Robando A Emma

Capítulo 6 - La Curva de Laffer

La encontró sentada sola en el patio de la universidad, escuchando música a través de sus audífonos y leyendo un caso de estudio. Había una sección amurallada donde te podías subir y echarte y ahí estaba. Lo sorprendió que finalmente estaba afuera en público después de estar escondiéndose deliberadamente todo este tiempo.

Él sabía que ella no quería hablar sobre el incidente. Diablos, ella lo había estado evitando por casi dos semanas. Apenas y lo saludaba durante sus reuniones de grupo y parecía haberse desenchufado de la sociedad. Eso estaba bien con él, claramente necesitaba tiempo para reagruparse, así que se lo estaba dando. Al mismo tiempo, tenían un proyecto que terminar y entregar en un par de días. Conclusión, necesitaban hablar.

Tiró en su pierna para llamar su atención y ella pareció sorprendida de verlo. Se quitó sus audífonos con vacilación y lo miró. "Hola," ella dijo con una voz suave.

Él inmediatamente se dio cuenta que había una tristeza enmascarada detrás de esos ojos verdes vibrantes. Estaba escondido profundamente, pero lo podía ver claramente ahora. ¿Cómo no lo había notado antes?

"¿Cómo te estás sintiendo?" él preguntó.

Ella se encogió de hombros casualmente. "Estoy bien ... poniéndome al día con unas lecturas. ¿Qué hay de nuevo?"

"¿Quería ver cuando querías terminar de trabajar en el proyecto de economía? Lo tenemos que entregar pronto y todavía tenemos que arreglar unas cosas y repasar la presentación."

"Ah. Sobre eso. Pienso que no nos necesitamos juntar. Te puedo mandar la parte escrita para que lo revises y luego podemos dividir las diapositivas. ¿Quieres presentar el principio o el final?"

"¿Estás segura, Emma? Será mejor si lo revisamos juntos."

"Sí, va a estar bien. Además estoy súper ocupada esta semana."

"Así que esto no tiene nada que ver contigo tratando de evadirme," él dijo como una aseveración.

Ella lo miró tímidamente, esos ojos verdes brillantes tratando de evadir su mirada. Él sabía ahora que lo hacía cuando estaba nerviosa.

"Sólo pienso que ... es lo mejor, Max."

"Sé que dijimos que no hablaríamos sobre ello, Em. Pero odié verte así. No era mi intención hacerte sentir peor. Tienes que saber que nunca te juzgaría."

"¿Podemos no hacer esto ahora? Ese día fue completamente mortificante," ella susurró.

"Em, yo fui el que te seguí. No hiciste nada mal. Fue completamente mi culpa."

"No lo fue, Max. Yo estaba ahí también. Fuimos los dos. Y no me debería de estar sintiendo así. Por eso pienso que lo mejor sería que nos alejemos por un tiempo. ¿Está bien?"

Él sintió su pecho comprimirse a sus palabras. ¿Ella quiso decir sintiéndose triste o sentimientos hacia él? "¿Sintiéndote cómo, Em?"

Antes que pudieran subir sus esperanzas, ella empezó a empacar su bolsa y meter todo lo que pudo adentro lo más rápido posible. Miró para deslizarse fuera de la repisa en la que estaba sentada, así que le ofreció la mano pero ella la rechazó. Suspirando y sin pensar en ello, él la tomó por la cintura y la puso en el piso junto a él.

"¿Sintiéndote cómo, Em?" él repitió, estudiando su cara.

"Por favor olvídalo. Me tengo que ir," ella dijo, quitando sus manos de su cintura.

"¿Cómo esperas que me ...? Por favor Em, hablemos sobre esto."

Ella abrió la boca para decir algo, pero la cerró de inmediato, sus ojos agrandándose mientras que su visión se enfocaba detrás de él. Inmediatamente supo a quien estaba mirando y tomó un paso largo lejos de ella. Mierda, le iba a cortar las bolas esta vez de seguro.

