Todo por él

Capítulo 29. Azul

Tengo una sensación de impotencia al ver a mi mejor amiga, Emily está llorando sobre mi regazo, me contó entre llantos y gritos de desesperación la infidelidad de Tyler y cómo es que esa otra chica de Madrid está embarazada también con un bebé de él. Si llego a verle la cara a ese imbécil es seguro que quiera golpearlo con ganas.

— Lamento haber interrumpido tu salida con Axel, no era mi intención—me dice llorando, acaricio su cabello y agradezco que mamá Eva no esté en la casa.

Cuando recibí su llamada de que estaba en el hospital fue el mismo Axel quien me trajo a la ciudad, la despedida con su hermana no fue nada linda porque ella cree que Axel está enamorado de mí y yo sé que eso no puede ser. Lo que más me destrozó el corazón fue cuando vi a Ems llorando desconsoladamente en esa fría habitación de hospital, no le permitió a Tyler verla una vez que despertó y por supuesto tampoco le notificaron del embarazo de Ems.

— ¡Yo lo amaba Azul! —grita desgarradoramente— ¿Y sabe que es lo peor? ¡Que lo sigo amando!

— Déjà vu—se me escapa la palabra por si sola.

— ¿Cómo? —pregunta Ems confundida.

— Suena mucho a lo que te dije cuando Daniel me dejó ¿Lo recuerdas? Estuviste para mí y quiero que sepas que aquí me tienes, sola no estás ¿Le dijiste a mamá Eva de tu embarazo?

— Sí le dije, ella al parecer es la única feliz con la noticia—me abraza casi sacando el aire de mis pulmones— Daniel aún es un estúpido y no supo valorarte, tú no tienes por qué llorar por él, tus lágrimas valen mucho como para que llores por el idiota ese—me susurra al oído.

— Exacto Emily, tú me ayudaste cuando pasó lo de Daniel ahora es mi turno de apoyarte, no te dejaré y yo te lo dije con o sin Tyler tu bebé será muy feliz porque tendrá una mamá, un primo maravilloso en Kian y una tía que lo amarán y enseñaran muchas cosas, lo vamos a consentir y para que tú no te desveles aquí estaré ayudándote de día o noche, con lluvia o nieve, soy tu amiga y no te abandonaré, si Tyler no te valoró es porque no te merece, tus lagrimas valen mucho no las desperdicies por un idiota— Ems me abraza aún más fuerte y sonríe secándose las lágrimas, aun se ve muy cansada quizás lo mejor es que duerma un poco, pero no creo que lo haga, conozco la sensación de tener bastantes cosa en la cabeza como para poder dormir.

— Gracias Azul.

— Para eso estamos las amigas Ems.

— ¿Dónde dejaste a mi bello sobrino? —pregunta separándose de mí y viendo para todos lados.

— No creo que te hayas dado cuenta, pero cuando llegué Axel estaba conmigo y al verte me preguntó si no quería que sacara a dar una vuelta al bambino...Y al verte yo accedí—me mira horrorizada.

— ¡Axel estuvo aquí! ¿Y me vio así? —dice mirando su ropa que consiste en un pijama rosa con flores.

— No te preocupes ni siquiera lo notó y te ves hermosa, lo único que no va contigo son esos ojos rojos e hinchados.

— Intentaré dejar de pensar en Tyler, pero no creo que pase honestamente, tu mejor que nadie sabe lo que es tratar de olvidar una traición —sonrío melancólicamente yo jamás olvide la traición de Daniel y veo muy difícil olvidarla solo aprendí a vivir con ello.

— No me has dicho ¿Qué pasó cuando le dijiste que tú también estabas embarazada? —me siento en la cama y cruzo mis piernas.

— Mmm...Hay un noventa y nueve punto nueve, nueve, nueve por ciento de posibilidad de que Tyler no sepa que estoy embarazada—se muerde el labio nerviosamente.

— ¡No le dijiste que estas embarazada! —no puedo evitar gritar.

— ¡No tan alto que tengo dolor de cabeza! Y bueno, ¿qué querías que le dijera? ¡Tyler yo también estoy embarazada deja a esa tipa y quédate conmigo! Claro que no, no podía hacer eso, ese bebé merece un padre—agacha la cabeza tristemente.