My Sister's Boyfriend | Harlena

C u a t r o

El departamento es bonito y pequeño, su exterior es color gris y son solo tres pisos, es una buena elección. Veo a Kendall bajar por las escaleras con entusiasmo, lo que hace que se me revuelva el estómago brevemente.

– ¡Bienvenida! –Grita con emoción, muy feliz de que esté. Eso hace que me sienta un poco mal por sentirme tan enferma el venir aquí.

–Gracias, es un lindo departamento. –La felicito.

–Gracias, Harry lo encontró. Y espera a ver el interior. –Me dedica una sonrisa y yo intento imitarla de la mejor manera.

Vamos hasta el ascensor y aprieta el tercer piso, a Kendall siempre le gustaron los pisos más altos. Hay dos departamentos en cada piso, Kendall abre la puerta del tercero "A".

– ¡Bienvenida! –Grita Harry desde la cocina, tiene puesto un delantal con todos los tipos de pastas italianas y una sonrisa en tu rostro, Harry cocina tan bien.

Kendall me señala el perchero que está en la entrada, y yo aprovecho para dejar mi cartera, no sin antes sacar mi teléfono, y mi buzo, quedando solamente con mi pantalón ajustado negro y una blusa blanca.

–Gracias, traje vino –digo levantando la caja con dos botellas de vino blanco, el favorito de Harry.

–Genial, muchas gracias, ahora lo pongo en la heladera hasta que sea hora de sacarlo. –Dejo la bolsa en la mesada que conecta a la cocina con el living-comedor y me acerco a Harry para saludarlo.

Harry deja lo que está haciendo para darme un abrazo rápido y luego volver a lo suyo. Observo la casa con detenimiento, es muy linda. Al entrar puedes ir hacia la cocina, que está a la derecha, seguir por el pasillo hasta el living o tomar la izquierda, donde supongo que está la habitación. El living es pequeño pero hermoso, con el comedor al lado de la cocina y un sector con la televisión y un sillón para relajarse. Todas las paredes son blancas menos la del living, que es de un bordó que le sienta a la perfección con la mesa y sillas de madera negra. La cocina está conectada con el living mediante una especie de abertura en la pared y una barra con dos banquetas.

No me doy cuenta que alguien está sentado en el comedor hasta que se levanta para saludarme. Es una cara que me resulta familiar, por lo que sonrío al saber que no estoy sola en esto.

– ¿Zayn? –Le pregunto, solo para cerciorarme de que no estoy loca.

–Selena, es un gusto volver a verte. –Se acerca a mí y me da un abrazo.

– ¡Por Dios, no te veía desde la secundaria! –Me siento a su lado en la mesa.

–Decir eso nos hace sonar tan viejos, por favor. ¿Quieres vino? –Me ofrece antes de levantarse para poder agarrar la copa.

–Por favor –suena más como una súplica que como simple cortesía, pero creo que no lo notó.

Me sirve el vino blanco que alguien trajo hasta la mitad de la copa para luego entregármela, y después hace lo mismo con su copa.

– ¿Cuánto hace que vives en Brooklyn? –Le pregunto para iniciar una conversación, recordando que Kendall dijo en su mensaje que era un amigo de Harry de Brooklyn.

–Unos dos años, más o menos, fue por trabajo. El banco puso una sucursal aquí y querían que yo me hiciera cargo, y claramente acepté. Era un chico de veintidós años al que le ofrecían la oportunidad de su vida, no lo dudé. –Toma un sorbo de su copa y no puedo evitar mirarle los labios mientras lo hace. – ¿Qué hay de ti?

–Bueno, estudié en la NYU ("New York University") y, después conseguí empleo en un local de ropa en Brooklyn, así que no lo dudé y me instalé, eso pasó hace aproximadamente hace tres años, sin contar los tres años de estudio en Nueva York.