Valery
Había llegado a casa al fin, esperaba comer algo e irme a mi habitación y estar tranquila. Pero tal vez, eso no iba a ser posible.
Suspiro antes de girar la llave y entrar a mi casa. Estaba todo tranquilo y vacío; cuando en realidad esperaba a Malcom y las mil y una preguntas. ¿Donde estaba?
Me dirijo a la cocina a prepararme algo para comer, lo cual fue fácil ya que mi madre me había dejado algo de la cena, por lo que solo debía calentarlo.
Al tener mi plato ya en mis manos, comienzo a subir las escaleras las cuales me parecen eternas, llegando a mi puerta por el infinito pasillo. Al abrirla; la puerta de la habitación de junto se abre.
Malcom
-Al fin apareciste-
-Vivo aquí, ¿no? Debía venir en cualquier momento-
-¿Aparecer sin avisar nada de donde estas?- ¿Quién se creía?
-Eres la persona que menos debe saber donde estoy, no eres mi madre ni Richard-
-Soy tu hermanastro-
-No lo parecías anoche, adiós- ¿Por qué dije eso?
Al cerrar la puerta, solo me recosté en ella; ¿Por qué había dicho eso? ¿Me afectó que lo hiciera?
Luego de estar unos 5 minutos en la puerta, me decido por comenzar a comer y olvidar lo sucedido recientemente ya que no tenía sentido seguir dando vueltas a un asunto que no tenía respuestas.
Mientras comía en mi escritorío, revisaba mi teléfono; tenía muchas notificaciones, las cuales constaba de mensajes, instagram, twitter y llamadas perdidas.
Instagram: todas las publicaciones de la fiesta.
Twitter: mis grupos favoritos de música.
Mensajes: Malcom buscandome.
Llamadas perdidas: Malcom buscandome.
¿Por qué le interesa donde esté? Es ilógico, nada de lo que hace me cuadra o más bien, no tiene sentido: no lo entiendo.
Toc toc
-Hija, ¿Puedo pasar?-
-Claro mamá, pasa-
-Llegaste, ¿Cómo te fue?-
-Bien, me quede dormida en medio de la fiesta en la habitación de Lily-
-Como siempre-
Las conversaciones con mamá eran las mejores, era como hablar con otra mejor amiga; podía contarle todo sin problemas y sin que me critique. Aunque nunca di motivos para ser criticada; nunca lo hizo. Siempre me ha apoyado en todas las decisiones que he tomado en mi corta vida, y me ha motivado a hacer otras cosas que nunca me hubiera animado a hacer sin ella. Es mi compañera de vida, y agradezco que me haya tocado alguien así en mi vida.
Estuvimos hablando largas horas hasta que Richard apareció. No me había dado cuenta del tiempo hasta que vi la oscuridad que había del otro lado de la ventana.
Cuando mamá se fue, me quedé sola mirando mi habitación, le faltaba un poco de decoración aun, estaba linda pero le faltaba algo.
-¿Podemos hablar?-su voz interrumpió todo mi yo.
-Creo que no tenemos nada de que hablar-
-Yo creo que sí- Cierra la puerta detras de él. ¿Qué quiere?
-No tengo ganas de pelear en estos momentos, si te puede retirar, mejor-
-La idea no es pelear. Quiero hablar de lo que pasó anoche-
-No pasó nada anoche-
-Valery, por favor, no lo hagas más difícil de lo que ya es-
-¿Difícil? ¿Sabes qué? Puedes guardarte lo que tengas que decir, supongo que lo que pasó anoche fue muy malo para ti y seguramente no deseas que vuelva a pasar; y esta perfecto, solo aléjate de mi Malcom-
-Espera Valery...-
No podía escucharlo. ¿Tan malo fue? Imbécil.
Para calmarme, decidí tomarme un baño caliente, lo suficientemente largo para tranquilizarme en su totalidad.
Mis pensamientos estaban ocupados pensando en las pocas semanas que quedan para terminar la preparatoria y podré comenzar la universidad, aunque aun no me decidía que hacer. La idea de estudiar medicina me encantaba, pero también era hora de hacerme cargo de la empresa de papá. Quedaba poco tiempo para decidir, y seguramente me vuelva loca.
Era una gran responsabilidad ambas cosas.
Hace mucho que no piso la empresa, en unas semanas también se cumplirá el aniversario de la muerte de papá; debería ir en esos días, o antes. También debería ir a visitarlo, como todos los años: caminar por los pasillos de la empresa, saludar a las personas, saludar a mi familia e ir a visitarlo al cementerio; quedarme un rato a hablar con él. Tal vez suena estúpido, pero me gusta que sea así.
La verdad es que ya estaba hace mucho tiempo en el baño; por lo que decidí salir.
Ya cambiada, me dirijo a mi habitación, rezando que Malcom no estuviera ahí, pero fue imposible. Aun estaba sentado en mi cama.
¿No se había movido?
Estaba exactamente en el mismo lugar que antes, ¿Se quedó ahí esperándome?
-Necesito que hablemos, por favor-
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Almas Enlazadas | #1 | Juliet
Romance¿Qué les impide estar juntos? Cuando uno quiere, todo es posible. Nada es imposible para Valery y Malcom, dos personas las cuales unieron su corazón en el pasado y por alguna razón, el destino los reencuentra aun más cerca que antes. ¿Funcionará es...