Capítulo 16. Jayden

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El imbécil de mi hermano ya lo sabe, sabe de Kian, se creyó con el derecho de interrumpir uno de mis entrenamientos de fútbol para ir a gritarme en la cara estoy seguro que si no hago algo los próximos en enterarse serán mis padres y no estoy listo para someter a princesa a su horrible interrogatorio. Mejor dicho, no quiero hacerla pasar por ese amargo trago.

Eso definitivamente me dejó en un mal episodio y cedí ante Susana que me había buscado durante días, cuando salí de ese maldito cuarto del intendente vi la mirada de Princesa, sus tristes ojos verdes se apagaron, pero no me dijo nada. Decidí que estoy harto, desde que Kian llegó a nuestra vida Azul es la que ha estado siempre con él, pues ya no me importan los demás, es mi sobrino, es mi hijo y quiero hacer algo bien por él, ahora que sé que mis padres pueden venir más temprano que tarde estoy listo para protegerlos a los dos porque Kian y Princesa son un paquete hermoso.

Caminando al departamento de princesa me di cuenta de la multitud que había y la horrible escena de un incendio que está siendo apagado me recibió, había muchos policías y bomberos, pero lo único que podía calmar mi corazón agitado era princesa y Kian, a ellos no les puede pasar nada y hasta que la vi abrazada de William me volvió el alma al cuerpo, claro hasta que noté que Axel tenía mi hijo en sus brazos. Este último sujeto no me termina de caer bien.

Ofrecer mi departamento para que se quedara ahí tal vez fue muy precipitado, pero saber que tendría que ir al lugar del idiota de Axel me hizo sentir mal, al principio princesa se negó rotundamente pero su hermano la hizo entrar en razón, Kian no tiene demasiadas cosas por lo tanto la perdida de sus cosas no fue tanto, la que me preocupa es Azul ella vivió ahí parte de su vida y su estilo quedo impregnado en esas paredes.

— ¿Te sientes bien Azul? — No me dirige la mirada solo asiente con la cabeza y acaricia a Kian. Afortunadamente William tenía su auto estacionado lejos del edificio y nos hizo el favor de traernos para saber en donde se quedaría su hermana y sobrino.

Ella ya no habló más hasta que llegamos, tomo al bebé en mis brazos y me alejo un poco para darle privacidad a Will y Azul.

La mirada de Azul sigue distante, pero trata de ocultarlo, la guio hasta mi piso, al entrar observa todo el lugar con detenimiento, las paredes son blancas totalmente y mis sillones son grandes de color marrón claro y la pantalla esta frente de ellos, el comedor está al lado de la sala y la cocina esta al abrir una puerta que está posicionada frente al comedor y por supuesto todo es un desastre que lamento no haber limpiado.

— Bienvenidos a mi humilde hogar— Trato de romper el silencio por que si hay algo que yo no soporto es el silencio.

Ella avanza sin decir nada.

— Es lindo— Habla por primera vez— Jayden de verdad gracias nos iremos en cuanto podamos— Su mirada refleja preocupación, ¿No entiende que no la estoy corriendo?

— Pueden quedarse aquí el tiempo que les plazca a mí no me preocupa— Sonrió amablemente— Solo hay una recamara disponible y es la mía espero que no te moleste dormir en mi cama—sonrió nervioso, pero no miento en esta ocasión, la otra habitación está llena de cajas y muebles que jamás he usado.

— No te preocupes puedo dormir en el sofá.

— Pero claro que no, vamos princesa no te haré nada, lo prometo. Además, Kian puede ir en medio para que no se lastime en lo que le encontramos una cuna nueva, la cama es demasiado grande para los tres— Pongo mi mano derecha en mi corazón como señal de promesa. Podría ser un caballero, pero no me gusta renunciar a mi cama.

— Tienes razón, pero solo por Kian— Aunque me sorprende lo rápido que ha cedido no comento nada, debe ser el agotamiento no solo físico. Le hago señas para que me siga y lo hace, la llevo hasta mi habitación recuesto a Kian en mi cama y lo rodeo con almohadas, me dirijo al armario y saco una playera de manga larga y unos boxers nuevos para prestárselos me imagino que no ha de tener nada que usar.

Todo por élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora