— Sé que me lo agradecerás muy pronto—dice Ems mientras se sienta en un sillón donde perfectamente puede dormir una persona muy cómodamente.
— Ven recuesta tu cabeza en mis piernas—sé que está asustada ya que la última vez que me puse así de mal fue cuando Daniel me dejó. Me río cuando veo que su pancita utiliza el espacio que me evita recostarme, ella se ríe junto conmigo así que solo me acuesto a su lado.
— Herí a Jayden...—susurro.
— Tienes razón— ¡Vaya amiga!
— Debo pedirle perdón—intento salir, pero me toma del brazo y me obliga a recostarme.
— Aún no—comienza a acariciar mi cabello— ¿Recuerdas cuando te pusiste mal y fuimos al centro comercial? —sonrío al recordarlo, como era mi primera decepción amorosa no sabíamos que hacer, pero cuando fuimos al centro comercial una cosa llevo a otra y terminamos mojadas en la fuente de agua.
— Siempre te apoyé y sé que Jayden también lo hará...solo deja de desconfiar. Todos los vamos a apoyar, te aseguro que tu guapo novio solo está aprendido a llevar esto bien, es difícil Azul y tú lo sabes, estamos hablando de que es su familia contra la que van a tener que luchar, también a él le duele. Está bien que quieras luchar por mi precioso Kian, pero no pierdas esto que tienes con Jayden por no comunicarte, recuerda como termino eso la última vez...—puede sonar como que soy mala amiga, pero a partir de ahí ya no escuché a Ems, cerré mis ojos con todo el pesar de mi corazón sintiéndome exhausta.
Un grito estridente me hace despertar asustada, de manera rápido me quito la manta que tenía encima, en algún momento debieron de moverme a la cama, me levanto rápidamente checando que mi bambino está bien, está riendo y jugando con el juguete móvil que cuelga en su cuna y por eso decido ir a ver que es lo que está pasando.
— ¡Te pedí que te alejarás de mí! —esa es Emily, llego a ella que está recargada en la puerta cerrada del departamento.
— ¡Solo déjala! —se escucha desde afuera como grita mi Fratello.
— ¡Amigo no es momento! —suplica Jayden también desde afuera— Es muy en serio ¡Cállense o van a levantar a princesa!
Me acerco a ella sosteniéndola a mi lado, se ve tan demacrada que me asusta que se pueda desmayar en cualquier momento.
— ¿Te vio? —le pregunto de inmediato, pero ella solo niega con su cabeza.
— No, afortunadamente llegó gritando que le abrieran porque sabía que yo estaba aquí así que solo salieron Will, Axel y Jayden a sacarlo de aquí, Jordan se fue por alguna cosa del trabajo y después él llegó, él volvió, Azul—me cuenta entre hipidos, esto no puede ser bueno para la salud del bebé y eso de repente me molesta.
La suelto y me aseguro de salir con cuidado, veo a Jayden sosteniendo a Tyler y a Will "protegiendo" el camino a la puerta para que no entre, mientras que Axel tiene ambos brazos extendidos como separándolos a todos
— ¿Que sucede? —pregunto, solo así me voltean a ver.
— Nada princesa solo...es Tyler quiere hablar con Emily—la ira se apodera de mí y sin pensarlo dos veces me acercó a él, está en vez de darle una bofetada le doy un puñetazo justo en cara, todos están muy sorprendido y cuando miro mis nudillos pego un grito porque ¡Hay sangre en mis manos!
— ¡Sorella! —grita Will corriendo a mi lado.
— ¡Princesa! — Jayden quiere soltar a Tyler, pero le hago una seña para que se detenga.
— Estoy bien...creo, pero ¡Tú! —señalo a Tyler— No tienes derecho de estar aquí, eres un maldito cobarde que no supo valorar a mi amiga, si de verdad quieres hablar con mi amiga te vas a ir a calmar y esperar a que se te baje esa borrachera y solo así podrías esperar a saber si Emss habla contigo, no es el modo Tyler, te advertí que si la lastimabas lo ibas a pagar y no dudes que haré valer mi palabra, ahora vete y cuando estés en tus cinco sentidos regresas—sin duda alguna este día será fatal, un humor fatal, malas noticias y mucho coraje con Tyler.
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Todo por él
Lãng mạnLos Miller #1 Azul Miller es una chica verdaderamente inteligente y muy poco sociable, mientras que Jayden Ferreira es totalmente su contraparte, es despreocupado y extrovertido con el mundo que le rodea. A simple vista ellos son el cliché perfecto...