¡Cumple con intruso!

169 18 2
                                    

Capítulo XVIII

El día comenzó muy temprano en la mañana, Jaicob nos recogió para llevar algunas cosas al chalet, mamá llevaba preparativos y comida, yo llevaba las cosas de Ian y a sarita, debíamos llegar antes que los de la decoración y íbamos tarde, cuando llegamos ya estaban los de la decoración esperando, dejamos todo en casa y empezamos a decorar, a las tres de la tarde el lugar estaba listo y la comida y pasa bocas casi listos.

Ian estaba feliz y nosotros muy atareados, corriendo de un lado para el otro hasta que todo estuvo listo aproximadamente a las cuatro, la gente empezó a llegar y la fiesta comenzó a las cinco.

---- Todo esta saliendo de maravilla. - confesó Jaicob abrazando me por la espalda.

---- Lo sé, Ian esta feliz. - Digo soltando un suspiro nostálgico.

---- Si él peque esta encantado. - Dijo mirando a Ian con una sonrisa dulce.

---- Gracias por todo lo que hiciste hoy, amor. - Le digo y lo abrazo con fuerza.

---- Que mejor agradecimiento que sus sonrisas. - Me dice besando mi frente dos veces.

Aproximadamente a las siete al estar finalizando la fiesta vi una persona a lo lejos que hizo que mi cuerpo se erizara por completo.

---- Es ... - balbucee mirando a Jaicob.

---- Que te pasa? Estas bien, amor? - Dijo mirándome fijamente.

---- Amor, es... Es... Es él. - Dije señalando un hombre a lo lejos.

---- Quien es, amor? - Me pregunto mirando al hombre que señale.
.
---- Es él, es E... Emilio. - Dije con dificultad.

---- Que! - Dijo tomando mi mano ---- Estas segura?

---- Si... - Dije llorando en un mar de nervios.

Jaicob intento encontrar al hombre que yo aseguraba era el mismo que me había violado a mis trece años, pero el hombre desapareció entre la multitud que se marchaban de el lugar.

---- Donde esta Ian?! - Gritaba yo por todo el lugar.

---- Ian! - Gritaba mamá.

---- Que pasa? - pregunto Jaicob tras volver de buscar al hombre.

---- Jaicob, donde está mi hijo?! - Gritaba desesperada con lágrimas en los ojos.

---- Ian! - Grito Jaicob en dirección a la puerta.

---- Mamá, se llevó a mi hijo. - Le digo desvaneciendome en el suelo.

---- Quien, hija? Quien se llevó a Ian? - Me pregunto tomando con fuerza mi mano.

---- Emilio, Emilio se llevó a mi hijo. - Le dije arrancando el pasto del suelo.

Los ojos de mi madre se abrieron como dos platos enormes y abrió su boca pero de ella no salió ninguna palabra.

Jaicob Gritaba como loco llamando a Jaicob y ya no había gente, estábamos solos y era obvio que Ian tampoco estaba allí. Sentí morirme y estaba viva.

---- Él lo tiene... - repetí una y otra vez.

Jaicob se tiró a mi lado y sus ojos estaban más fríos que nunca, sus ojos expulsaban una frialdad que sólo podían expedir los ojos de un asesino.

---- Lo vamos a encontrar. - Me dijo y empezó a llorar.

---- Mi hijo! Por que! - Grite yo hasta que no pude pronunciar palabra alguna.

---- Hija, tenemos que ir a la policía. - Dijo mamá abrazándome.

---- Debemos ir, amor. - Dijo Jaicob y en sus ojos podía ver que sentía lo mismo que yo.

Me levanté y nos dirigimos a la estación de policía más cercana.

---- Se llevaron a mi hijo, hoy en su fiesta de cumpleaños. - explico Jaicob al policía.

---- Hace cuanto? - pregunto el policía.

---- Una hora aproximadamente. - Contestó Jaicob tomando mi mano.

---- Deben esperar cuarenta y ocho horas para poder reportar al menos como desaparecido. - explico el policía.

---- Es sólo un niño! - Grito Jaicob.

---- Lo único que pueden hacer es dejar una foto reciente por si cualquier cosa y un número de contacto. - explico el policía acabando con mi paciencia.

---- Tiene dos años, le puedo asegurar que no se fue de fiesta. - le dije irónicamente.

---- Entiendo por lo que está pasando, señorita. Pero es lo único que podemos hacer. - Me dice y yo exploto.

---- Claro que no entiende, usted tiene a sus hijos a salvo y obviamente no puede hacer más, por que es un idiota que no sirve para mierda. - Grité desmoronandome en medio de mi tristeza y caí al suelo en medio de llanto.

Nos fuimos de allí y en un abrir y cerrar de ojos ya llevaba cinco horas desaparecido.

Mi hijo estaba desaparecido y yo había visto a Emilio en la fiesta, coincidencia, no lo creo.

Jaicob y mamá se fueron a buscarlo mientras yo estaba en medio de una crisis de nervios, estaba temblando mi cuerpo sudaba frío y mis ojos eran una cascada espesa de lágrimas y en medio de mi desesperación me di cuenta de que no había visto a sarita desde antes de que Ian desapareciera.

-Halo? - Dije al contestar el teléfono.

-Hola ricura. - Me dijeron al otro lado de la línea y pude reconocer esa voz.

-E... Emilio. - balbucee.

-El mismo, pero un poco más viejo. - dijo riendo.

-Donde esta Ian? - le pregunté enterrando mis uñas en mi pierna.

-Te refieres a mi hijo? - Me pregunto y yo quedé helada.

-También se hacer cuentas y estos tres años en prisión tuve mucho tiempo para hacerlas. - Me dijo enojado.

-Donde esta?! - le grité.

Él está bien y tú perrita esta con él. - respondió y mi mundo se venía abajo.

-Donde esta?! - dije mientras escuchaba su risa.

-Luego te llamo primor, tus palabras a alguna persona podrían costarle la vida a nuestro bebé - dijo y me colgó.

-Donde esta mi hijo! Noooo!- Grité una y otra vez.

Me estaba enloqueciendo, no podía pedir ayuda, no podía contarle a nadie, no podría encontrarlo, y no dejaba de atormentarme que ese cerdo tuviera en sus manos a mi bebé.
Tome valor una hora después de su llamada, después de no saber que otra cosa hacer y devolví la llamada a el número del que me había llamado y para mi suerte contestó.

-Dime primor - Contestó.

-Por favor, devuélvemelo. - Supliqué.

-Te costará bebé. - Dijo con una risa egocéntrica.

-Haré lo que me pidas - Dije entre llanto.

-Ve a la cabaña #09 la del aseó y aquí te diré que puedes hacer por mí, te va a gustar.

Colgué y me dirigí a la cabaña que me había indicado sin pensar en mí o en lo que sabía que iba a pasar. Al llegar abrí la puerta y entré, en el baño estaba mi hijo y estaba sarita.
Cuando me acerqué para tomarlos me tomaron por detrás y pusieron un papel húmedo en mi nariz y boca, peleé con todas mis fuerzas pero terminé inconsciente.

Lágrimas De Sangre. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora