Almas Enlazadas | #1 | Juliet

Capítulo 28

Al día siguiente, estaba esperando a mi madre quien terminaba de alistarse para ir de compras, Sam estaba junto a mi con un gigante dinosaurio el cual se podría decir que era más grande que él.

-¿Quieres ir al auto? Puedes esperar ahí si quieres y jugar- Sam me miro con sus ojos totalmente brillosos de alegría, se lo notaba nervioso-

-¿Tardará mucho?- me pregunta inocente-

-Mañana se casará, claro que tardará, ella cree que aun faltan mil cosas por hacer, cuando en realidad ya esta todo listo, solo falta que llegue el día- digo sonriendole- Puedes ir al auto si quieres, iré a buscarla-

-Esperaré aquí, si no te molesta-

-Claro, ya vuelvo- digo mientras subía las escaleras, estaba por ir a la habitación de mi madre cuando escucho una voz, era Malcom otra vez hablando ¿Por teléfono?-

-Te dije que no quería verte Stefany, ¿Puedes entender eso?-

-A mi no me das ordenes Malcom, me perteneces y lo sabes, no puedes terminar conmigo así-

-¿Terminar? Ni ha comenzado, vete ya-

-Esto no terminará así, créeme, no sabes con quien te metes- Escucho como unos pasos se acercan a la puerta y a la vez, mi madre sale de su habitación con su bolso, preparada para irnos. Stefany abre la puerta, donde con mi madre y yo la mirábamos sin importancia-

-Buenos días Stefany, ¿Cuándo llegaste?- mi madre muy amablemente-

-Ya me voy- dice Stefany totalmente descortés mientras salía disparada hacia la puerta principal, no sin antes darme una de las peores miradas que he visto en mi vida-

-Okay, adiós- mi madre esta un poco desconcertada; ya que no entendía las actitudes de la chica.

-Muy amable-digo sarcásticamente.

-Oh si, vamos, es tarde- Estaba segura de que a mi madre no le gustaba para nada Stefany, aunque pensándolo bien, ¿A quién que caería bien alguien así? 

Sam al vernos nos mostró su mejor sonrisa. Al estar en el auto, mi madre se sentó atrás para acompañar a Sam, yo conduciría.

-Podríamos almorzar en el centro comercial si tardamos mucho, ¿Qué te parece Sam?-

-¿Podemos?- 

-Claro, ¿Por qué no?- Sam estaba realmente feliz, y me gustaba verlo así. En lo que nos conocemos, nunca lo vi así. También, no me había dado cuenta de la relación entre Sam y mi madre, es realmente buena; aunque a Sam le falta confiar más, pero no lo culpo después de todo lo que ha pasado. 

Al llegas al centro comercial, nos dirigimos a una tienda no tan grande pero tampoco era pequeña en absoluto, dentro se veia mas de 200 vestidos colgados delicada y ordenadamente por todos lados. Realmente no me gustarian llevarlos todo le tiempo, pero es hermoso ver diferentes vestidos, ordenados por color y cada uno con detalles diferentes. Es satisfactorio.

-¿Tienes pensado algo en particular Valery?- mi madre estaba muy tranquila para un momento como este. Para mis dulces 16 años, ni bien entramos a esta tienda, había empezado a enloquecer ya que nada me gustaba y no habia del color que quería. La volvía loca realmente, pero estoy segura de que la razon de ello, era porque quería que fuera una noche inolvidable con todo lo que soñaba. -¿Algun color?-

-Tal vez algo pastel, no muy llamativo, elegante, simple, no fluorecente-

-¿Existe eso?- Sam se reía detrás mío, junto a mi risa-

-Si mamá, encontraremos algo antes de que nos de hambre, no te preocupes-

-Buenos días, ¿En qué puedo ayudarlos?-

La encargada de la tienda, nos ayudó a buscar y, definitivamente era excelente en su trabajo con la paciencia que aportaba para con mi madre. Cuando por fin encontramos el vestido perfecto, mi madre no me dejó pagarlo junto a mis ahorros, ya que es su deber como madre ya que es para la preparatoria en sí.
Para cuando habíamos terminado, había mucha hambre en Sam y en mi, por lo que fuimos a comer como ofreció mi madre en el auto.

-La última vez que vine a comer, fué hace mucho tiempo- Sam estaba muy entretenido con su hamburguesa y su juguete de Mc'Donals. Era muy tierno.

-Nosotras igual, podríamos salir más seguido juntos si quieres Sam-

-Es verdad, y si mamá no puede, podemos ir juntos. Cuando tú quieras pequeño-

-¿En serio? ¿Podemos invitae a Malcom también?- Esa pregunta me habia cambiado la mirada en menos de un segundo.

-Em, si claro, si no esta ocupado en ese momento, no creo que haya problema-

Mi madre me quedo mirando. Mi inseguridad al contestar era notoria, y lo sabia.

Unas horas después, llevamos a unos juegos que había dentro del centro comercial para que, unos cuantos minutos luego, nos dirigiamos a la casa. Mamá y Sam, bajaron en la entrada de la casa, y yo solo me fui. Hay muchas cosas que necesitaba pensar en este momento y necesitaba no estar en la casa. Sabía que mi madre estaria terminando sus confirmaciones para su gran día mañana, Richard trabajando, Sam jugando en su habitación y Malcom, tal vez estaba con Stefany o simplemente debía verlo. Era momento de definir bien que es lo que me esta pasando con Malcom. Tal vez no sería bueno que, sea lo que sea que estuviera pasando, siga su camino.