El camino transcurrió con total normalidad. Nos hacíamos preguntas mutuamente, pero eso no me dejaba tranquila. No me refería a conocernos los gustos y que queremos en un futuro; quiero conocerlo a él, que siente, como es él, que puede dañarlo, que puedo hacer para hacerlo sentir bien y feliz, o ese tipo de cosas. Todo era muy confuso. Estaba en mi auto con una persona especial, que me había puesto el mundo al revés al solo verme. ¿Cómo después de tanto tiempo, aun pone mi mundo de cabeza? Eso me asustaba. Significaba que lo que sentía era fuerte y real; ¿Es real para él? ¿Qué siente?
Fue un lindo momento y para nada incomodo. Él me ponía muy nerviosa pero no en ese momento, me hacía sentir bien y segura; pero con las mil y un preguntas.
Al llegar a la casa, Malcom me ayudó con mis cosas, apenas pude hacer algo. Mientras desempacaba, solo me miraba; estaba sentado en mi cama observando cada movimiento que hacia.
¿Será así siempre? Puedo acostumbrarme.
-Oigan, pediré algo de comer, ¿Qué les gustaría?- mi madre asomada desde la puerta con total naturalidad, como si no compartimos un mínimo lazo familiar entre Malcom y yo. ¿De verdad lo acepta?
-Pizza- ambos contestamos al mismo tiempo, apareciendo una expresión de asombro en nuestras caras que se había unido.
-Okay, estarán en 1 hora supongo, los llamaré- dijo cerrando la puerta, desapareciendo ella primero.
-¿Lo sabe?-
-Algo así- la pregunta me revolvió el estómago. ¿Debía decirle?¿Se enojará?
-Oh, ¿Está de acuerdo?-
-No sé como responder eso-
-Si, creo que puedo imaginarlo- Por primera vez en el día, el silencio incómodo invadió el lugar donde estábamos presente. ¿Se enfadó? ¿Está mal que mi madre lo sepa?- Okay, iré a hacer algunas cosas de la universidad, nos vemos para comer.-
-Okay-
Esa noche no volví a verlo, solo se encerró en su cuarto para hacer "tarea de la universidad", Richard fue quien le alcanzo una porción de pizza. Apenas había probado la pizza y solo me fui a dormir; lo que fue imposible ya que mi cabeza no dejaba de pensar en si había hecho mal en contarle a mi madre sobre Malcom y yo, aunque si lo pienso seriamente, no le había contado gran cosa sobre nosotros ya que no estaba pasando nada. Es decir, ambos conocemos nuestros sentimientos, pero creo que ninguno tiene la idea de que esto sea algo más; sé que sería muy difícil, pero no imposible. La duda me consume durante toda la noche, y a penas había pegado un ojo. ¿Estará enfadado? ¿Habrá terminado todo? ¿Terminado? Pero si no ha empezado, Valery eres una idiota.
-Hey, ¿Me estas escuchando?- Una voz muy familiar se hizo presente, tomando totalmente mi atención, o lo que quedaba de ella.
-Eh si, dime Lily-
-No te ves muy bien, tienes muchas ojeras ¿Te sientes mal?- su cara de preocupación junto a sus palabras, me hicieron recordar que no había dormido en toda la noche por pensar en Malcom y lo que sea que tengamos-
-No, estoy bien, solo no dormí bien anoche-
-¿Estas bien?- Se a lo que se refería, pero por primera vez esto no tiene nada que ver con mi padre, realmente me siento bien con ello luego de su aniversario; todo gracias a...Malcom.
-Tranquila, no tiene nada que ver mi padre en esto. Solo no pude dormir bien anoche, mi cabeza no se dormía- Sonrío al ver que su cara de preocupación no se iba- ¿Qué me has dicho antes?-
-Haré una fiesta en la casa, mis padres se irán otra vez y me dejaron hacerla ya que en mi cumpleaños todo había salido más que bien. Se podría decir que ya confían en mi- Su cara de felicidad se hizo presente- Vendrás, ¿Verdad?-
-Oh em, si supongo-
-Bien! Es el viernes, así que más te vale dormir bien en lo que resta de la semana niña- Desaparece del salón junto a los demás alumnos, haciéndome caer en que había sonado la campana de salida.
Al llegar a casa, estaba totalmente silenciosa, lo que significaba que estaba vacía, o tal vez están todos muy silenciosos haciendo sus ocupaciones.
Me dirijo hacía mi habitación, no tenía hambre pero si eran presentes mis ganas de dormir hasta el día siguiente. Antes de salir esta mañana, había usado más maquillaje de lo normal, ya que parecía un muerto viviente caminando entre los seres humanos por las notables ojeras oscuras que había debajo de mis ojos. Supongo que al ponerme más maquillaje de lo usual, eran aun más notables o era más obvio que algo quería ocultar.
Nota mental: No intentar ocultar lo que es imposible de disimular.
Mientra subía las escaleras, pensaba en las actividades de mi madre y Richard, recordando que ninguno estará en casa hasta la hora de la cena; lo que no sabía es en donde estaría Malcom, lo cual fue contestado al pasar por la puerta de su habitación, la cual estaba semiabierta, lo suficiente para poder visualizar a una mujer que era conocida para mi; era la chica que lo acompañaría en la fiesta del cumpleaños de Lily, la cuál tenía una voz totalmente irritante. Como olvidarla...
Pero, ¿Qué hacía con ella? ¿Habrán estado juntos todo el día? ¿Realmente había terminado lo que nunca comenzó?
No quise quedarme en la puerta, solo pude dirigirme a mi habitación y cerrar la puerta lo suficiente fuerte para que se escuche y cerrar con llave. Solo quería dormir, sin pensar en nada más; solo esperaba poder dormir sin pensar en que hacía ella aquí. y por que estaba en su habitación; y lo más importante, ¿Desde cuándo estaba aquí?
Al parecer mi idea de dormir, iba a ser complicada. Cuando sacaba ideas de mi cabeza, nuevas la invadían, lo que me obligaba a dar vueltas en mi enorme cama. Esto no podía estar pasándome. ¿Desde cuándo me interesaba quien estaba en su habitación? Definitivamente, eres una idiota Valery.
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Almas Enlazadas | #1 | Juliet
Romance¿Qué les impide estar juntos? Cuando uno quiere, todo es posible. Nada es imposible para Valery y Malcom, dos personas las cuales unieron su corazón en el pasado y por alguna razón, el destino los reencuentra aun más cerca que antes. ¿Funcionará es...