❝ Perdóname si posiblemente llegue a herir tus sentimientos hoy. No hay necesidad de excusas, Es todo culpa mía.
Lo siento... Realmente lo siento... No puedo decir más que esto...❞
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Estaba encerrada en mi cuarto y no planeaba salir de ahí por un largo tiempo.
Si pudiera resumir todo lo que había pasado en los últimos días no cabría, en una palabra.
Pero estaba muy claro que.
Me iba a ir al infierno.
¿Por qué había besado a Sehun?
Tal parecía que jugaba con los sentimientos de las personas. Hacia cosas impulsivamente para luego retractarme y sentirme como basura.
Bien, después de haber huido patéticamente del parque, mi celular no había dejado de sonar hasta que finalmente lo apagué.
Sehun tenía razón, esto estaba arruinado.
Y esta vez no sabía si hubiera forma de remediar esto.
En eso la puerta se abrió y estaba a punto de gritarle a Kris que me dejara en paz cuando entro mi padre.
- Soo Jung necesito que estés lista en media hora. - dijo claramente.
- No quiero ir. - le respondí con desgano y estando segura que eso no iba a ser posible.
- No voy a discutir contigo. - me fulminó con la mirada para después irse y cerrar la puerta con fuerza.
Si mal no recordaba, hoy era el cierré de negociaciones entre las mayores empresas de toda Corea, una de las tantas fiestas en donde teníamos que ir todos como una gran familia.
Caminé sin animos en mi habitación viendo que podía ponerme, aunque al final ningún vestido me gustaba del todo.
Tres minutos más tarde, se volvió a abrir la puerta y giré hacia ella temiendo que fuera mi padre de nuevo.
- Mocosa, creo que esto es para ti. - dijo Kris entrando con una caja larga que tenía un gran moño rojo.
- ¿Qué es esto? - pregunté confundida. - ¿Una bomba?
- Sí, claro. - rio Kris. - Mejor ábrelo ya.
Quité el moño y abrí con cuidado la tapa, hice un lado el papel que envolvía un vestido azul oscuro con muchos detalles de cristalería.
Decir que era hermoso era una comparación muy pobre.
Ni juntando todos mis vestidos podría compararlo con este, era perfecto.
- Vaya un vestido. - Kris fue el primero en hablar. - ¿Quién lo envío?
Encontré una tarjeta dentro de la caja, aunque no bastó leerla para saber quién lo había mandado.
