Capítulo 3 | Segundo encuentro |

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Anastasia

Ya han pasado 3 días desde que lo ví y aunque dije que no pensaría  y  me olvidaría de él, no lo he hecho me engaño a mí misma en decirlo, siempre de regreso a casa recuerdo ese pequeño incidente y  esos hermosos ojos grises.

Estoy llegando al trabajo como siempre y volviéndose parte de mi rutina diaria me encuentro con Kate y en el transcurso del camino vamos hablando de lo que haremos ya que mañana es sábado y por fortuna nos toca día descanso a ambas, ella me dice que tendrá una cita con su hombre ideal y yo lo que hago es reírme a carcajadas ya que siempre dice lo mismo, ella se detiene se cruza de brazos y  yo trato de controlar mi ataque de risa al verla sin ningún rastro de broma es más diría que hasta molesta se ve , ella me  dice que esta vez es enserio que el realmente le gusta para algo más que solo una noche...«Pero como pensar que Katherine diga algo así » Me sorprende y me pregunto mentalmente como será ese hombre que la tiene así , entonces.

Seguimos nuestro camino...

Kate cambia de conversación y me invade de preguntas.

— Hay Ana entonces ¿qué harás mañana? — pregunta y puedo darme cuenta que está tratando de buscar hasta lo más profundo de mí, que le diga que tendré una cita con un chico y sé que eso es lo quiere escucharme decir. Así que respondo:

— Nada Kate estaré en mi casa descansando como siempre ¿porque? — le digo para que termine este interrogatorio.

—  Hay Ana deberías salir más y darte la oportunidad de conocer chicos —  ruedo los ojos al escucharla decir  lo mismo de siempre pero  ambas sabemos cómo acaba esta conversación.

— Ya Kate siempre es lo mismo y ya me canse de decir las misma palabras creo que todavía no he encontrado a la persona ideal para  mí —  digo ya forzado mi frase de siempre.

Ella no me entiende, no quiero ser de andar con uno y otro chico probando si llenas mi expectativas, no es que la critique por su vida pero eso no es lo mío, yo lo único que quiero es encontrar a una persona que me quiera, que me ame que me demuestre que nuestro amor puede todo superar a pesar de los problemas que sucedan, que tenga su apoyo y confianza en mí, que me permita ser todo de el como él lo será todo y que junto creemos nuestro propio mundo de amor sobre todos...
Sé que es mucho lo que pido pero  esperare el tiempo que sea  y si ese día llega y nunca lo dejaría ir...

—  ¿Y cuándo va hacer eso Ana? — dice ella molesta y haciendo ese gesto que tanto me molesta ese que levanta una de sus cejas y queda mirándome fijamente como retándome a darle la respuesta que ella le gustaría oír.

—  Ya veremos Kate ahora si a trabajar — digo para ya terminar esto y le doy un abrazo. La quiero mucho pero a veces es insoportable pero sé que lo único que quiere es que sea feliz.

—  Está bien Annie, tú sabrás cuando sea el mejor momento —  me dice con un tono más dulce. Así que entramos al trabajo y empezamos a atender a los clientes y hasta ahora ha ido bien en la propina, el tiempo pasa rápido, ya casi es la hora de salida nos falta dos horas. Esas horas se pasan volando y más con el restaurant lleno y a pesar de faltar minutos para salir me mandan a atender a un cliente, el gerente según dice que es muy importante, así que me pide de favor que lo atienda.

—  Ana, ya sé que está por terminar tu turno, pero aún no llega Mike, y este cliente merece un trato especial... Por favor apóyame atiende a ese distinguido hombre —  me dice con una voz tan amable.

— Claro que sí, lo atenderé lo mejor posible —  respondo un poco disgustada. No puedo negarme Edward fue un gran amigo de mi papa, además me ha apoyado mucho y me ayudo a conseguir este trabajo.

Camino hacia la mesa pienso ¿Porque no ha llegado Mike? el otro mesero. He llegado a la mesa y me doy cuenta que hay una persona y no lo logro ver bien porque esta de espalda, esa silueta me recuerda a alguien pero rápidamente aparto esa idea de mi mente.

Entonces aclaro mi voz y le ofrezco la carta.

—  Buenas noches señor mi nombre es Anastasia y por esta noche le atenderé le traigo la carta para que ordene —  digo al presente con una voz clara y firme.

Al inclinarme y dejar la carta sobre la mesa volteo a verle  ¡oh por dios! es el hombre con el que choque en la calle, el me observa nuevamente pero ahora con una sonrisa en su rostro...Hay que sonrisa tan hermosa.

Me quedo mirándolo atontada como una
niña.

—  Buenas tardes señorita gusto en volverle a ver — dice con esa voz tan varonil y lo dice como si alegrara de verme, aunque creo que ese no es el caso y me digo Anastasia estas en horas de trabajo, reacciono y trato de guardar la compostura y menciono.

—  Este es nuestro menú de hoy... Elija el que mejor sea de su agrado —  digo lo más claro que puedo.

Trato de no parecer nerviosa ante él, pero sé que no voy a poder resistir mucho en cometer una torpeza. Y es ahí cuando me reprocho a mí misma el no haberme arreglado un poco más.

Siempre Has Sido Tu «Terminada »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora