–Maddie, básicamente trabajo de vestir a la gente, así que creo que sé cómo vestirme. –Le digo una vez que estaciona mi auto en el centro comercial.
–Ya lo sé, pero no me refiero solamente a comprarte algunas cosas un poco más provocativas, sino a un corte nuevo de cabello, maquillaje nuevo y hasta alguna manicura si te puedo convencer.
Ruedo los ojos, pero en lugar de negarme sigo a mi mejor amiga dentro de la tienda y veo como selecciona cosas para que me pruebe. Veo como agarra algunas remeras ajustadas y tops, lo que no me disgusta del todo. A eso le suma algunos pantalones y polleras de tiro alto y otras prendas más.
–Ahora, vamos hacia un probador y comencemos con la selección. –Me ordena.
Entro a uno de los probadores y mi mejor amiga me encaja todo lo que seleccionó en el pequeño perchero de este. Cierro la puerta apenas ella queda fuera y comienzo a desvestirme. Agarro un top blanco que parece más un sostén deportivo que un top por la cantidad de tela que posee y lo combino con unos jeans claros de tiro alto. Me miro al espejo antes de salir, evaluando que a mí me guste el cambio antes de darle la opción de elegir a Maddie. Una vez que recorro cada punto positivo y negativo del conjunto, abro la puerta y dejo que mi mejor amiga comience.
–Oh. Por. Dios. ¡Esto es de lo que estoy hablando! Si el pequeño lunar es visible, entonces apruebo el conjunto.
– ¿Puedes dejar de mencionar a mi pobre lunar? Se siente incómodo. –Tapo el lunar de mi escote y me vuelvo a meter en el mostrador, dándole lugar al segundo conjunto del día.
–Quiero que se corte un poco el cabello, algo que no la haga ver tan madura y mayor, sino más divertida. Tal vez podría hacerle algunos mechones o reflejos para que su pelo cobre algo de vida y pase de "trabajo veinte horas al día" a "tengo sexo alocado cada noche". –La miro con desaprobación mientras que me pongo roja de la vergüenza, aunque al peluquero no parece importarle en lo más mínimo la forma tan bruta en la que mi mejor amiga expresó su visión creativa.
–Entiendo exactamente lo que quieres decir, Cielo. No te preocupes, yo me encargo, déjamelo a mí. –Maddie asiente y luego se va a sentar, dejándome sola con el peluquero y una ansiedad invadiéndome. –Tranquila, Amor, nada malo va a pasarte. Ahora, quiero que hablemos de las cosas que no quieres en tu cabello, así yo puedo armar mentalmente lo que voy a hacerte.
–Nada de flequillos, y tampoco acepto rapados ni colores antinaturales. Trabajo muy duro y en mi trabajo la imagen lo es todo, así que necesito que igualmente se vea algo profesional, por más de que le agreguemos más... diversión. –Concreto, esperando no haberme olvidado ningún punto importante.
–Genial, entonces comencemos, ya tengo todo planeado. –Chilla de emoción, lo que hace que yo también me emocione un poco. –Cierra los ojos si quieres, hace que luego tengas un mayor factor de "Wow". –Dice moviendo sus manos para darle un toque final.
Y entonces cierro mis ojos.
–Tengo que admitir, no esperaba nada de esto, ¡me encanta! –Hablo emocionada al abrir los ojos.
Me toco el cabello, que ahora está en perfectas condiciones dado que acaban de secármelo de esa forma que solo los peluqueros saben hacer. Los mechones más claros hacen que mi pelo tenga más vida, y los cabellos cercanos a mi cara están más cortos, lo que hace que parezca que tengo más movimiento.
–Sabía que ibas a hacer un gran trabajo, eres el mejor. –Mi amiga lo felicita como si fuera mi madre, lo que hace que sonría.
Me acerco hasta la caja y les entrego mi tarjeta de crédito sin siquiera preguntar el precio, porque pagaría un millón de dólares por lo bien que me hace sentir este peinado.
–Maddie, ¿qué dices si nos tomamos un café y luego vamos a hacernos una manicura?
–No se me ocurre nada mejor que eso, hagámoslo.
–Wow –escucho decir a Zayn incluso antes de que lleguemos a la mesa.
– ¿Te gusta? –Le pregunto una vez que estoy a su lado.
–Estás hermosa, bien hecho Maddie. –La aplaude con una sonrisa llena de satisfacción.
– ¿Por qué directamente asumes que es Maddie? –Comento, falsamente ofendida mientras que me ubico en el taburete del bar.
–Porque por lo general Maddie era la persona que te impulsaba a hacer alguna locura. –Se justifica su respuesta con su mejor sonrisa.
–Tiene razón, no puedes culparlo –se suma mi supuesta "mejor amiga", a la cual le tiro una mirada letal.
–Está bien, dejemos de hablar sobre mi problema de iniciativa y pidamos algo para comer. –Decido terminar la charla que lo único que hace es bajar mi autoestima al subsuelo.
Zayn levanta la mano y unos segundos después una chica viene a tomar nuestro pedido.
–Buenas noches, yo quiero una hamburguesa con unas papas fritas con queso y una cerveza. –Ordena Zayn
–Eso suena bien, voy a pedir lo mismo. –Sigue Maddie.
–Que sean tres –completo la orden yo.
–Genial, en seguida se los traigo.
Mi celular vibra y lo siento desde el bolsillo trasero de mi pantalón, entonces lo saco con cuidado y observo el mensaje.
Kendall: ¡Selena! Estábamos hablando con Harry sobre el nuevo lugar de karaoke que está a unas calles del departamento, ¿quieres venir? También invitamos a Zayn, vi como conectaron en la cena del otro día ;)
Selena: Jajajaja, ¡no tengo idea de lo qué estás hablando! Si no tengo nada que hacer voy seguro, nos vamos manteniendo al tanto, xx.
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My Sister's Boyfriend | Harlena
Fanfic¿Qué harías tú si tu hermana estuviera saliendo con tu ex novio, alias el amor de tu vida? ¿Perder la compostura? Porque eso es exactamente lo que hice yo.