas.
Al fin y al cabo mañana me voy...
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Throw signs | Liam Hemsworth
Fanfiction¿Puede un viaje cambiar tu vida? Emily, tiene 17 años, hace dos años hizo un viaje, y desde ese momento su vida cambió drasticamente. Gracias al apoyo de sus amigos logró seguir adelante pero una parte de ella es incapaz de superar el pasado. ¿Podrí...