"¿Qué pasa, chicos? ¿Teniendo un pequeño desacuerdo?" Roy preguntó, su voz fuerte resonando detrás de él. Jesús, el tipo lo asustaba como ningún otro.

"No es nada. Sólo discutiendo nuestro proyecto de economía," ella dijo rápidamente.

"¿De verdad? Nunca supe que la economía podía causar una discusión tan acalorada," Roy dijo sarcásticamente.

"Bueno, ese precipicio fiscal sabes. Es realmente aterrador," Max dejó salir. "¿Y España? ¿Las regiones autónomas? ¿Los monarcas? Impuestos por todos lados. Oye, nosotros somos gente también. No sólo es sangría y siestas. ¿Y si sales 20 minutos fuera de la ciudad? ¿La gente vive como nosotros? ¿Tienen las mismas oportunidades? ¡Y ni hablar de los préstamos para estudiantes! Si Sallie Mae gobernara España los escusados serían hechos de diamantes y las calles pavimentadas en oro. De cualquier manera, no hay nada de qué reírse sobre la curva de Laffer," él divagó.

Vaya. ¿De dónde diablos había salido eso? Él siempre divagaba cuando estaba nervioso, pero lo había llevado totalmente a otro nivel. Es más, definitivamente no debería de estar provocando a Roy.

"Este tipo, ¿eh? Resulta ser que es un gran bromista," Roy se rió.

Emma enrolló los ojos nerviosamente. "¿Nos podemos ir? Estaba por irme," dijo volteando a Roy.

"Claro. Pero no paren por mí. Por favor, termina lo que era que necesitas discutir."

Max enfrentó a Emma, buscando ayuda. Ella era la que estaba por decir algo antes de que fueran interrumpidos. Algo sobre sus sentimientos. Roy probablemente lo vio agarrándola de la cintura también. Por dios, le iba a dar una paliza en dos segundos. ¿Dónde estaba su hermano Leo cuando lo necesitaba? Él lo podría tirar de seguro.

"Escucha, Max. Me importa un carajo que tú fuiste el que hizo el PowerPoint. Yo voy a presentar primero y punto. ¿Entendiste?" Emma de repente estalló enojada.

¿Eso es lo que supuestamente estaban discutiendo? La miró alarmado, y podía sentir la mirada enojada de Roy detrás de ella. Respiró profundo y se preparó mentalmente para meterse en el personaje.

"Por última vez, lo vas a arruinar Emma. Yo sé el material de la primera parte mucho mejor que tú. Yo hice toda la investigación, ¿recuerdas?"

"No estoy convencido con esto," Roy intervino.

La cara de Emma se puso pálida y Max empezó a manosear en sus bolsillos tratando de encontrar cualquier semblanza de un arma. Espera, qué es esto, él pensó. ¿Un altoid? ¿Se supone que lo voy a matar con aliento fresco? ¿Muerte por frescura de menta? ¡Buena, Max!

"No entiendo ..." Max dijo, casi esperando un golpe a la cara. Esperó conteniendo la respiración para que los segundos pasaran. Sólo era un cuestión de tiempo antes de que ...

"Ella es una gran presentadora. Ya la debes haber visto. No dejes que tus juegos de macho nublen tu juicio, Max. Insisto, deja que presente primero."

Emma estaba regresando a niveles humanos de su estado casi en coma y continuó, golpeando a Roy en el brazo. "Gracias Roy, ahí es donde lo dejamos cuando llegaste. Como dije antes, soy una chica grande. Max, mándame las diapositivas y lo tomamos de ahí."

Max sintió como si estuviese en una reproducción muy mala de Broadway. Sin saber dónde poner sus manos, las alzó sobre su cabeza, casi como si estuviera saludando a dos personas en lados opuestos. "Eh ... sí, qué estúpido de mi parte. Ahora te lo mando, jefa. Eh, cambio y fuera jefa. Tzzp." Él imitó un radio portátil terminando un reporte. Súper, muestras fecales tenían más creatividad.

Antes de darse cuenta, Emma y Roy se marcharon y sequedó solo pensando largo y tendido sobre sus nuevos niveles de estupidez.