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Jugaba con mi bubble tea como si fuera lo más interesante de mundo y así llevaba como una hora sin poder moverme de mi asiento.
Estaba matando tiempo, eso...
- Tendrás que consumir algo más sino quieres que te saque de aquí. - me dijo Yuri frente a mi mesa con una charola llena de bebidas mientras portaba un bonito uniforme de minifalda.
- Está bien, compraré dos más de eso. - le señalé las bebidas que traía y me hundí en mi asiento.
- No entiendo... ¿Qué haces aquí? - preguntó Yuri haciendo una mueca muy extraña.
- Kris ya no está en la casa. - murmuré un poco desanimada. - Sehun está trabajando, así que esperaré aquí a que salgas.
- ¿Vas a quedarte aquí otras cuatro horas? - levantó las cejas sorprendida. - ¿Por qué no vas con Sehun a molestarlo a él en lugar de a mí?
- Mmm... es complicado. - no supe que otra cosa decir, bien podría estar con Sehun en ese momento, pero sentía que tenía que pensar todo de nuevo.
- Por favor dime que por fin son novios. - respondió ella resoplando.
- Aún no. - evite su mirada porque sabía lo que venía a continuación. - Seguimos siendo solo amigos.
- Los amigos no se besan ni andan por las calles de la mano como si nada. - dijo Yuri riéndose con sarcasmo. - Definitivamente los dos están relocos.
- Creo que no hace falta que me lo pida. - y es que no había tenido ese tiempo para pensar en ello, las cosas entre los dos eran extrañas, pero ninguno se quejaba en ningún momento. - Los dos lo sabemos y así nos entendemos.
Me encogí de hombros restándole importancia a las formalidades que la sociedad requería, quería a Sehun y el a mí de la misma manera.
- ¡Señorita! - gritó un cliente en la esquina haciendo que Yuri regresara a su trabajo.
- Vete a tu casa Soo. - demandó mi amiga. - Arréglate y paso a las ocho por ti.
- ¿Por? - pregunté sin saber a qué se refería exactamente.
- Tienes que acompañarme a un lugar como la maldita mejor amiga que eres. - dicho esto Yuri se fue hasta la mesa del fondo para entregar sus bebidas.
Me quedé un rato más ahí sin saber a dónde ir hasta que entendí que Yuri tenia trabajar y no a iba a detenerse en mí.
*
Dada la escasa información de Yuri me pasé una hora sacando todos los vestidos de lo closet sin estar satisfecha con ninguno, así que terminé por ponerme el último que quedaba.
Escuché el sonido del claxon fuera de mi casa pasadas las ocho y bajé rápidamente por las escaleras. Entré al asiento del copiloto y vi a Yuri ya arreglada también.
