Capítulo 32. William

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Un sonido lejano comienza a martillar en mi cabeza, ¿Es ese el timbre de mi celular? No importa, si es urgente llamaran de nuevo. Acomodo mi brazo debajo de la almohada para darle la espalda al estruendoso ruido y obtener mis cinco minutos obligatorios antes de conectar completamente mi cerebro, pero el sonido regresa, gruño de molestia volviéndolo a ignorar.

Un segundo, dos segundos, tres segundos, cuatro segundos, cinco segundos y ¡Basta! ¡Ya me cansé!

— ¡Bueno! —contesto gritando con tono mal humorado.

— ¿William? —es una sorpresa que sea Jayden.

— ¿Que sucede? —bostezo— Más te vale que sea de vida o muerte porque has interrumpido probablemente el mejor sueño que he tenido.

¿Dónde estás? —suena cansado y me sorprende que no le haya molestado el cómo le hablé.

Abro mis ojos para enfocar correctamente el lugar y... ¡Por Dios! ¿Qué hice anoche?

Estoy en la misma cama que Emily y ella esta ¡Desnuda! si hice lo que estoy pensando Azul me dejará sin hijos. El pánico se introduce en todo mi cuerpo, yo jamás me había acostado con una mujer embarazada, yo jamás me había acostado con una amiga de mi hermana ¡YO JAMÁS ME HABRÍA ACOSTADO CON EMILY!

¿Will? —la voz de Jayden me hace volver a la realidad.

— Jay...Jay...Jayden...estoy en casa de Emily—mi voz es apenas audible y más le vale haberme escuchado porque no lo volveré a repetir.

Necesito que vengas al hospital—mi preocupación aumenta.

— ¿Qué sucede?, Qualcosa è accaduto a mia sorella? (¿Algo le pasó a mi hermana)

No te entiendo, pero Kian se puso mal ¿Qué Emily no te contó nada? —mi mente recuerda que anoche ella estaba llorando y yo llegué por petición de mi Sorella que no dijo mucho solo me ordenó que le hiciera compañía, Ems y yo hablamos, bebí un poquito y... ¡Por favor! ¿Por qué no pude mantener mi bragueta cerrada? Golpeo mi frente olvidando por un momento al bambino.

— ¿Qué le sucedió al bambino? —me pongo de pie y me coloco mi ropa, mi camisa no la veo por ningún lado. Es tan extraño estar aquí, seguramente si mamá Eva me viera se molestaría mucho, las paredes de color rosa me comienzan a asfixiar. Dios... yo la ayudé a pintar todo esto ¿Cómo fui tan idiota?

No te preocupes. Estamos en el hospital central por favor necesito que me ayudes con algo...en realidad son dos cosas—¡Encontré mi camisa! ¿Qué hace arriba del espejo?

— Claro, ya voy, pero como comprenderás le tengo que avisar a mis padres—¡Ahora no encuentro un zapato!

Por mí no hay problema, en dos horas estaría perfecto para que llegues, urge y ya casi se acaba el tiempo—al final encontré mi zapato que estaba en el guardarropa. Cuelgo el celular sintiéndome mal, volteo a la cama y veo como Ems está acomodada de costado con su bonito cabello rojo esparcido por toda la almohada blanca, logra un contraste muy bonito en ella.

Siempre supe que Ems es una chica preciosa, incluso embarazada no pierde ese encanto, la molestaba con lo sexi que se veía cuando andaba desarreglada, pero no me creí capaz de cruzar esta línea con ella.

¿Debo despertarla? No es alguien madrugador y yo tampoco, ¿La despierto? ¿No la despierto? ¿La despierto? ¿No la despierto? He aquí mi dilema.

— ¿Will? —me paralizo en mi lugar haciéndome imposible correr.

— ¡Emily! —sonrío nervioso, ella voltea a nuestro alrededor y parece que se da cuenta de lo que pasó porque sus mejillas se tiñen de un rojo intenso, deja de hacer eso mujer suplico en mi mente, ya es bastante la vergüenza que siento.

Todo por élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora